David Vicente Casado | 01 de febrero de 2021
El vicepresidente de Castilla y León afirma que «es poco comprensible que un Gobierno enfrente a la mayoría de las comunidades autónomas, a la comunidad científica y a los profesionales».
Francisco Igea (Valladolid, 1964) es una de las voces más autorizadas y más respetadas en este periodo de pandemia. Licenciado en Medicina, es hijo de médico, nieto de médico y padre de dos futuros médicos. Su especialidad es la del aparato digestivo, la cual ejerció ejerció durante 27 años, hasta que decidió dar el paso a la política por «la necesidad de poder hablar con libertad». Curiosidades del destino, o no, dejó la bata blanca para ejercer una responsabilidad, la de político, para la que, hoy en día, con tanta incidencia acumulada de populismos, es necesario tener un buen estómago.
Igea se define en su cuenta de Twitter como «ciclista fondón», aunque bien podría calificarse mejor como ciclista de fondo, ya que uno de sus lemas es «lo importante es aguantar». Después de batallar en la arena política de varios partidos, es en Ciudadanos donde ha podido lograr su techo hasta ahora siendo el vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Hombre de grandes costumbres y que no duda en llevarlas a cabo. Como como muestra un botón: mientras la izquierda se erigía como la dueña de las patentes de las políticas más ecologistas, a él se le ha podido ver, hasta hace poco, yendo a trabajar en bicicleta desde su domicilio hasta la sede del Gobierno regional.
Francisco Igea reconoce que Ciudadanos «debe recuperar a la gente que se fue» y huye de rumores que lo acerquen al PP, pese a ser uno de uno de los ‘galácticos’ de la formación naranja.
Pregunta: Estamos a punto de cumplir un año de lucha contra la COVID-19, ¿qué balance hace de la gestión de la misma?
Respuesta: Ha sido un año muy duro, en el que hemos perdido vidas humanas, ha habido muchísimo sufrimiento y un problema económico que va a ser la segunda pandemia que vamos a sufrir. Es un año que también ha demostrado la excelente clase de nuestra población. Cuando uno se mete en política nunca espera tener que gestionar una situación como esta, pero es lo que nos ha tocado. Nosotros lo que hemos procurado es seguir las indicaciones de nuestro comité de expertos e intentar mantener la calma y tomar las decisiones adecuadas en una situación, además, cuya gobernanza ha sido muy atípica dentro de lo que es nuestro mundo de la Unión Europea.
Pregunta: En esta última etapa, el Gobierno cedió la gestión a las CC.AA. y se hartó de decir que no pondría ningún reparo en aceptar todas sus peticiones… A ustedes les han negado la petición de estado de alarma y el adelanto del toque de queda… ¿La cogobernanza ha sido un fracaso?
Respuesta: Sí, pero no solo lo piensa Francisco Igea, sino medio país. Esto no es una cuestión personal, ni siquiera política. Lo que se ha demostrado, con todos mis respetos, es que en estas situaciones es donde se demuestra el temple, la capacidad de gobierno y de liderazgo. Hay gente que había venido a la política a otras cosas, como a hacer inauguraciones, y que ha demostrado su incapacidad para enfrentarse a una crisis.
España ha perdido una oportunidad de poner al mejor ministro de Sanidad en esta situaciónFrancisco Igea
P.: ¿Cree que el Gobierno acabará cediendo a las peticiones de las CC.AA.?
R.: No lo sé. La verdad, no deja de sorprender el grado de fijación, a veces, del Gobierno. Es poco comprensible que un Gobierno enfrente a la mayoría de las comunidades autónomas, a la comunidad científica, a los profesionales, y que nos haga pasar más tiempo de sufrimiento sin ser capaz de explicarnos el porqué de esa toma de decisiones. La verdad es que no sé lo que va a ocurrir. Nosotros empezamos a ver ya el descenso de casos y de cifras, pero estamos muy preocupados, porque la cepa británica parece que aún no es dominante y que, por tanto, no solo no explica la explosión de estas Navidades, sino que corremos serio riesgo, en un escenario de desescalada, de volver a sufrir otro pico, que ya nos pillaría no con las 140 camas de UCI que nos pilló este, sino con más de 250 o 280. Eso sería un auténtico desastre.
Yo espero que el Gobierno sea capaz de reflexionar y darnos las herramientas. Entiendo que el Ejecutivo no quiera desgastarse, pero que nos dé las herramientas necesarias.
