Pablo Casado Muriel | 07 de abril de 2019
Antonio Barnés explica en el pódcast Cultura y Debate el valor de los grandes clásicos y la importancia de la literatura en la sociedad actual.
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Antonio Barnés, doctor en Filología y profesor en el departamento de Literaturas Hispánicas y Bibliografía en la Universidad Complutense, pasó por el programa que el pódcast de eldebatedehoy.es, Cultura y Debate, dedicó a los clásicos de la literatura. Autor de textos como Elogio del libro en papel o Cartas a 9 estudiantes sobre 99 libros, el diálogo sirvió de canto a las grandes obras de la historia y al papel de las Humanidades en la educación.
Pablo Casado: ¿Se puede elegir un clásico entre los clásicos de la literatura?
Antonio Barnés: Yo me quedo con El Quijote. Se pueden decir muchas cosas, me quedo con el elogio a la amistad que hay en él, el elogio del diálogo y, en distintos aspectos, del amor. En El Quijote hay muchas historias amorosas que dan pie a perfilar unas relaciones amorosas muy enriquecedoras donde intervienen la prudencia, el compromiso, la distinción entre amor y apetito, la libertad para no imponer a otra persona que tenga que amar…
P.C.: En los últimos años, proliferan las adaptaciones de libros que cambian su contenido. Un ejemplo conocido es El Principito “inclusivo”. ¿Tendemos a juzgar las obras del pasado en nuestro contexto?
A.B.: Es un error, y supone que lo nuestro es lo mejor. Eso es una herencia del mito del progreso indefinido… No tiene ningún sentido pensar que todo lo actual es mejor que lo pasado, y por eso reescribir el pasado desde un pensamiento presente lo veo como un acto de totalitarismo, de violación de la libertad humana.
Hay que leer cada obra tal y como se escribió, y luego ya cada uno lo puede interpretar como quiere. Yo creo que una de las grandes utilidades de la literatura es que nos permite viajar hacia el pasado y salir de la jaula del pensamiento dominante.
Los buenos profesores despiertan vocaciones para cualquier disciplina, incluidas las humanidadesAntonio Barnés
P.C.: En Cultura y Debate dedicamos un programa a la tuiteratura y las nuevas narrativas. ¿Hay espacio en esos formatos para los grandes valores?
A.B.: Se han creado nuevos soportes como las redes sociales, que facilitan la escritura de textos breves, un género que existe desde siempre. Por ejemplo, el epigrama se cultiva desde la Antigüedad, con grandes ejemplos hispanos como Marcial. Quiero decir, aunque haya nuevos soportes es difícil que haya nuevos géneros. La cuestión está en que la obra de arte no depende del soporte sino del artista, un individuo que tiene que pelearse con la piedra para sacar de ella el David o la Piedad.
Como Internet es muy fácil, hay gente que cree que escribir lo primero que se le ocurre es un poema… y no. No por que uno escriba una frase bonita ya ha hecho un poema. Eso también ha sucedido siempre, pero ahora hay más facilidad. Al final, el tiempo pone las cosas en su lugar.
P.C.: Abogar por los clásicos es abogar por las humanidades. ¿Cómo se vende a un alumno que curse carreras humanísticas en un mundo basado en resultados y productividad?
A.B.: Es fundamental la labor del profesor. Los buenos profesores despiertan vocaciones para cualquier disciplina, incluidas las humanidades. Son muchos los que estudian Filología, Historia, Literatura, porque han tenido buenos profesores en bachillerato o en la ESO que les han transmitido la pasión por esas materias. Por eso es muy importante cuidar a los profesores, pagarles más, controlarlos menos, incentivar más su trabajo. Porque ellos son quienes despiertan las vocaciones.
La advertencia sobre la deshumanización que se esconde en una de las series más aplaudidas de Netflix.
Fernando Castillo participó en el pódcast de «Cultura y Debate» dedicado al famoso personaje de cómic.