David Vicente Casado | 09 de abril de 2021
El consejero de Justicia afirma que «el Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso nunca ha buscado una confrontación con el Gobierno central. Lo que ocurre es que Sánchez comenzó una especie de guerra personal contra el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, que en el fondo es contra los madrileños».
Enrique López (Cacabelos, León, 1963) aparcó temporalmente la carrera judicial, tras 32 años de ejercicio, para ser el consejero de Interior, Justicia y Víctimas de la Comunidad de Madrid. Es una de las personas de la máxima confianza de Isabel Díaz Ayuso y de Pablo Casado. Concurre en una lista electoral por primera vez y lo hará como número 4. Para López, cambiar la toga por el escaño supone «seguir trabajando entregado al servicio público«. El magistrado está convencido de que el proyecto de Ayuso tendrá su premio en las urnas, pese a las mentiras de la izquierda y al último CIS, para el que lanza el siguiente mensaje: «Es muy difícil valorar aquello que no vale para nada».
Pregunta: Esta semana conocíamos, por boca del presidente del Gobierno, que en julio estará vacunada la mitad de la población y, a finales de agosto, el 70% estará inmunizada… ¿Qué le parece?
Respuesta: Que si realmente fuera así, obviamente tendríamos que estar felices, pero tenemos nuestras dudas de que esto pueda ser así, salvo que aumente el ritmo de adquisición de vacunas.
Pregunta: ¿Se creen el calendario que marca el Gobierno?
Respuesta: Las informaciones que nos llegan al Gobierno de la Comunidad de Madrid por parte de los proveedores, hoy por hoy, no nos hacen albergar ese optimismo del presidente del Gobierno. Ojalá lleguen las vacunas suficientes para que este calendario sea cierto.
¿Qué deslealtad hay en pedir información respecto a la vacuna Spuknik? El Ejecutivo de la Comunidad de Madrid no negoció nada, porque no puede negociar
P.: Hablando de vacunas, el Gobierno ayer criticó que la Comunidad de Madrid se reuniera en febrero para ver la posibilidad de adquirir la vacuna Spuknik. Les pide lealtad. No se qué tiene que decir al respecto.
R.: ¿Qué deslealtad hay en pedir información respecto a la vacuna Spuknik? El Ejecutivo de la Comunidad de Madrid no negoció nada, porque no puede negociar. Estamos sometidos a un plan, llamado Alianzas, donde el Gobierno central es el que determina el número de vacunas que llegan a cada una de las comunidades autónomas. De lo que no cabe duda es de que en el Ejecutivo regional estamos preocupados por el ritmo tan lento de vacunación y consideramos que el Gobierno de España y la Comisión Europea deberían buscar alternativas que aumentaran el ritmo de vacunación lo antes posible. Si analizamos incluso pagar más precio por las vacunas, con el coste económico que están teniendo, por ejemplo en Francia, todos los confinamientos y el parón de la actividad comercial, estoy convencido de que la decisión sería que pagaríamos más por las vacunas para poder salvar la economía.
P.: Concurre por primera vez en una lista electoral. ¿Cómo ha sido cambiar la toga por el escaño?
R.: Yo sigo trabajando entregado al servicio público, ahora lo hago desde otro poder, en este caso, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo autonómico, y antes lo hacía desde el Poder Judicial, por lo que sigo sirviendo a los ciudadanos. Yo creo que la política es una actividad que hay que dignificar y que los ciudadanos tienen que empezar a valorar más, y para eso tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos.
Sánchez es el responsable de que haya elecciones en la Comunidad de Madrid, porque jugó de forma peligrosa al juego de las mociones de censura y se apartó de pactos de Estado
P.: La mayoría de encuestas dan como clara vencedora a Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, el CIS daba ganador a la suma de los bloques de izquierdas, ¿cómo valoran este último CIS?
R.: Es muy difícil valorar aquello que no vale para nada y las encuestas del CIS no valen. Lo único que pone de manifiesto es que es presumible que la candidatura de Isabel Díaz Ayuso reciba un respaldo mayoritario de los madrileños y para eso seguimos luchando, para que apoyen una gestión que ya está demostrada por parte, ahora, del Gobierno en exclusiva del PP en la Comunidad de Madrid. Si las encuestas del CIS fueran ciertas, en este momento Illa sería presidente de la Generalitat, Gabilondo lo sería de la Comunidad de Madrid y Sánchez gobernaría con 150 diputados. Ninguno de estos resultados se dieron y los adelantó el CIS.
