Bieito Rubido | 17 de marzo de 2021
Ni Sánchez es un socialdemócrata ni Iglesias es un izquierdista clásico. Son dos narcisos que ansían la púrpura, pero que no van a transformar la sociedad para bien.
Cuando escuchas las palabras que utilizan, cuando ves las formas que adoptan, cuando reflexionas acerca de sus ideas, cuando, finalmente, analizas sus actos, comprendes que la denominada izquierda y extrema izquierda española ya no tienen nada que ver con el aliento ideológico que en su día recibió esa denominación. Han desvirtuado la palabra «izquierda». En realidad, con ellos las expresiones han perdido su original significado. Por eso la democracia tiene que defenderse de este tipo de movimientos que la pervierten desde su interior. Ni Sánchez es un socialdemócrata ni Iglesias es un izquierdista clásico. Verdaderamente son dos narcisos que ansían la púrpura, pero que no van a transformar la sociedad para bien. Su afán por permanecer en el poder –a pesar de la última pirueta del líder de Podemos— deteriora la convivencia y el Estado de derecho.
Es inquietante el lenguaje belicista y faltón que estos días, previos a la batalla de Madrid, destilan los representantes de la izquierda. Es una oratoria guerracivilista. Hablan de la «derecha criminal» y conjugan verbos absolutamente inadmisibles en una democracia. Por eso creo que hay que insistir en que debemos temer, en el mejor sentido de la expresión, los desvíos del orden constitucional y del imperio de la ley que está protagonizando esta izquierda que ya no es tal. No hablo de resignación ni de cobardía, hablo básicamente de estar alerta y denunciar ese estilo matón que la extrema izquierda protagoniza y el sanchismo jalea. De nuevo, los más osados sacuden los árboles y los otros recoge los frutos.
¿Qué se hizo de la idea de libertad o de solidaridad entre los pueblos de España que tanto aireaba la izquierda? ¿A dónde ha ido el valor de la verdad? Además de dormir en la Moncloa, ¿qué otro interés tiene Sánchez? ¿De verdad es esta la izquierda heredera de aquellos partidos que sirvieron de motor para el progreso de Europa? Solo tengo preguntas. Ni una sola respuesta, pero la evidencia es irrefutable: estos ya no son la izquierda.
La coherencia y la fidelidad a unos principios ya no existe. Por eso Ciudadanos se deshace como un azucarillo y al PSOE actual no le sirven los valores de la izquierda tradicional.
Habrá recuperación económica, pero no será España quien se aproveche de ella. Ni tenemos los gobernantes adecuados ni los aliados de ese Gobierno son dignos de confianza.