P.: Usted, al igual que la consejera de Sanidad, es médico, y sus restricciones han sido duras, acordes con la situación. Vistas sus medidas y las de otras CC.AA., ¿se podría decir que en CYL prima más la salud que la economía?
R.: Nosotros siempre hemos pensado que no había una cosa sin la otra. Si repasamos lo que ha ocurrido en el mundo, vemos que ha habido dos modelos: el de la convivencia con el virus y el de la eliminación, como en Nueva Zelanda o los países asiáticos, que han tenido mejor resultado sanitario y económico. Desgraciadamente, en Europa, un espacio de libertades, es donde es más difícil de gestionar. Las libertades tienen muchas ventajas, pero en estas crisis, a veces, es más fácil gestionar bajo un mando militar.
Yo creo en la democracia y en las libertades, pero creo que tenemos que aprender algo de esta crisis, que es que cuando haya una crisis hay que tener herramientas, tener decisión y, sobre todo, no se puede gobernar pensando que mañana tengo unas elecciones o que pasado tengo que ganar unos titulares en la prensa. Tenemos que empezar a mirar a largo plazo y la política española está marcada por el cortoplacismo, y bajo el cortoplacismo la gestión de la crisis ha sido un verdadero desastre.
Tenemos que empezar a mirar a largo plazo y la política española está marcada por el cortoplacismo, y bajo el cortoplacismo la gestión de la crisis ha sido un verdadero desastreFrancisco Igea
P.: ¿Entiende que un ministro de Sanidad, en medio de la tercera ola y con el proceso de vacunación en marcha, deje su cargo para iniciar una nueva etapa política en Cataluña?
R.: No lo entiendo yo ni lo entiende nadie.
P.: Le sucede Carolina Darias, que es licenciada en Derecho, Illa es licenciado en Filosofía. Como profesional, ¿cree que es necesario que un ministro de Sanidad sea médico?
R.: Yo creo que es conveniente que sepa qué se trae entre manos, pero así como en otras situaciones si tú tienes un buen equipo y una gran capacidad de liderazgo esto podría ser suficiente, en España con la peor crisis era el momento de elegir a lo mejor que tuviéramos. El PSOE cuenta con excelentes profesionales en el campo de la salud pública, de la gestión sanitaria… Le podría dar hasta cinco nombres de personas del PSOE que están preparadas para ese cargo con las que no me vincula nada políticamente, como Rafael Abengoa, José Martínez Olmos, José Manuel Freire… Son gente que ha tenido cargos de responsabilidad en la gestión sanitaria.
En definitiva, si en la peor crisis sanitaria de nuestra historia no pensamos que tenemos que poner lo mejor que tenemos al frente, es que estamos pensando en otra cosa. Si estamos pensando en otra cosa, es que nuestro concepto de la moral política es, diciéndolo finamente, dudoso.
Lo que ha ocurrido con los políticos y las vacunas es que la política lleva muchos años de degradación y hay gente que piensa que la política es un campo abonado para el privilegioFrancisco Igea
P.: ¿Entiende usted que España ha perdido la oportunidad de apostar ahora por un perfil sanitario?
R.: Sí. Ha perdido una oportunidad de poner al mejor en esta situación. Cuando uno se mete en un quirófano con una enfermedad grave quiere tener al mejor.
P.: ¿Qué le parece lo ocurrido con los cargos públicos que recibieron las vacunas antes de tiempo?
R.: Se trata de una muestra de la inmoralidad en la que vivimos, ¿no? La política lleva muchos años de degradación y hay gente que piensa que la política es un campo abonado para el privilegio. La política tiene que ser vocación de servicio y es la mejor manera de servir a los demás.
P.: De momento, no llegan a la decena los cargos públicos que han dimitido… Visto lo visto, ¿dimitir en política se está convirtiendo en una misión imposible?
R.: No es que sea una misión imposible el dimitir, es que cuando uno no dimite hay que cesarlo. Quien tiene la responsabilidad es quien está por encima.
Al nacionalismo no se le vence solo con el enfrentamiento, se le vence ofreciendo un modelo de país que ilusione, más limpio, más regenerado y con un Gobierno más transparenteFrancisco Igea
P.: Hablando de vacunas, nos encontramos con un retraso de la llegada de las mismas, ¿se esperaba que esto ocurriera?