P.: Parece que Vox será un elemento importante para conseguir esa victoria para ustedes. ¿Usted sería partidario de la entrada de Vox en el Gobierno, o es partidario de un Gobierno en solitario del PP con el apoyo de Vox?
R.: No debemos especular con los resultados. Cada partido tiene que pedir el voto para su electorado. Nosotros lo que pedimos es el apoyo mayoritario y es lo que esperamos conseguir.
Si las encuestas del CIS fueran ciertas, Illa y Gabilondo serían presidentes y Sánchez gobernaría con 150 diputados
P.: Ciudadanos, que podría quedarse fuera, no se ha manifestado en contra de llegar a pactar con ustedes. ¿Volverían a confiar en Ciudadanos?
R.: Insisto en que nosotros vamos a pedir ese apoyo mayoritario a los madrileños para poder gobernar con un Gobierno del PP, presidido por Isabel Díaz Ayuso. Nos presentamos como una alternativa ya consolidada de poder en Madrid y lo que queremos es seguir contando con ese respaldo de la ciudadanía madrileña.
P.: ¿Es más fácil llegar a acuerdos con Edmundo Bal que con Ignacio Aguado?
R.: Yo a Edmundo Bal no lo conozco respecto a la gestión política, con Ignacio Aguado colaboramos con un Gobierno durante 16 meses, aproximadamente. Yo me siento muy orgulloso de haber formado parte de un Gobierno en el que estuvo Ciudadanos. Creo que hicimos cosas muy buenas por los madrileños y ha sido un Gobierno valioso. Adoptó todas sus decisiones por unanimidad, lo que ocurre es que el ya el exvicepresidente Aguado jugaba, de forma muy peligrosa, al juego de las diferencias. Estaba empeñado en encontrar siempre diferencias, cuando todo se adoptaba por unanimidad.
Yo me siento muy orgulloso de haber formado parte de un Gobierno en el que estuvo Ciudadanos, lo que ocurre es que el exvicepresidente Aguado estaba empeñado en encontrar siempre diferencias, cuando todo se adoptaba por unanimidad
P.: La presidenta retó a Sánchez a que se verían en las urnas el próximo 4 de mayo, ¿estas elecciones autonómicas se han convertido en unas elecciones generales?
R.: Son elecciones autonómicas, pero son muy importantes, no cabe duda. Sánchez es el responsable de que haya elecciones en la Comunidad de Madrid, porque jugó de forma peligrosa al juego de las mociones de censura y se apartó de pactos de Estado. Va a asumir, sin ninguna duda, el protagonismo de esta campaña electoral, dejando a Gabilondo en un segundo plano, porque el Gobierno del PSOE y Podemos se juega mucho en su credibilidad, y máxime cuando el ya exvicepresidente segundo del Gobierno abandonó ese Ejecutivo precisamente para competir contra el PSOE en la Comunidad de Madrid.
P.: ¿La confrontación permanente con el Gobierno central beneficia a Madrid?
R.: El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, nunca ha buscado una confrontación con el Gobierno central. Lo que ocurre es que Sánchez, desde que se conformó este Ejecutivo, comenzó una especie de guerra personal contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que en el fondo es contra los madrileños. La izquierda está pidiendo el voto insultado a los madrileños, concretamente Sánchez y Gabilondo. Siempre han buscado la confrontación con la Comunidad de Madrid y su Gobierno.
