Fernando Bonete | 17 de octubre de 2020
Unas recomendaciones muy francesas. El cocinero y la ostra, ópera prima de Lucía Núñez ambientada en el reinado de Luis XV. El espejo de nuestras penas, final de la trilogía de entreguerras de Pierre Lemaitre. Cuestionario Proust con la escritora Espido Freire.
No es fácil resistirse a las convencionalidades de un género. Y menos en la novela histórica, donde la intriga y el suspense, el periodo más singular o el personaje más popular son la combinación probada para asegurar algo literariamente potable de un pasado ya conocido –la Historia es el spoiler–, y garantizar un mínimo de ventas.
El cocinero y la ostra
Lucía Núñez García
Reino de Cordelia
272 págs.
16,95€
En este escenario de sota, caballo y rey, El cocinero y la ostra, ópera prima de la madrileña Lucía Núñez García, nos propone algo diferente. La novela se sirve de la comedia de enredos, la epístola y la división por actos del teatro para crear un «ambiente» histórico, más que una «reproducción» cronológica de los hechos.
Por no repetir, no repite ni hace concesiones a épocas de fama. Núñez nos sitúa en la Francia de mitad del XVIII, a la que apenas se dedican cuatro o cinco líneas en los manuales de Historia Universal. No es de extrañar: la gran hazaña de Luis XV, auténtico inepto político que pasó con más pena que gloria por el trono, fue hacerlo lo suficientemente mal como para sentar las bases de la futura Revolución francesa. Más unos cuantos adulterios. El más célebre ligue, Jeanne-Antoinette Poisson, a quien instalará en Versalles y nombrará marquesa de Pompadour.
El año en que se sitúa la novela, 1753, es el momento de horas bajas de esta relación. La rivalidad de «la favorita» Pompadour con «la nueva» querida del regente, Catherine Beaprè, y los esfuerzos de esta última por pasar unos días con Luis XV en el Château des Ormes (Poitiers), centran la acción de una trama donde los últimos coletazos de la modernidad francesa quedan retratados con la gracia, la ironía y la sátira que solo se puede permitir quien conoce muy bien el periodo.
El espionaje y los tejemanejes políticos de una noblesse de robe atenta al affaire monárquico para su provecho; el empuje de la nobleza rural y las pillerías del tercer estado –caracterizado con chispa por el pícaro cocinero español Diego Hurtado–; y la comparecencia de tahúres, ocultistas y fulleros del momento, como el conde de Cagliostro, Casanova y Wolfgang von Kempelen –acompañado de un precedente de su famoso autómata ajedrecístico–, se unen para crear un divertido embrollo capaz de radiar con naturalidad y sin artificios el espíritu de una época.
El final de Los hijos del desastre
De Pierre Lemaitre se ha dicho que es «nuestro Dumas contemporáneo». Yo no diría tanto. Nunca diría tanto de ningún escritor. Sí secundaría que Lemaitre nos ha dejado en Nos vemos allá arriba (Premio Goncourt 2013) una de las mejores mezclas de entretenimiento y buena literatura de la última década.
El espejo de nuestras penas
Pierre Lemaitre
Salamandra
448 págs.
21€
También coincidiría en señalar que su continuación, Los colores del incendio, tiene menos fuelle literario, pero es un apasionante y adictivo culebrón que no dura ni una tarde en las manos. Y volvería a estar de acuerdo, tristemente de acuerdo, para aceptar que El espejo de nuestras penas, última entrega de la serie, es un mal final para la trilogía.
Lemaitre sigue explotando la fórmula que le funcionó antes: personajes fascinantes, que son capaces de las infamias y bondades más inverosímiles pero posibles, terminan juntándose en una historia de vidas cruzadas mientras el mundo colapsa a su alrededor.
El problema es que el carácter de los personajes no es tan deslumbrante, ni sus acciones tan sorprendentes, y la forma en que confluyen sus existencias tiene poco de extraordinaria. No me ha provocado los pasmos, desconciertos y sobresaltos de entregas anteriores. Me ha dejado igual.
Ha llegado a las librerías el primer y amplio volumen de diarios, Ya sentarás cabeza. Cuando fuimos periodistas (2006-2011). En el caso de Peyró, hay que andarse con mucho ojo a la hora de establecer filiaciones. Que si Josep Pla, que si Julio Camba, que si Valentí Puig… Sus diarios dan y darán en el futuro mucho juego a este tipo de debates. En un momento obsesionado por construir «relatos», la presentación de una época concreta a través de un joven periodista en busca de su lugar en la vida toca inevitablemente las vigas del edificio canónico que su propia generación está intentando construir, aunque sea por simple ley de sociología literaria.
Cuestionario Proust con Espido Freire
Espido Freire es una de las escritoras más destacadas y polifacéticas del panorama literario español. Su ingente obra literaria, compuesta por novelas, libros de cuentos, novelas juveniles, poemas, teatro, ha sido reconocida con muy diversos galardones, entre otros: Premio Planeta (1999, ganadora de menor edad en la historia del galardón), Premio Qué Leer (2000), Premio Ateneo de Sevilla (2006), Premio Azorín (2017), Premio Letras del Mediterráneo (2018).
Además, colabora en diferentes programas dedicados a la difusión de la cultura y los libros (A vivir de La Ser, Espejo público de Antena 3) y en revistas como Harper’s Bazaar, Influencers, Mujer Hoy, y en la plataforma literaria Zenda. También ha trabajado como traductora literaria, y es directora del Máster de Creación Literaria de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Su última novela es De la melancolía (2019, Planeta).
Tu momento y lugar para escribir.
No tengo manías.
Y para leer…
Tengo aún menos manías.
Tu “top 3” literario: un novelista, un poeta, un ensayista.
Emily Brontë, Rilke, Teresa de Jesús.
¿Te gusta prestar libros?
No. De hecho, cada vez menos.
En la lectura, ¿subrayas y haces anotaciones?
Si estoy estudiando el libro, sí. Si no, en una lectura normal, no.
La lectura que tienes ahora entre manos.
Stuka de Carlos Fidalgo. Novela.
Un clásico pendiente
Muchísimos. La broma infinita, por ejemplo, D. F. Wallace. Y me quedan aún muchos autores: Gabriel Miró, o Rosario de Acuña, o Ramón de la Cruz en España. Nos pasamos la vida completando huecos lectores.
Un libro sobrevalorado.
Casi todos los del boom latinoamericano. Eso no significa que su calidad sea pobre, sino que el tiempo los ha deshinchado un poco.
El libro que no pudiste acabar.
Mortal y rosa de Francisco Umbral.
El último libro que te han regalado
El verdadero tercer hombre de Nuria Verde, una visión diferente de Graham Greene.
El libro que te gusta regalar.
No suelo regalar libros, salvo que me los pidan de manera explícita. Que sean mi pasión no significa que sea también la de otros.
Reseña de Basilisco de Jon Bilbao. El escritor y traductor se enfrenta también a nuestro Cuestionario Proust. Además, la selección quincenal de novedades editoriales.
Libros del Asteroide recupera una nueva novela teológica de Graham Greene. Jesús Montiel protagoniza nuestro Cuestionario Proust. Sumamos nuevos títulos a nuestro listado quincenal de novedades editoriales.