Lidia Jiménez | 05 de octubre de 2020
El exministro del PP Ángel Acebes habla con Eldebatedehoy.es sobre su reciente absolución en el caso Bankia y los nueve años de «desesperación» que ha sufrido, tras la acusación de su entonces adversario político, UPyD.
Imagínese estar acusado de un delito que, cuando ocurrió, usted ni siquiera estaba allí. Imagínese tener que abandonar su trabajo porque la ‘pena de telediario’ lo señala como culpable día sí y día también. Imagínese hablar con su familia, durante nada más y nada menos que nueve años -sí, nueve años-, sobre una acusación sin fundamento, explicarles que no ha hecho nada malo, que todo va a ir bien. Pero, mientras tanto, el tiempo transcurre y, por mucho que haga, por más pruebas que muestre, por más que explique la verdad (ese antiguo ideal en desuso), las circunstancias no mejoran.
Pues esto le ha ocurrido a Ángel Acebes (Ávila, 1958), abogado de profesión, exministro de Administraciones Públicas, Justicia e Interior con el Gobierno de José María Aznar (PP). El pasado martes, la Audiencia Nacional absolvió a los 34 acusados en el juicio sobre las responsabilidades de la fallida salida a bolsa de Bankia, entre los cuales se encontraba Acebes. Así lo explicaba él mismo, un poco intranquilo (cómo no), en una breve entrevista concedida a Carlos Herrera, en la cadena COPE, al poco de conocerse la noticia: «Es como si te dicen: oiga, se ha saltado usted el semáforo, y puedes aludir, bueno, es que no lo he visto, estaba en ámbar… pero no, no es el caso, el caso es que yo ni quiera estaba en esa ciudad». En realidad, y así lo explica detalladamente el auto del juez, Acebes no era miembro del consejo de administración de Bankia cuando salió a bolsa. Punto. Entró meses después. Y, además, dicha salida, avalada por las grandes instituciones económicas del país como el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tampoco ha sido considerada delito. Los 34 acusados, con Rodrigo Rato a la cabeza, han sido absueltos de los cargos de estafa a los inversores y falsedad contable. ¿De qué estamos hablando entonces? De una maniobra política o/y de bastante mala uva. «El inicio de este calvario viene de una decisión política, la de UPyD, mi entonces adversario político, que sacó de la lista de miembros del consejo a otro exministro del PSOE, Virgilio Zapatero, y me incluyó a mí», explicaba Acebes.
En la sentencia, los magistrados han llegado a decir sobre el exministro que su situación es «paradigma de trato discriminatorio» y que entienden sus continuas protestas. Se demuestra, una vez más, que la justicia lenta es una clase de injusticia, que la ‘condena del telediario’ también se cumple. ¿Con qué término calificaría estos años? «Desesperación», recalca Acebes.
Y mientras aguardaba el fallo del juez, podría haber seguido con su vida profesional. Pero esto tampoco fue fácil. Posteriormente, tuvo que abandonar también el consejo de administración de la compañía eléctrica Iberdrola, porque solo con sentarse en el banquillo la normativa obligaba a salir. Tocaba reinventarse. Y así lo hizo. Sus amigos lo definen como un tipo muy trabajador, serio, educado, leal, católico sin ostentaciones, cercano en el trato y de reciedumbre castellana. Es cierto que se siente orgulloso de Ávila, ciudad en la que vive y de la que fue alcalde entre 1991 y 1995. Se le puede ver un día cualquiera por sus empedradas calles, cerca de la muralla, paseando tranquilo.
De esta bajada a los infiernos, las heridas tardarán en cicatrizar. «Lo que quiero es olvidarlo todo», confesaba antes de responder a estas preguntas. Pero haciendo gala de su educación, y a pesar de los pesares, decide hablar con Eldebatedehoy.es por teléfono, por correo electrónico y hasta por WhatsApp. Entrevistas de tiempos COVID.
Pregunta: ¿Qué tal está de ánimo?
Respuesta: Mucha gente me dice estos días: ¿estarás muy contento? Mi respuesta es: estoy aliviado, pero después de lo que ha ocurrido no puedo decir que esté contento.
Pregunta: ¿Qué está haciendo estos días?
Respuesta: Desde que se conoció la sentencia, llevo todo el tiempo pegado al teléfono con amigos y con medios de comunicación.
