Fernando Jiménez | 20 de mayo de 2019
Un libro que refleja la experiencia y las conclusiones que el propio Angelo Scola ha sacado de tantas vivencias.
Ediciones Encuentro edita en España He apostado por la libertad, un libro-entrevista escrito que recoge el diálogo entre el cardenal Angelo Scola y el periodista italiano Luigi Geninazzi. La obra no es una biografía al uso, aunque sí tiene una coherencia cronológica que ayuda bastante a que el lector se sitúe en una historia con orden lógico. El resultado es una narración salpicada aquí y allá por temas de calado que, a través de las preguntas de Geninazzi, entran en el pensamiento y las razones de uno de los cardenales con mayor prestigio intelectual.
He apostado por la libertad
Angelo Scola, Luigi Geninazzi
Encuentro
276 págs.
23€
El texto tiene interés no solo para quien quiera conocer de cerca los avatares biográficos de monseñor Scola, sino también para quien busque una aproximación a momentos históricos decisivos para la historia reciente de la Iglesia y del mundo: el Concilio Vaticano II, mayo del 68, la llegada a la Santa Sede del primer Papa latinoamericano de la historia… Pero el interés mayor de He apostado por la libertad quizás sea que refleja la experiencia y las conclusiones que el propio Scola ha sacado de tantas vivencias. El libro refleja un pensamiento que ha ido creciendo en cada uno de los momentos vitales que el arzobispo emérito de Milán ha atravesado y que no se impone como norma o sugerencia única de interpretación, sino como una experiencia personal, iluminada por un sentido de fe.
He apostado por la libertad no escatima entrar en temas polémicos. Geninazzi, con escrupuloso respeto, pide que el cardenal explique situaciones complicadas por las que ha atravesado o su postura ante problemas actuales en el seno de la Iglesia católica. Otras veces, es el propio Scola el que abre las puertas a que el periodista ahonde en cuestiones difíciles o heridas personales. Por ejemplo, el cardenal no tiene miedo de mostrar su perplejidad ante el sufrimiento de los inocentes e incluso reconoce las dudas sobre aspectos particulares de la fe causadas por la muerte prematura y trágica de su hermano.
El libro también aborda otros temas personales delicados, como sus enfermedades de juventud, sus desencuentros con algunas autoridades eclesiásticas durante su etapa como seminarista, su relación con Comunión y Liberación -su movimiento de origen- e, incluso, su recurso, en algún momento concreto, al psicoanálisis. Cómo no, He apostado por la libertad también se refiere a su posición en el cónclave de 2013, antes y durante el cual su nombre sonó con fuerza en algunos medios de comunicación que dieron por hecho que sería el sucesor de Benedicto XVI.
Si no pudiste ir y te quedaste con las ganas de escuchar a Angelo Scola y Luis Argüello dialogar sobre el nuevo libro «He apostado por la libertad», aquí tienes la oportunidad de volverlo a escuchar https://t.co/GbjAv2K0TG
— Ediciones Encuentro (@EEncuentro) February 9, 2019
De todas estas experiencias el arzobispo emérito extrae siempre un mensaje positivo y las presenta con sencillez, a veces pasmosa. Precisamente por el estilo del texto, da la impresión de que el cardenal trata de ser lo más claro posible, sin grandes complicaciones argumentales, como si lo que quisiera destacar es más el valor de la experiencia y lo que ha extraído de ella que elucubrar sobre su significado «universal». Como buen discípulo de don Giussani, es el encuentro con Cristo a través de la realidad lo que marca y da sentido a sus vivencias.
La obra también explora la trayectoria intelectual de Scola, en especial su relación con teólogos de renombre, como Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac o Joseph Ratzinger, así como su vinculación con la gestación de la prestigiosa revista de teología Communio.
Algunos han querido presentar a Scola como una «tercera vía» entre la solidez doctrinal de Benedicto XVI y la mentalidad más pastoral de Francisco. Él, sin embargo, recuerda que “cuando decimos que en la elección del Papa contamos con la asistencia del Espíritu Santo, no usamos palabras vacías”.
Su texto analiza qué ha pasado para que aquellos que habían sido llamados a guardar a “los pequeños” se hayan convertido en lobos.