R.: He de decir que sí. Ya lo avisamos. Cuando empezamos la campaña de vacunación, algunas comunidades avisamos que ojo con la segunda dosis. Estamos en una situación de crisis global y ya vivimos en marzo lo que ocurre cuando hay una crisis global en la cual todo el mundo compite por los mismos suministros y se convierte en un mar de piratas. De esto ya avisamos algunas comunidades y nos sorprendió que, en la reunión interterritorial, el entonces ministro Illa juró y nos perjuró que las dosis iban a llegar y nos obligaron a cambiar esta estrategia. Se provocó una carrera de a ver quién vacunaba más y mejor.
Esto no se puede decir que no fuera previsible. Quien tiene más dinero y menos escrúpulos es quien se lo lleva. Quien no sea capaz de entender eso no sirve para la política. Lo que tiene que hacer ahora la Unión Europea es hacer valer su fortaleza en el juego usando todas las medidas posibles, incluso si fuera preciso la amenaza de requisarlas para dejar bien claro que, ante una situación así, no campan a sus anchas los piratas.
P.: ¿Cómo ha afectado ese retraso a su tierra?
R.: De momento, nosotros vamos a empezar a poner la segunda dosis. Esto frena, naturalmente, las primeras dosis, y nuestra preocupación es que no podamos llegar a cubrir lo antes posible a nuestros profesionales sanitarios. Ahora mismo, hemos puesto primeras dosis en todas las residencias y tenemos protegidos a quienes asumían la inmensa mayoría de la mortalidad, pero para nosotros es muy importante, para el mantenimiento del sistema, poder proteger a nuestros profesionales sanitarios.
Los partidos han cogido estas manías del mercado de fichajes de invierno y a mí no me gusta. Es positivo el tener buena gente, pero no pasarnos la vida dando golpes de pechoFrancisco Igea
P.: Volviendo al terreno político, otra persona a quien usted conoce también y que ha iniciado una nueva etapa en Cataluña es Lorena Roldán… ¿Qué le parece su fichaje por el PP?
R.: A mí no me gusta eso de la política de fichajes. Esto no es el mercado de invierno. Yo creo que lo que tienen que hacer los partidos es explicar cuál es su proyecto para Cataluña. Nosotros en Ciudadanos tenemos un proyecto claro para Cataluña, el que ha marcado un antes y un después en su aparición en la política catalana y en la política nacional. Si alguien dio un giro definitivo al discurso permanente del victimismo nacionalista, ese fue Ciudadanos. Eso es lo que necesita Cataluña, salir de ese ombliguismo y ese victimismo que lo que ha hecho es empobrecerla. Al nacionalismo no se le vence solo con el enfrentamiento, se le vence ofreciendo un modelo de país que ilusione, más limpio, más regenerado y con un Gobierno más transparente.
Los partidos han cogido estas manías del mercado de fichajes de invierno y a mí no me gusta. Yo creo que es positivo el tener buena gente, pero no pasarnos la vida dando golpes de pecho.
P.: ¿Usted cree que habrá más compañeros que abandonen Cs para recalar en el PP?
R.: No tengo ni idea. La condición humana es la que es. A mí no me preocupa esto, me preocupa que mi partido ofrezca un mensaje ilusionante al país y que vuelva a hablar de política.
P.: Ha dicho que no le gusta hablar de fichajes pero, siguiendo el símil futbolístico, dentro de Ciudadanos usted es uno de los galácticos y posibles fichajes estrella que podría hacer el PP…
R.: En lo único en lo que yo me parezco a Zidane es el peinado… (risas). Yo me veo haciendo política donde estoy y en el espacio en el que estoy. Nosotros llevamos aquí dos años y hemos demostrado que la transparencia es una cosa importante, y más en una crisis. Hemos cambiado cosas que para mí son esenciales y es lo que quiero seguir haciendo. Y eso, ahora mismo, solo se hace en Ciudadanos. ¿Ciudadanos es suficiente? Es evidente que no. Ciudadanos tiene que crecer, tiene que ser más amable, tiene que atraer a más gente y, sobre todo, recuperar mucha gente que se fue. Yo creo que necesitamos un cambio, por eso me presenté a las primarias para presidir mi partido, pero sigo creyendo que la política útil en España se sigue haciendo en este espacio, que es en el que yo quiero estar.
Ciudadanos tiene que crecer, tiene que ser más amable, tiene que atraer a más gente y, sobre todo, recuperar mucha gente que se fueFrancisco Igea
P.: ¿Cómo recibió las palabras de la presidenta de su partido, Inés Arrimadas, en las que lo acusó de «querer su sillita sin importarle en qué partido»?