Es necesario en España abrir una reflexión sobre el derecho fundamental a la presunción de inocencia, que en muchos procedimientos resulta obviado por ‘la pena de telediario’Ángel Acebes, exministro
Pregunta: Su acusación tuvo origen en un partido político que se empeñó en acusarlo y en un juez instructor que lo mantuvo como acusado. ¿Qué mensaje le gustaría mandarles?
Respuesta: Me basta con el mensaje que les ha enviado la sentencia cuando dice: «No existe la más mínima constancia de que D. Ángel Acebes en el cumplimiento de sus cometidos hiciera dejación de sus funciones, más bien todo lo contrario». Y después: «Resultaría absolutamente insostenible asignar algún tipo de reproche penal a la actuación desarrollada por Don Ángel Acebes… procediendo sin más a su absolución con toda clase de pronunciamientos favorables».
P.: Durante la entrevista con Herrera, ¿se sentía liberado o agotado de seguir hablando del tema que tanto quiere olvidar?
R.: Me sentí agradecido de que medios de comunicación prestigiosos diesen una cobertura objetiva a la sentencia.
P.: La ampliación del sufrimiento a los que uno más quiere casi se convierte en un dolor mayor añadido. ¿Cómo lo ha llevado su familia?
R.: Mi mujer, Ana, y mis hijos me han acompañado y arropado en todos estos difíciles nueve años de manera tan decisiva y permanente que nunca lo olvidaré.
El desprestigio de la política es un mal que debería corregirse de inmediato ya que impide que los mejores se dediquen al servicio público’Ángel Acebes, exministro
P.: ¿Quién le devuelve a Ángel Acebes estos nueve años de vida?
R.: Eso ya es imposible.
P.: ¿Echa en falta que los medios que hacen tanto ruido con las imputaciones, sobre todo cuando se trata de políticos, dediquen espacios mínimos a las posteriores absoluciones?
R.: Hemos visto demasiadas veces grandes titulares cuando acusan a personas conocidas. Y después, cuando son absueltas y declaradas inocentes, solo encontramos un párrafo perdido por alguna página. Aunque lo cierto es que en esta ocasión creo que afortunadamente eso no ha ocurrido.
P.: Por lo que usted ha vivido, ¿hemos pasado de la presunción de inocencia a la presunción de culpabilidad?
R.: Creo sinceramente que es necesario en España abrir una reflexión sobre el derecho fundamental a la presunción de inocencia, que en muchos procedimientos resulta obviado por ‘la pena de telediario’, en especial en las macrocausas judiciales que se dilatan durante años.
P.: Rodrigo Rato, tras la concesión del tercer grado, ha deseado a sus compañeros «suerte, justicia y libertad». ¿Qué le parecen sus palabras?
R.: Me parecen dos de los grandes anhelos permanentes del ser humano, justicia y libertad, aunque un poco de suerte tampoco viene mal.
Mi mujer, Ana, y mis hijos me han acompañado y arropado en todos estos difíciles nueve años de manera tan decisiva y permanente que nunca lo olvidaréÁngel Acebes, exministro
P.: ¿Existe solución para la excesiva polarización política que vivimos?
R.: En la reflexión que propongo es necesario incluir la utilización de la justicia con fines políticos, como ha ocurrido en este caso con la querella de UPyD y en tantos otros.
P.: Es evidente el desprestigio que sufre la clase política de este país. ¿Tiene alguna receta para suavizar la actual crispación entre partidos?
R.: No me gusta definir a los políticos como una ‘clase’ diferente a los ciudadanos, o al menos no deberían serlo. Los políticos son ciudadanos normales que dedican un tiempo de su vida al servicio de Estado. El desprestigio de la política es un mal que debería corregirse de inmediato, ya que impide que los mejores se dediquen al servicio público.
P.: ¿Cómo se ve en un futuro?
R.: Dedicándome a mi despacho de abogados que, junto con mi socio y amigo José María Michavila, hemos desarrollado durante precisamente estos años y que hoy cuenta con cien abogados y está entre los veinticinco más importantes de España. Como ves, en estos años tan duros, nunca me he rendido.
El exportavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados afirma que el partido al que perteneció ya no tiene nada que ver con lo que fue: «Ahora hay una cosa por ahí que se llama igual, que parece que quiere abrazarse políticamente al sanchismo, que de paso liga, quiera o no quiera, con el separatismo».
El exministro del Interior afirma que «algunos piensan que estar a favor de la eutanasia es algo concebido como progresía, y estar en contra es reaccionario».