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Francisco, ‘Paco’ Núñez (Almansa, Albacete, 1982) es el actual presidente del Partido Popular en Castilla-La Mancha. Es un hombre que presume de «municipalismo» por los cuatro costados. Ha sido profeta en su tierra, consiguiendo ser alcalde de Almansa, la ciudad que lo vio nacer, presidente de la Diputación de Albacete, diputado regional y ahora aspirar a ser el próximo presidente de Castilla-La Mancha.

Es amigo personal de Isabel Díaz Ayuso y hombre muy próximo a Pablo Casado, con quien tiene en común sus orígenes políticos: mientras Casado dirigía las Nuevas Generaciones a nivel nacional, él hacía lo propio en Castilla-La Mancha. El destino parecía tenerles preparados sendos liderazgos: cuando Pablo Casado se convertía en el primer presidente nacional del PP en ser elegido por primarias, a los pocos días Núñez se convertía en el primer presidente autonómico de los populares en ser elegido por el mismo procedimiento. Sustituía a María Dolores de Cospedal, con el propio Casado bendiciendo su nombramiento.

Paco Núñez, hijo de hosteleros, se crió detrás de una barra, por eso sabe muy bien cómo ha sufrido este gremio durante la pandemia, por eso pone en valor la política llevada a cabo por Díaz Ayuso y no entiende la senda de cierre masivo que ha llevado a cabo Emiliano García-Page. Hoy, las encuestas le abrirían la puerta del Palacio de Fuensalida, sueña con ello y sabe que podría necesitar a Vox para conseguirlo, pero Núñez no se arruga y afirma sin complejos: «Nos vamos a entender perfectamente con quien quiera desterrar al socialismo».

Pregunta: Como ciudadano y como dirigente popular, ¿cómo valora la propuesta de indultos del Gobierno a los líderes del procés?

Respuesta: Es una desvergüenza política. El hecho de que el PSOE esté planteándose apuntalar su Gobierno a costa de sacar de la cárcel a aquellos que han delinquido y que han querido romper nuestro país es, de todo punto, inaceptable. Lo va a ser hoy y siempre. Sánchez lo va a hacer para garantizar que pueda seguir en el Gobierno de España y acabar la legislatura, pero ¿a ese precio? ¿Al precio de demostrar a todos los españoles que aquellos que han querido romper España, que han incumplido la ley y han dicho que si los sacan de la cárcel lo volverán a hacer, hay que ponerlos en la calle? Hay que ser serios y Pedro Sánchez, el primero.

Animo a García-Page a que venga conmigo a Colón. Sería un gesto muy importante que le permitiría coger credibilidad en su discurso

Pregunta: Uno de los barones socialistas más críticos ha sido Emiliano Garcia-Page; sin embargo, su actitud en CLM respecto a este tema es completamente distinta…

Respuesta: En Castilla-La Mancha, a Emiliano García-Page le gusta dejar ese titular nacional de «yo estoy en contra de los indultos»; luego, a la hora de votar en el Parlamento regional propuestas del PP en contra de cualquier tipo de indulto a los independentistas, García-Page no las ha apoyado. Por tanto, puede hablar mucho, pero llegado el momento hace muy poco.

Al final, García-Page es el jefe del PSOE de Castilla-La Mancha y la persona que representa al partido en Ferraz, que tiene diputados nacionales en el Congreso que podrían alzar la voz y decir lo que consideran. García-Page trata siempre de hablar, de distanciarse para intentar marcar un perfil propio, pero al final tiene dos cuestiones ineludibles: pertenece al PSOE, y el PSOE hoy es quien indultar a aquellos que han cometido delitos tales como querer romper España. La otra cuestión es que Emiliano García-Page tiene la capacidad de votar, que es lo que en política te retrata. Si él está en contra de los indultos, va a tener la ocasión de volver a demostrarlo, porque en el próximo pleno el PP de Castilla-La Mancha va a proponer un debate para rechazar de plano cualquier indulto a los líderes del próces. Yo le reto a que esto que pregona por los medios lo haga votando.

P.: Vistas las discrepancias con Pedro Sánchez, ¿el objetivo político de García-Page apunta a Madrid?

R.: En este momento, García-Page no está ni preocupado ni ocupado de los problemas que afectan a los castellanomanchegos. Anda más tiempo de viaje con agendas que desconocemos que preocupado por la región.