Nosotros hemos intentado evitarlo al máximo, nos hemos dedicado a gestionar. ¿Qué ha ocurrido? Que en la gestión de la pandemia hemos ido siempre por delante, aportando medidas que primero eran criticadas por Gobierno central y que luego aplaudían y abrazaban: el uso obligatorio de las mascarillas, el uso masivo de test de antígenos, la práctica de estos test en las farmacias, el Hospital Isabel Zendal, el hospital de IFEMA… Estamos ante decisiones que adoptó el Ejecutivo autonómico y que el Gobierno central ha intentado siempre torpedear. Lo que es absolutamente impresentable es que se insulte a los madrileños hablando de ‘turismo de borrachera’, de desenfrenos, desmadres…
En definitiva, insultando a una ciudadanía como la madrileña, que se está comportando de una forma muy responsable en el cumplimiento de la normativa sanitaria. Lo que no pueden es por, dos imágenes, cuestionar el comportamiento de los madrileños en terrazas, restaurantes o bares, que insisto, es un comportamiento ejemplar. La izquierda no entiende a los madrileños y nunca ha entendido a Madrid.
La candidatura de Iglesias pone de manifiesto la importancia que tenía su presencia en el Gobierno y la que va a tener en la comunidad de Madrid: nula
P.: ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando oye desde la izquierda que Madrid atrae a un «turismo de borrachera»?
R.: Lo primero, que es incierto y, luego, es injusto y falso. Hablan de turismo de borrachera en Madrid amparándose en dos imágenes, por cierto, similares a las que podemos ver en Valencia o Barcelona. De nuevo se trata de un insulto a los madrileños y no es de recibo. El 80% de los franceses que han venido a España no han venido a Madrid. ¿Por qué esa obsesión por Madrid? Ellos creen que criticando y cuestionando a la Comunidad de Madrid obtienen ventaja política y lo único que hacen es insultar a los madrileños y los madrileños tomarán buena nota de ello.
P.: ¿Qué pensó cuando vio que Pablo Iglesias dejaba Moncloa para convertirse en candidato a la CM?
R.: Fue una gran sorpresa por parte de un vicepresidente del Gobierno de España con poco más de un año en ejercicio y con una serie de proyectos, por cierto, ninguno ni empezado ni terminado. Es ignoto en la actividad política de Iglesias. Alguien que hasta hace 20 días era muy importante para el Gobierno de España y para los españoles que, de repente, decida abandonar esa responsabilidad para ser candidato por su partido en Madrid pone de manifiesto la importancia que tenía su presencia en el Gobierno, que era nula, y la que va a tener en la Comunidad de Madrid, que va a ser nula. Es un personaje ya para la historia política.
Que Otegi exprese públicamente el pésame por la muerte del fundador de ETA es un escándalo. Me ha producido un sentimiento de repugnancia
P.: Como consejero de Justicia y Víctimas, ¿qué le parece el pésame público de Arnaldo Otegi por el fallecimiento del fundador de ETA?
R.: Es un escándalo. Me ha producido un sentimiento de repugnancia. Primero, que el señor Otegi pueda ser un actor político en España, lo cual no quiere decir que no pueda ser político, pero que sea un actor político gracias a la permisividad y a la complicidad del Gobierno de España es escandaloso. Segundo, es insultar a las víctimas del terrorismo y a toda España. El principal problema es que Sánchez está gobernando, no lo olvidemos, con acuerdos expresos y tácitos con los herederos de ETA y los independentistas en Cataluña. Sánchez es presa de su incapacidad y presa de los presos: de los políticos presos en Cataluña y de los presos de ETA que están acercando todos los viernes, y han acercado ya al 80% de los etarras a cárceles próximas al País Vasco.
P.: Como magistrado, ¿la Policía puede entrar de una patada en un piso turístico?
R.: Un piso turístico es una morada a todas luces, desde el punto de vista legal y constitucional, y evidentemente es más que cuestionable que sin una autorización judicial se pueda realizar esta actividad. Pero sí que es cierto que la Policía -que merece todo nuestro apoyo- se está moviendo en un alto grado de indefinición legal, como consecuencia de que el Gobierno no ha querido legislar una ley especial para las pandemias, que, por ejemplo, pudiera permitir este tipo de entradas para ejecutar actos administrativos, concretamente para hacer cumplir la normativa sanitaria. Hay que entender que un piso turístico es una morada, pero evidentemente cuando se realiza una fiesta ilegal dentro de un piso turístico se está incumpliendo la ley de sanidad, el problema es que no es un delito, es un incumplimiento administrativo.
