Bieito Rubido | 24 de noviembre de 2020
El interino de la Moncloa solo aspira a permanecer allí muchos años y para ello está dispuesto a pactar con lo más indeseable de la expresión política de este país.
Por el pragmatismo puede llegarse a la delincuencia. En la vida conviene autoimponerse límites, líneas rojas que no debemos cruzar. No vale todo, y menos en política. Porque la política debería ser una de las más nobles actividades del ser humano y se está convirtiendo justamente en la más despreciable. Ocurre esto porque la generación política que hoy nos gobierna no tiene ninguna buena idea para mejorar nuestra vida. Sánchez e Iglesias solo quieren estar ocupando el espacio de poder, pero no quieren una trasformación positiva de España. Al contrario, el interino de la Moncloa solo aspira a permanecer allí muchos años y para ello está dispuesto a pactar con lo más indeseable de la expresión política de este país. Lo hace con el convencimiento de que lo importante es cazar ratones –aprobar los presupuestos del Estado— y lo de menos, el color del gato que va a cazar con él. Pues ha llegado el momento de decir que no. Que no es lo mismo la mano serena y centrada de Arrimadas que la mano llena de sangre de Otegui. No es lo mismo, Sánchez. Más tarde o más temprano se volverá contra ti, porque el pragmatismo llevado a la obscenidad inmoral termina con la gente en la cárcel.
Mi optimismo flaquea en alguna hora de la mañana. Tiendo a ver en el nuevo día un buen número de oportunidades, pero esa actitud de esperanza, en ocasiones, se quiebra. Me ocurre esto porque el militante socialista que venía a llevar al PSOE al centro y a la moderación ha resultado ser el más inmoderado de todos y no sabemos cuál es su límite. Su ambición ha dejado de ser santa. ¿Qué o quién puede hacer entrar en razón a una persona que se ha emborrachado de poder? La historia está llena de desgraciados relatos de personajes así. El problema es que seamos nosotros sus contemporáneos. ¡Qué importante es votar bien!
Tras sufrir acoso desde el Gobierno central, Madrid registra los mejores datos frente a la covid, sin cercenar libertades ni actividad económica.
Estos socialistas de nuevo cuño y los neocomunistas legislan para imponer, adoctrinar y castrar las iniciativas.