Chema Rubio | 30 de marzo de 2021
La RFEF cumple órdenes del Ministerio del Interior y publica un polémico tuit sobre Kosovo. La nomenclatura, la bandera y el himno que España no reconoce enredan un partido que se juega en los despachos.
La FIFA está en casi todo. Casi. Porque los sorteos cada vez se complican más por las tensiones políticas entre países. Fronteras que no se reconocen, independencias, guerras… Para el Mundial de Catar 2022 la FIFA no tuvo en cuenta que España no reconoce a Kosovo como un país. Tampoco lo hace Grecia, ni Georgia. La suerte quiso que al Estado que proclamó su independencia en 2008 le tocaran estos tres países como rivales. La FIFA tuvo en cuenta que España y Gibraltar no pueden ser rivales, pero se olvidaron del independentismo que tantas heridas levanta en España. Kosovo es reconocido en la actualidad como Estado por 98 países, entre ellos la gran mayoría de los miembros de la Unión Europea. En 2016, la FIFA y la UEFA admitieron a Kosovo como miembro de pleno derecho.
⚠️ OFICIAL | @LUISENRIQUE21 dará a conocer la próxima lista el lunes 15 de marzo.
🌎 España inicia el camino hacia #Catar2022 contra Grecia, Georgia y territorio de Kosovo.
➡️ Luis de la Fuente también anunciará la convocatoria para la EURO Sub-21.
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— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) March 9, 2021
España no reconoció su independencia de Serbia por un problema de política interna con Cataluña, ya que puede sentar un precedente complicado. Lo que no cuentan los «indepes» es que el propio primer ministro kosovar se desmarcó de cualquier analogía en 2018, expresando que «nunca reconoceríamos la independencia de Cataluña. Kosovo y Cataluña no tienen nada en común. Kosovo nació de la desintegración de la Federación Yugoslava, en un proceso sangriento de todos contra todos. No es el caso de España, donde se respetan los derechos civiles y políticos».
Los días 31 de marzo y 8 de septiembre de 2021 España se enfrentará a Kosovo. El primer partido se jugará en Sevilla y el segundo en el estadio Fadil Vokrri de Pristina. Siempre en condicional, porque el Gobierno, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el CSD y la RFEF tendrán que decidir qué postura toma España durante los dos encuentros. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ya advirtió de que este tema se dirime con «las reglas de la FIFA», pero no concretó cómo afrontará la selección nacional los dos partidos. Fuentes consultadas por Eldebatedehoy aseguran que lo más coherente sería disputar los dos partidos en un campo neutral. Esto evitaría situaciones incómodas con visados, banderas e himnos.
Nunca reconoceríamos la independencia de Cataluña. Kosovo y Cataluña no tienen nada en común. Kosovo nació de la desintegración de la Federación Yugoslava, en un proceso sangriento de todos contra todosRamush Haradinaj, primer ministro de Kosovo
La RFEF de Luis Rubiales recibió indicaciones explícitas de cómo dirigirse a Kosovo. En un tuit de la federación previo al partido saltaron las alarmas diplomáticas, al nombrar a este país como «territorio de Kosovo». La respuesta no tardó en llegar desde la federación kosovar, en un comunicado cargado de razones y de amenazas que merece la pena reproducir:
«El enfoque del estado español hacia el estado de Kosovo ha sido lamentablemente destructivo desde la declaración de Independencia el 17 de febrero de 2008, pero este enfoque y la estructura que las instituciones de este país intentan darle a la ciudadanía de Kosovo, no puede cambiar la historia y la realidad.
Kosovo es un estado independiente, reconocido por la mayoría de los países más desarrollados y democráticos del mundo y miembro en pie de igualdad con todos los demás países de la UEFA y la FIFA desde mayo de 2016.
El intento de los españoles de minimizar la condición de Estado de Kosovo en el partido del 31 de marzo por las eliminatorias mundialistas «Qatar 2022», refiriéndose a Kosovo como territorio, es en vano e injusto. Son conscientes de que en esta fecha se enfrentarán a la Selección Nacional de Kosovo, que se presentará como cualquier otro país.
