Bieito Rubido | 23 de noviembre de 2020
Tras sufrir acoso desde el Gobierno central, Madrid registra los mejores datos frente a la covid, sin cercenar libertades ni actividad económica.
Madrid se está convirtiendo en la buena noticia de los últimos tiempos en España. Tras ser calificada como «bomba vírica» por el socialista Page, recibir toda la insolidaridad de territorios vecinos y sufrir acoso desde el propio Gobierno central, la comunidad madrileña está registrando los mejores datos de comportamiento frente a la covid, sin cercenar libertades ni actividad económica. La prensa alemana habla ya del «milagro de Madrid». Falta todavía una explicación rigurosa a este fenómeno, pero algo se ha hecho bien, diferente, y además en contra de la opinión de un Gobierno, el de Sánchez, que en esta crisis solo ha improvisado y dado palos de ciego.
En el fondo de toda esta realidad, asombrosa para algunos, hay otra buena noticia: la constatación de una generación nueva de dirigentes que están sabiendo gobernar sus respectivas competencias: Isabel Díaz Ayuso en la comunidad y José Luis Martínez-Almeida en el ayuntamiento. ¿Querían otro PP? Aquí lo tienen: jóvenes, sin complejos, eficaces y comprometidos.
Pero alguien le tiene miedo a la presidenta de la comunidad. De lo contrario, no se explica la campaña contumaz desatada por el PSOE, Podemos y su terminales mediáticas, cuyos propietarios ya sabemos que son los millonarios de este país.
Todo comenzó en mayo pasado, cuando una encuesta de GAD3 le daba una estimación según la cual bordeaba la mayoría absoluta. A partir de ahí se desataron todas las tormentas y cada iniciativa de Isabel era contraprogramada y vilipendiada en los medios. El tiempo le va dando la razón y Madrid es hoy es un pozo de libertad y progreso, a pesar de muchos, incluidos los socios.
Estos socialistas de nuevo cuño y los neocomunistas legislan para imponer, adoctrinar y castrar las iniciativas.
Las acciones de gobierno de Sánchez van carcomiendo el poco prestigio que le queda.