No sé cuál es su objetivo ni me meto, pero lo que sí sé es que, hoy, es el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y mi región tiene tremendos problemas, como es el paro, con más de 200.000 personas desempleadas; tiene el hospital más grande de Europa, en plena pandemia, en Toledo, cerrado; tiene a los agricultores y ganaderos manifestándose porque tienen un nivel terrorífico de incertidumbre, inseguridad e incapacidad de llegar a final de mes; tiene a los sanitarios sin recuperar la carrera profesional, tiene a toda la comunidad educativa enfadada, porque el propio García-Page, en plena ebullición de la COVID-19, los acusó de querer cogerse vacaciones. El curso lectivo ha salido adelante gracias a la profesionalidad de toda la comunidad educativa. Tiene, además, a todo el tejido social abandonado a su suerte, la cultura está pidiendo ayuda para poder salir adelante… Y qué decir tiene el colectivo de los mayores, de los que dijo que eran personas no válidas, o de las personas fallecidas, de las cuales dijo que ya habría tiempo de echar cuentas.

P.: El próximo 13 de junio se ha convocado una manifestación para protestar ante este hecho. PP, Vox y Ciudadanos han confirmado su asistencia. ¿Usted va a acudir?

R.: Yo voy a estar, por supuesto. Lo haré representando al Partido Popular de Castilla-La Mancha y como un español más que quiere defender la unidad nacional y que quiere protestar abiertamente contra una decisión injusta e inapropiada.

P.: ¿Usted cree que García-Page irá, ya que mostró su rechazo a esta medida?

R.: Yo lo animo a que firme en cualquiera de las más de 100 mesas que vamos a poner para rechazar los indultos por toda la región y lo animo a que venga conmigo a Colón. Sería un gesto muy importante que le permitiría coger credibilidad en su discurso. Uno puede tener un discurso, pero luego hay que materializarlo con hechos.

Para mí el problema no es Vox, para mí el problema es el socialismo que genera miseria y que iguala a la baja

P.: En España todos sabemos la complicada relación entre PSOE y PP, ¿cómo es el trato con el PSOE en una comunidad como CLM, donde gobierna con mayoría absoluta?

R.: Es cierto que el PSOE regional, a raíz de la pandemia, decidió tratar muy mal a la oposición. Le pongo un ejemplo: el pasado año, con motivo de la celebración del Día de la Región, decidió no invitar a nuestro partido. García-Page vetó la legítima presencia del PP de Castilla-La Mancha en un día tan importante como ese. Lo hizo porque estaba enfadado con nosotros, porque estábamos denunciando cosas como que somos la región con menos pruebas diagnósticas por 100.000 habitantes.

La relación debería ser cordial y yo trabajo para que así sea, porque Castilla-La Mancha está por encima de PP, PSOE, de García-Page y de Paco Núñez. Es una pena, pero el presidente de Castilla-La Mancha no quiere escuchar las propuestas de la oposición, las tilda de ocurrencias y luego las suele poner en marcha.

P.: Sin embargo, esta mayoría absoluta del Gobierno de García Page parece peligrar si hoy se celebraran elecciones, ya que las encuestas parecen acercarlo a usted al Palacio de Fuensalida…

R.: Tratamos siempre de no poner las encuestas en primer plano, ni cuando nos va bien ni cuando nos va mal. Las encuestas, encuestas son, y reflejan un momento concreto, pero es cierto que llevamos unos meses en los que nos están yendo bien. No solo la que se publicaba hace unos días, sino que hace unos meses, en una de las que hacemos nosotros de manera periódica, recibíamos un resultado muy similar. Un resultado que afloraba la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE, además de manera holgada, puesto que se quedaba muy lejos de los 17 diputados que la marcan. García-Page está siendo uno de los peores presidentes que está gestionando la pandemia, desde el punto de vista sanitario, social y económico, y los ciudadanos lo ven y lo reflejan las encuestas. También ese modelo alternativo que se está construyendo y está generando un gran expectativa en la sociedad castellanomanchega, como ya lo hizo en Madrid con la presidenta Díaz Ayuso a la cabeza.

P.: Para lograr el Gobierno en CLM, Vox sería la llave que podría darle la entrada al Palacio de Fuensalida. Vistas las tensas relaciones a nivel nacional de ambas formaciones, ¿el entendimiento en Castilla-La Mancha entre ustedes sería más factible que en Madrid?