La Policía se está moviendo en un alto grado de indefinición legal , como consecuencia de que el Gobierno no ha querido legislar una ley especial para las pandemias
P.: ¿Qué valoración hace de la sentencia favorable al coronel Pérez de los Cobos?
R.: Ya en su momento, cuando se produjo la destitución del coronel Pérez de los Cobos, yo anuncié que se trataba del mayor ataque a la independencia del Poder Judicial que recordaba. No hay que olvidar, como dice la propia sentencia, que se trata de una sanción encubierta a un alto mando de la Guardia Civil, como consecuencia de negarse a cumplir una orden manifiestamente ilegal, que era darle información de un informe que obraba en un proceso judicial, que además la juez había ordenado de manera taxativa que no se diera conocimiento de ello al Gobierno, teniendo en cuenta que el imputado, en ese caso, era el delegado del Gobierno. Y se le sanciona, de forma encubierta, precisamente como consecuencia de que el coronel Pérez de los Cobos decidió algo para lo que está obligado, que es no dar esa información. Se trata de un escándalo político mayúsculo, una ilegalidad, como ya lo han declarado los tribunales, ante un ataque a la independencia del Poder Judicial y ante una mentira.
P.: Usted conoce al Sr. Marlaska de la carrera judicial, ¿se imaginaba que su paso por el ministerio iba a ser tan polémico?
R.: Realmente, me ha sorprendido de forma negativa la gestión del ministro Marlaska, pero el caso del coronel Pérez de los Cobos define toda una actuación ministerial y es muy grave y preocupante. Debería dimitir, como ya hemos exigido desde el Partido Popular.
Para poder renovar el CGPJ estamos a la espera de que Sánchez nos libere de un problema que él ha creado, que es la presencia de Podemos en esta negociación.
P.: En el ámbito nacional, ¿en qué punto se encuentran las negociaciones con el Gobierno para renovar el CGPJ?
R.: Estamos a la espera de que el presidente del Gobierno nos libere de un problema que él ha creado, que es la presencia de Podemos en esta negociación. Nosotros somos conscientes de que tenemos unas obligaciones constitucionales y legales que obligan a los grupos parlamentarios a ponerse de acuerdo en estos nombramientos. No se está ante una negociación voluntaria, se está ante una negociación a la que obliga nuestro sistema legal, pero a lo que no obliga es a permitir que Podemos forme parte del órgano del Gobierno de los jueces, un partido que demoniza a los jueces, que no cree en la independencia del Poder Judicial, que cuestiona la Jefatura del Estado, que llama a Puigdemont exiliado político y que dice que ETA es una cuestión del pasado… En definitiva, no podemos permitir que este tipo de personas puedan abrazar el Consejo General del Poder Judicial, y esto depende de Sánchez.
P.: ¿Con la salida de Pablo Iglesias del Gobierno cree que será más fácil llegar a un acuerdo con el PSOE para esta renovación?
R.: Lo desconozco, porque no sé cómo se van a comportar quienes lo sustituyen. De Iglesias, no sabemos cuál es su objetivo final. Yo creo que ni va a tomar posesión como diputado autonómico. Lo que tenemos claro es a lo que no viene, y es a no solucionar los problemas de los problemas, viene a crearlos, a polarizar y a dividir sobre esa base de la «memoria histérica» que tanto tiene la izquierda y, sobre todo, la izquierda radical.
P.: Ha sido consejero de Justicia, pero… ¿se ve en un futuro como ministro de Justicia?
R.: Ahora mismo soy consejero de Justicia y Víctimas de la Comunidad de Madrid y lo que sí tengo muy claro es que la victoria que vamos a tener en las elecciones autonómicas va a ser un acicate más para que Pablo Casado llegue a la Moncloa, que es lo importante, que el PP y Pablo Casado presidan España y nos liberen cuanto antes de esta pesadilla socialcomunista que padecemos en este momento.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid lamenta que «el Gobierno de España ha actuado muchas veces con una deslealtad tremenda, llegando incluso a dudar de nuestros datos, de nuestras decisiones».
La portavoz del Partido Popular en el Congreso afirma que «la demostración de que el presidente del Gobierno no tiene límites son sus pactos con Bildu. Unos pactos que paga, puntualmente, cada viernes con los acercamientos de presos terroristas al País Vasco».