Los criterios de la UEFA y la FIFA son tan claros como el cristal y España lo sabe, así que lo que se diga y se escriba no cambia estas reglas y de ninguna manera las cambiará. Si quieren justificarse frente a los medios de comunicación nacionales es su problema, pero Kosovo no hará ninguna concesión: solo jugaremos de acuerdo con los estrictos criterios y reglas de la UEFA, con el himno nacional y la bandera, de lo contrario, el partido no se disputará.
Sin embargo, esta forma de acercamiento de los españoles es inaceptable para nosotros e inmediatamente nos pusimos en contacto con la Federación Española, y ahora estamos esperando una rápida reacción por su parte. Si no reaccionan en esta dirección, entonces nos veremos obligados a reclamar nuestro derecho a la UEFA, donde buscaremos la protección de esta institución, porque somos miembros de la UEFA con los mismos derechos que 54 federaciones más y España está obligada a tratarnos a nosotros de esa forma.
La FFK espera que la Federación Española se comporte de acuerdo con las reglas de la UEFA y la FIFA y no tome acciones que dañen las relaciones entre las federaciones y nuestros dos países».
España ya ha gestionado la presencia del deporte kosovar. En los Juegos Mediterráneos de Tarragona de 2018, los deportistas kosovares desfilaron bajo la bandera del Comité Olímpico de su país y recibieron el visado en un impreso separado del pasaporte. Los karatekas kosovares que asistieron al Mundial de Madrid ese mismo año fueron tratados como miembros de la Federación Mundial de Kárate, sin alusión a su país. El Comité Olímpico Internacional (COI) fue más allá y amenazó a España con no otorgarle la organización de ninguna competición internacional si no permitía los símbolos de Kosovo.
En el Mundial junior de balonmano de 2019 la diplomacia española hizo lo que pudo para constatar que España no reconoce a Kosovo en el concierto internacional
En el caso del Mundial junior de balonmano de 2019, que se disputó en Vigo y en Pontevedra, también hubo un trato diferencial, hasta que la Federación Internacional de Balonmano (IHF) decidió tomar cartas en el asunto. Los jóvenes jugadores kosovares se aislaron del resto de selecciones. En el primer partido que jugó la selección del este de Europa, el speaker de los polideportivos comentó que el Reino de España no reconocía a Kosovo. Un apunte que corrigió la IHF para que no se volviera a repetir. El streaming de los partidos conectaba con la pista justo al inicio del partido para evitar que sonaran los himnos, como sí sucedía en el resto de encuentros de selecciones. Además, la policía se dejaba ver más en los pabellones en los partidos de Kosovo. La diplomacia española hizo lo que pudo para constatar que España no reconoce a Kosovo en el concierto internacional.
Para el caso del partido que se tendría que jugar en el estadio olímpico de La Cartuja de Sevilla, se esperaba que la puesta en escena fuera la de una bandera kosovar ondeando por debajo de la española y que el himno se presentara como «música tradicional del territorio de Kosovo». Esas dos afrentas no iban a ser admitidas por la diplomacia kosovar, que amenazó con no disputar el partido. La Federación de Kosovo hizo público otro comunicado en que reveló que «el presidente de la federación Agim Ademi ha recibido una llamada de la Federación Española de Fútbol donde lamenta las noticias aparecidas en los medios locales y confirma que el partido España-Kosovo tendrá lugar de acuerdo a las regulaciones y el protocolo de la FIFA y la UEFA para los partidos oficiales».
Habrá bandera, habrá himno y habrá crisis con el independentismo catalán, que se aprovechará la situación para hacer campaña.
Ocupar el sillón presidencial del FC Barcelona, pese a ser un un oscuro objeto del deseo para muchos, se está convirtiendo en una ‘profesión’ de riesgo. Todos los que han ocupado el cargo desde la democracia han tenido problemas de mayor o menor cuantía con la Justicia.