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Otra mentira más del dueto formado por la izquierda y la extrema izquierda que tan nervioso está en la campaña de Madrid: dicen ahora que quieren armonizar los impuestos de Madrid con el resto de las comunidades. Y ¿por qué no armonizamos también otras cuestiones? A mí no me parece mal que fijemos criterios únicos para la educación –especialmente en la enseñanza de la Historia- la sanidad o algún otro ámbito donde juntos somos más eficaces que cada uno por su lado. Y ya de ponernos a armonizar, hagámoslo suprimiendo los privilegios fiscales de vascos y navarros, quienes no contribuyen ni con un solo euro a la solidaridad interterritorial.

Los datos, como ocurre siempre, son demoledores: Madrid recauda el 63 por ciento más que la media nacional con los impuestos más bajos; es más, Madrid aporta siete euros de cada diez de la caja de solidaridad interregional, a la que, por cierto, vascos y navarros no ceden ni un solo euro, mientras la extrema izquierda catalana –socia de Sánchez— quiere seguir el mismo camino. Por tanto, aprovechemos la iniciativa de que los gobernantes de hoy quieren armonizar para tratar de ser más justos con el resto de los territorios de España y terminemos con los privilegios de vascos y navarros. Pero mientras ocurre eso, que me temo que no llegará, Madrid sigue atrayendo empresas de Cataluña sin que exista una campaña para ello. Así que yo recomendaría a los independentistas que reflexionasen al menos un poquito acerca de cuál es la razón por la que Madrid resulta más atractiva que Cataluña.

Madrid ejerce su autonomía, que está consagrada en la actual Constitución. El mismo paraguas legal que le permite a Cataluña subir catorce impuestos o al País Vasco no contribuir en nada a la solidaridad interterritorial, ese mismo paraguas ampara a Madrid para llevar una política fiscal más atractiva, a la vez que más eficiente. Quieren acabar con el modelo de éxito capitalino. Para ello hablan de armonizar. Pues armonicemos en muchos otros sentidos. Tratemos de que todos los españoles seamos iguales. Hay muchos aspectos en los que equipararnos a unos con otros, no solo en impuestos. ¿A que no se atreven?