R.: Con la que está cayendo en Castilla-La Mancha, desde el punto de vista económico, sanitario, social, etc., a mí no me preocupa tener que llegar a acuerdos con aquellos que quieren cambiar la dinámica y dejar a un lado al socialismo, dejar a un lado ese modelo de cierres masivos y dar un paso de libertad, de progreso y de oportunidades como el que yo quiero liderar. Para mí el problema no es Vox, para mí el problema es el socialismo que genera miseria y que iguala a la baja. No tengo ninguna duda de que nos vamos a entender perfectamente con quien quiera desterrar al socialismo.

P.: Parafraseándolo a usted mismo, con la que está cayendo, ¿cuál sería su primera medida si hoy fuera presidente?

R.: Si yo fuera presidente de Castilla-La Mancha, una de las primeras medidas que yo tomaría sería poner en marcha el camino para una revisión fiscal para que nuestros tributos empezaran a tener una política de bajada impositiva y nos asemejáramos a la Comunidad de Madrid. No hay mejor forma de dar libertad a las familias, oportunidades a las pymes y ser atractivo a nuevas empresas que iniciando el camino de una bajada fiscal.

Sentí envidia sana del modelo de gestión de Díaz Ayuso, por eso me reuní con ella. En Castilla-La Mancha se ha atacado a la hostelería como si fueran ellos quienes tuvieran la culpa de la existencia del virus

P.: Una de sus premisas es la de recorrerse palmo a palmo la región, los 7 días de la semana, algo que la gente ha agradecido, ¿usted cree que la gente echaba de menos que el PP pisara calle?

R.: Los ciudadanos agradecen la cercanía y la normalidad y yo, que he sido alcalde y presidente de diputación y me he criado en el municipalismo, he aprendido que sólo en la mesa camilla o en el sofá de un vecino comprendes realmente qué problema tiene. Ese es el modelo que he querido implantar en mi partido desde que soy presidente. He sido un alcalde que ha entrado en las casas de la gente preguntándole ¿qué puedo hacer por ti? Y ahora soy un presidente que va pueblo a pueblo hablando con sus vecinos. Tengo claro la región que quiero construir, pero tengo más claro aún que tengo que hacerlo de la mano de los castellanomanchegos.

P.: Otra persona que se ha pateado mucha calle es Isabel Díaz Ayuso, con quien usted tiene muy buena relación, ¿cómo vivió su victoria electoral?

R.: Con mucha ilusión, además lo pude vivir en Génova y darle un abrazo. Desde el punto de vista humano, porque cuando un amigo triunfa te alegras, pero también desde el punto de vista político, por mi partido y, por supuesto, por mi país. Se demostró que la alternativa a Sánchez, que en Madrid lidera Díaz Ayuso, que en España lidera Casado y que yo tengo la suerte de poder liderar en mi partido, es la que necesita nuestro país para generar progreso, prosperidad, empleo y oportunidades para todos.

P.: Usted vive en una comunidad autónoma que abogó por cerrar todo, sin embargo, Madrid apostó por otro modelo en el que sectores como la hostelería pudieran reanudar su actividad, ¿sintió envidia sana?

R.: Sentí envidia sana y me vine a Madrid a reunirme con la presidenta Díaz Ayuso, quien me facilitó todos los datos sobre cómo habían llevado a cabo la apertura de la hostelería, del comercio, de la cultura… Y trasladé íntegramente esa propuesta al Gobierno de Emiliano García-Page, porque creía que, en un momento tan duro como el que estábamos viviendo, el Gobierno de Castilla-La Mancha estaba cometiendo un error garrafal cerrando y prohibiendo trabajar a la hostelería, a la cultura, al deporte, etcétera.

Se ha estigmatizado, se ha cargado y atacado en Castilla-La Mancha a la hostelería como si fueran ellos quienes tuvieran la culpa de la existencia del coronavirus. Nada más lejos. La hostelería, según datos del Ministerio de Sanidad, contagiaba un 2%, cuando las relaciones interpersonales en las respectivas viviendas de cada uno contagiaban un 17% o en el entorno laboral se llegaba a una tasa de contagio del 15%.

Mientras Díaz Ayuso ponía en marcha IFEMA o construyó el Hospital Isabel Zendal, en Toledo teníamos el hospital más grande de Europa cerrado

P.: ¿Cómo vivió, como dirigente político y vecino de CLM, las críticas a Isabel Díaz Ayuso por construir un hospital de pandemias en plena pandemia, mientras en CLM tenían y tienen uno de los hospitales más grandes prácticamente inutilizado?

