Antonio Olivié | 15 de septiembre de 2021
Producida a través de crowfunding, The Chosen cuenta la historia de Jesús y los Apóstoles con rigor, calidad audiovisual y personajes profundos y elaborados.
Roma (Italia) | Un fracaso como director llevó a Dallas Jenkins a uno de los momentos más bajos de su carrera profesional. Pero también fue el punto de inflexión para superar los 150 millones de visualizaciones de la primera temporada de una serie sobre Jesús y los apóstoles. The Chosen es el título de esta producción que ha conseguido el crowfunding más elevado de la industria audiovisual, con más de 10 millones de dólares para su primera temporada y que está disponible en YouTube en abierto.
El milagro de The Chosen tuvo su antecedente en 2017 con La resurrección de Gavin Stone, una película en la que Jenkins había puesto grandes esperanzas. Logró el respaldo de grandes empresas de Hollywood para un proyecto cristiano… que no funcionó en taquilla. Los números de espectadores bloquearon tanto al director que pensó en abandonar su carrera. Pero la intervención de su mujer y el mensaje de un amigo le hicieron recobrar la fe y asumir que él debía ocuparse de hacer bien su trabajo y ya se encargaría Dios de multiplicar los panes y peces. «Hasta ese momento, yo quería ser apreciado en Hollywood y me di cuenta de que ese no era el camino», admite Jenkins.
El éxito de The Chosen ha sido extraordinario. Y más cuando no se ha lanzado en ninguna gran plataforma, sino que los propios espectadores son quienes lo han promovido. IMDB, una de las plataformas profesionales de cine más relevantes del mundo, le otorga un 9,6 sobre 10 a la serie, un ranking que se elabora con las valoraciones de los espectadores.
Hay cuatro elementos característicos que explican el éxito de audiencia de esta producción:
La figura de Jesús no es la de un personaje místico, sumido en pensamientos elevados, sino la de un hombre equilibrado y simpatico, que sabe estar a la altura de cada uno de sus interlocutores. Bromea con los discípulos y alza la voz cuando debe reprender algún error, pero siempre con medida. El tono de la la serie es realista, pero hay un fondo de alegría que arrastra al espectador a seguir al Mesías. Se entiende cómo algunas personas de su época podían dejar todo lo que tenían para escuchar a Jesús.
Para construir las historias que hacen creíbles los textos de la Biblia, el director aporta enfoques originales, que no alteran, sino que complementan algunas historias. En el caso de ‘la pesca milagrosa’ se parte de una deuda que Simón Pedro debe devolver. Para ello se empeña en una noche de faena en el Lago de Galilea que se revela inútil. Así, el dramatismo de la escena, del fracaso después de una jornada agotadora, es aún mayor. Cuando Jesús aparece para decirle que pruebe a lanzar de nuevo la red, Pedro está al límite de la desesperación.
Desde los primeros capítulos, el productor ha contado con el asesoramiento de un rabí judío, un sacerdote católico y un pastor protestante. De esta forma, ha tratado de no descuidar ningún detalle que pudiera desfigurar la historia o la tradición. La serie trata de reflejar lo que dice la Biblia, respetando los textos sagrados y los estudios históricos de la época. «Tengo la responsabilidad de contar las historias de Jesús con una atención y respeto extremos», asegura Jenkins.
La experiencia en Hollywood de muchos de los que forman parte de la producción es evidente. Cada detalle está cuidado. Desde el vestuario hasta la última frase del guión es consistente. También se aprecia en la interpretación de los actores. Son personajes con matices, con sustancia, que conforman una serie sólida. Ninguno de los que están en torno a Jesús son meras comparsas o ignorantes encantados por un hábil orador.
Tanto Dallas Jenkins como el actor que hace de Jesús, Jonathan Roumie, han pasado recientemente por el Vaticano. Con un precario español, Roumie le contó al papa Francisco el papel que interpretaba y le confesó que era católico. «Que lo imites, que lo encuentres y que te haga feliz» le dijo el pontífice.
En el caso de Jenkins el encuentro con el papa Francisco fue especial, ya que al ser protestante no sabía cómo iba a ser recibido. El hecho es que cuando Roumie le dijo que él era ‘Jesús’, el Papa miró a Jenkins y le dijo: «Si él es Jesús, ¿tú eres Judas?». Una broma que le desarmó y le hizo reír abiertamente. «Me quedé diciendo: ¡Vale! Esta persona me gusta. Es divertido, tiene sentido del humor».
En junio de 2021 la primera temporada de la serie ya la habían visto más de 150 millones de personas. Se ha traducido a más de 50 idiomas. El éxito de la segunda temporada, que ha estado financiada por pequeñas aportaciones de 125.000 personas, también arroja cifras millonarias. De esta forma, ya está en producción la tercera, de las siete temporadas que tienen previstas. Todo un milagro para una serie que nació pequeña, pero profundamente fiel a la grandeza de la historia original.
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