R.: Lo que más me sorprendió fue lo de la sillita, porque en lo que estamos sentados ahora es más un potro de tortura que una sillita. No le di importancia. Yo creo que en la política respondemos deprisa, y no hemos oído las declaraciones con anterioridad. Yo he aprendido a ser un poco más lento en mi manera de responder.
P.: Hace un tiempo, en una entrevista con Eldebatedehoy.es, Juan Carlos Girauta aseguró que «no teme que Cs desaparezca, sino que lo cree»… ¿Qué le parecen esas declaraciones?
R.: Yo mantengo una buena y peculiar amistad con Juan Carlos, pero también mantengo muchas disputas. Creo que no solo no va a desaparecer, sino que tenemos que hacer lo posible por no desaparecer.
P.: ¿Qué le parece que los fundadores de su partido vuelvan a la primera línea con un manifiesto pidiendo el apoyo para CS en los comicios catalanes?
R.: Me parece una buena noticia que los intelectuales que fundaron este partido sigan convencidos de que es necesaria esta manera de hacer política. Lo que me parece bueno es que intentemos recuperar la inteligencia para la política. Si hay algo bueno de tener intelectuales es tener a gente que es capaz del análisis y de la crítica, no a gente que tiene el interés de permanecer en el cargo.
Las críticas al Hospital Isabel Zendal es uno de los ejemplos de sectarismo que marcan nuestra política.Francisco Igea
P.: ¿Qué le pareció que, gracias a la abstención de Vox, el Gobierno sacara adelante el RD de los fondos europeos? ¿Le sorprendió?
R.: Llevo mucho tiempo en política para que nada me sorprenda ya. Este es uno de los momentos deliciosos de la política, cuando hay gente que se ha pasado la vida diciéndote que eres la ‘derechita cobarde’ y ves cosas como esta, pues te encuentras ante un momento de ternura política. Lo que es importante es saber si este cambio tiene algo que ver, o no, con otras presiones de otros sectores ajenos a la política. Sería bueno que Vox lo explicase.
P.: ¿Le daría algún consejo a su homólogo en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado? Parece que las relaciones con la presidenta Ayuso durante la pandemia no han gozado de buena salud…
R.: A mí no me gusta dar consejos, pero yo siempre digo una cosa y es que lo que es importante en los Gobiernos de coalición es que se discute mucho. Nosotros discutimos mucho el acuerdo, el programa, y tuvimos un debate superintenso y tomamos las decisiones cuando son decisiones de todos, y yo soy el portavoz del Gobierno, no soy el portavoz de mi partido. El separar la portavocía del partido de la portavocía del Gobierno es algo que para nosotros ha sido muy bueno. Ante estas circunstancias, los ciudadanos quieren ver a un Gobierno lo más unido y cohesionado. Para nosotros es muy fácil, porque el presidente tiene un carácter y una templanza que hacen muy fácil la convivencia política. De todas formas, uno siempre educa mejor a los hijos de los otros y arregla los matrimonios de los otros.
P.: ¿Qué le parecen las críticas al Gobierno de la Comunidad de Madrid por construir un hospital público y que, sin embargo, se ponga como ejemplo el hospital de Wuhan? ¿Los españoles tendemos a admirar lo de fuera y a criticar lo de dentro?
R.: Este es uno de los ejemplos de sectarismo que marcan nuestra política. Da igual lo que se haga, si lo hace una persona está todo mal, si lo hace otra persona está todo bien. Una de las cosas más sorprendentes que me ocurrieron a mí fue el día en que dije que la Comunidad de Madrid había acertado en su estrategia de antígenos. Cuando las cosas salen bien, hay que reconocerlas y, en este momento, este hospital está dando salida a una crisis muy importante y es merecido reconocer que ha sido una buena idea. ¿Que tiene problemas de personal? Todos tenemos problemas de personal.
El flamante fichaje del PP para las elecciones catalanas lamenta, tras el retraso de los comicios y los malos datos de la COVID, que «tenemos un ministro de Sanidad que se permite el lujo de estar a media jornada, con un ojo puesto en la campaña catalana y el otro en el ministerio».
El exportavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados afirma que el partido al que perteneció ya no tiene nada que ver con lo que fue: «Ahora hay una cosa por ahí que se llama igual, que parece que quiere abrazarse políticamente al sanchismo, que de paso liga, quiera o no quiera, con el separatismo».
El comandante no sabe manejar el compás del buque insignia, permanece escondido en la retaguardia y solo está visible para que la pantalla del televisor ofrezca una faz artificialmente maquillada.