R.: Le voy a dar un dato. En el momento más duro de la pandemia, concretamente el 22 de marzo de 2020, fue la primera vez que yo le pedí, formalmente, al presidente de Castilla-La Mancha que abriera el hospital de Toledo. Un hospital del que habían presumido que tenía un total de 700 camas, 30 quirófanos, 50 boxes de urgencias, y sin embargo estaba cerrado. En aquel momento, Isabel Díaz Ayuso estaba poniendo en marcha el hospital de IFEMA como hospital de campaña. Pasó el tiempo e Isabel Díaz Ayuso abrió el Hospital Isabel Zendal para luchar contra la pandemia, permitiendo descargar a otros hospitales. Mientras tanto, en Castilla-La Mancha seguimos con el Hospital de Toledo cerrado, apenas reúne una decena de especialidades, pero no tiene abierto ni urgencias, ni el tratamiento COVID, ni la hospitalización, ni ninguno de los servicios necesarios para que el centro hospitalario funcione. Hoy, en el Hospital de Toledo, el más grande de Europa, no se te atiende si tienes COVID.

P.: ¿Qué le parece la medida anunciada por el Ejecutivo regional de eliminar la mascarilla en espacios abiertos?

R.: Hay dos cuestiones sobre las que reflexionar: la primera, sobre la conveniencia o no y, sobre todo, la uniformidad del conjunto del territorio nacional para hacerlo. No puede ser que yo pasee por Guadalajara sin mascarilla y venga a Madrid con ella.

Considero que el Ministerio de Sanidad y el Gobierno deben abordar esta medida para que, desde un punto de vista epidemiológico, se pueda tomar la decisión de retirar la mascarilla, lo cual a mí me encantaría que sucediera. Todos los expertos nos hablan de que tiene que haber una incidencia acumulada muy baja y que tiene que haber una inmunidad de rebaño como consecuencia del proceso de vacunación.

La segunda parte, la de que el señor García-Page utilizara el Día de la Región para anunciarlo, tratando de ser el primero, siendo consciente que el debate estaba encima de la mesa en el seno del Gobierno de España y con varios presidentes autonómicos refiriéndose al tema, me parece una medida que solo busca conseguir el titular de «Yo soy el primero». Al final, parece una fórmula para purgar sus pecados. García-Page sabe que ha sido el presidente más prohibicionista, el que más limitaciones de derechos fundamentales ha puesto y ahora trata de compensarlo buscando alguna medida efectista para que parezca lo que no es.

Me he criado en el municipalismo, he aprendido que sólo en la mesa camilla o en el sofá de un vecino comprendes realmente qué problema tiene

P.: Otra persona que fue importante para usted fue María Dolores Cospedal, ¿cómo ha llevado en este tiempo ser su sucesor políticamente hablando?

R.: Yo tuve la inmensa fortuna de ser el primer presidente autonómico de mi partido elegido por un proceso de primarias, y el presidente Casado fue el primer presidente nacional del PP elegido por primarias. Yo nunca he negado que fui presidente de Nuevas Generaciones con María Dolores de Cospedal al frente del partido y, además, fui alcalde y presidente de diputación en la época en la que ella estuvo tanto en el Gobierno como en la oposición. En política siempre digo que hay que escuchar a todo el mundo y yo he tenido la suerte de poder escuchar a María Dolores de Cospedal, pero también a Agustín Conde, a José Manuel Molina o a Adolfo Suárez.

P.: ¿Cómo valora la reciente imputación de la expresidenta regional y exsecretaria general del PP?

R.: No hay que politizar la Justicia, como tampoco hay que judicializar la política. Yo siempre mantengo un profundo respeto a las decisiones judiciales y creo, firmemente, en la separación de poderes. El Parlamento tiene su espacio para legislar, el Ejecutivo tiene su espacio para tomar las decisiones gubernamentales, y el Judicial tiene su espacio para poder garantizar que se cumpla la legalidad vigente. Y yo siempre trato de ser muy prudente y de mantener mucho respeto por la separación de poderes, por eso ante cualquier decisión judicial trato de no valorarla y menos en un momento inicial como este. Creo que, conforme avance el procedimiento y haya sentencia, habrá que valorarlo, pero en el momento en el que estamos hay que tener un total respeto y la máxima prudencia por los procedimientos judiciales y dejar que sigan su curso con total normalidad.

Imagen destacada: El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez. | María G. Villarrubia