Fernando Bonete | 14 de marzo de 2020
Esta semana, “A lo lejos”, ópera prima de Hernán Díaz y finalista del Premio Pulitzer, y el cómic “El cineasta” de Julien Frey y Nadar.
He podido someter A lo lejos de Hernán Díaz a la dura prueba de pasar por un club de lectura; he escuchado la opinión de otros periodistas y profesores; las impresiones de alumnos y lectores de todo tipo y condición. El veredicto siempre es el mismo: “No es un libro que en principio hubiera leído, pero ahora que lo he hecho, reconozco que es una maravilla”. ¿Puede obtener un libro mejor sentencia que esta?
A lo lejos
Hernán Díaz
Impedimenta
344 págs.
22,76€
La grata sensación de la lectura que sorprende acompaña al lector de principio a fin en esta novela, que es la primera del escritor argentino Hernán Díaz –infancia en Suecia, vida profesional neoyorquina–. Finalista del Premio Pulitzer y del PEN/Faulkner en la categoría de ficción, A lo lejos desembarca en España de la mano de Impedimenta, que sigue sin errar el tiro con cada una de sus propuestas.
El protagonista del relato también desembarca, pero en el oeste de los Estados Unidos. Håkan, jovencísimo inmigrante sueco de nombre “intencionalmente impronunciable” –como el autor mismo reconoció en la presentación del libro en Madrid– se dirigirá hacia el este con la intención de reencontrarse con su hermano en Nueva York, tras una separación accidental durante el viaje.
–Håkan –dijo el hombre, mirando fijamente el fuego, pronunciando la primera vocal como una u que inmediatamente se fundió en una o y, a continuación, en una a, no una tras otra en sucesión, sino en una honda o curva, de modo que por un instante los tres sonidos fueron uno solo–Hernán Díaz, A lo lejos, p. 16
Si las primeras impresiones eran unánimes, las lecturas son múltiples en esta obra que combina, no sin sorpresas y originales alteraciones, un género tan típicamente norteamericano como el western con la novela de aprendizaje y el road trip. El rumbo este de nuestro protagonista simboliza el gran mensaje moral con el que la novela de Díaz va más allá de sus ya de por sí bellas descripciones y atrayente forma de narrar.
El este es la búsqueda y encuentro con el hermano, el camino contrario a las caravanas explotadoras de la naturaleza, el destino opuesto a la avaricia de los buscadores de oro. Y quien sigue esta ruta, nuestro Håkan, el explorador inocente y puro que rechaza la violencia, ama la libertad y la Creación. Todo lo contrario a un pistolero, un forajido o un cowboy. En verdad, la novela merece la etiqueta de antiwestern.
Otro tema muy presente es la inmigración y la exposición al rechazo. Håkan no habla ni una palabra de inglés, ¿son capaces de entenderse las personas cuando no se comparte el elemento humanizador del lenguaje? ¿Adoptamos la voluntad fraterna de entendernos a pesar de todos los obstáculos?
El asunto guarda estrecha relación con la historia contemporánea de Estados Unidos; esa es otra posible lectura. A lo lejos como un recorrido exprés a lo largo de la historia reciente de los States, el nacimiento de la economía de mercado capitalista y el impacto de sus excesos en la naturaleza humana.
Los géneros artísticos se mezclan con tanta naturalidad en nuestra siguiente recomendación, que bien podríamos inventarnos para definirla algo así como “cómic biográfico documental”. El cineasta de Julien Frey y Nadar (Astiberri) tiene de las tres, es mucho cómic, es una biografía, y se cuenta a modo de documental cinematográfico. Una explosión de creatividad en blanco y negro con el que los autores homenajean al realizador Édouard Luntz y al séptimo arte.
El cineasta
Julien Frey y Nadar
Astiberri
184 págs.
19€
Las películas de Édouard Luntz, no es que no aparezcan en FilmAffinity, es que por no aparecer, no aparecen ni en la Bibliothèque nationale de France (BnF). En un encuentro con Luntz cuando Frey todavía era estudiante de cine, este le habría explicado que su carrera había caído en desgracia tras un desacuerdo con el todopoderoso magnate de la edad de oro de Hollywood Darryl F. Zanuck (1902-1979). El productor, una de las figuras más poderosas del cine de todos los tiempos, trabajó, entre otros, con Howard Hawks, John Ford, Mankiewicz, Kazan, Kurosawa… tuvo todo tipo de altercados con los directores, dado que en Estados Unidos la última palabra la tiene el productor, y este puede meter mano al montaje.
Otro cómic, La noche perdida de Luis Buñuel de Queco Ágreda, Javier Ortiz y Guillermo Montañés, repasa muy bien este accidentado periodo del cineasta español, que también se las vio con Zanuck y con la oscura realidad del mito cinematográfico hollywoodiense. Y otro cómic más lo ha condensado, igual de bien, pero desde la ficción: The Fade Out de Ed Brubaker y Sean Phillips.
A Luntz, Darryl F. Zanuck le produjo Le grabuge (1968), su penúltima obra, y luego hizo de su capa un sayo al reducir el metraje de más de tres horas a hora y veinte. Al amparo de la legislación francesa, Luntz ganó el requerimiento, y Zanuck a cambio retiró la película y truncó la carrera del realizador.
Y de ahí hasta nuestros días, en que Julien Frey investiga el asunto y restaura la memoria de Édouard Luntz, con sus muchas luces y sus pocas sombras, todas bajo el contundente y simpático blanco y negro de Nadar. Un emocionante recorrido por la intrahistoria del cine moderno.
El nuevo pódcast literario de El Debate de Hoy dedica su último programa al storytelling, el arte de contar historias. Escúchalo:
Esta semana, dos recomendaciones de no ficción, dos autoras norteamericanas. “Lector, vuelve a casa” de Maryanne Wolf y “La larga soledad” de Dorothy Day.
Esta semana, en nuestra Revista de libros, dos novelas: “Vivir abajo” de Gustavo Faverón, y “Fuiste el rey” de Fernando Ariza.