David Vicente Casado | 14 de septiembre de 2020
El exportavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados afirma que el partido al que perteneció ya no tiene nada que ver con lo que fue: «Ahora hay una cosa por ahí que se llama igual, que parece que quiere abrazarse políticamente al sanchismo, que de paso liga, quiera o no quiera, con el separatismo».
Juan Carlos Girauta (Barcelona, 1961) dejó la política activa tras la salida de Albert Rivera y rompió su carné el día en que Ciudadanos apoyó la cuarta prórroga del estado de alarma. Tras él, varios miembros destacados del partido lo siguieron en su salida, como Marcos de Quinto. Tras cuatro meses alejado de la política activa, continúa viviendo en Toledo, y dispone de mucho más tiempo libre que destina a leer y escribir y a opinar sin pelos en la lengua. Del PSOE, empieza a pensar que «no tiene solución». Del PP, asegura que «sigue arrastrando complejos y le preocupa tener gente demasiado eficaz». Pero cuando llega el turno de hablar de Inés Arrimadas, prefiere no hacerlo. Ante la posibilidad de volver a la primera línea política, lo tiene claro: «Ni me lo imagino».
Pregunta: ¿Cómo vive Juan Carlos Girauta tras dejar la política?
Respuesta: Muy tranquilo, en comparación con cómo lo hacía antes. Con mucho tiempo libre, porque la política tiene la servidumbre de tener que estar disponible en cualquier momento y de no tener horarios.
Pregunta: ¿Echa de menos la política?
Respuesta: No, no la echo de menos en absoluto.
P.: ¿Qué ecuación tendría que darse para que usted volviera a la política?
R.: Ni me lo imagino (risas).
P.: ¿Qué tiene que decir a aquellos que daban por seguro que usted acabaría en otros partidos como Vox o el PP?
R.: Lo que tengo que decirles es que quizás me confundieron con ellos mismos, ¿no? A lo mejor pensaron que a mí me movían las mismas cosas que les mueven a ellos y que me tenía que buscar la vida en un partido. Afortunadamente, no es así.
Albert Rivera nunca habría intentado pactar con este GobiernoJuan Carlos Girauta
P.: Hace unos días, manifestaba en Twitter su lamento por que Ciudadanos fuera la bisagra del Gobierno Sánchez-Iglesias. ¿Qué opinión le merece el partido al que perteneció?
R.: Ya no es ese partido. Lleva el mismo nombre pero es otra cosa. Aquel partido era una organización muy meritoria con unos principios que eran verdad. La verdad es importante y ese partido era incompatible con el sanchismo, por ejemplo. Igual que era incompatible con el nacionalismo, lo era con el sanchismo. Ahora hay una cosa por ahí que se llama igual, que parece que quiere abrazarse políticamente al sanchismo, que de paso liga, quiera o no quiera, con el separatismo.
P.: ¿Teme que Ciudadanos pueda desaparecer, como partido político, a corto/medio plazo?
R.: No lo temo, lo creo.
P.: Usted fue uno de los baluartes de la defensa del constitucionalismo en Cataluña, ¿qué le parece la idea de lista única que propuso Ciudadanos a PSC y PP?
R.: Me parece una idea de bombero. La responsabilidad última de que Cataluña esté como está es del PSC. Hay unos agentes de la decadencia catalana, en todos los sentidos, que son los nacionalistas. Pero hay un partido que aglutinaba todo el voto del llamado «cinturón rojo» de Barcelona, que era el PSC y que cogía ese voto, que no tenía nada de nacionalista y sí de constitucionalista, y lo ponía al servicio de las élites nacionalistas catalanas, de la construcción nacional de Cataluña, del levantamiento de unos medios de comunicación que son verdaderos focos tóxicos de ideología. Aliarse con el PSC, como si fuera un partido constitucionalista, es peregrino. En cuanto a presentarse juntos con el PP, es una forma de intentar distribuir las responsabilidades de la más que segura debacle electoral en Cataluña.
El pésame de Pedro Sánchez por el suicidio del etarra González Sola es de las cosas más repulsivas que he vistoJuan Carlos Girauta
P.: ¿Qué le ha parecido lo que ha ocurrido con la elección de Carlos Carrizosa y la destitución de Lorena Roldán?
R.: Más allá de las personas concretas, porque Carlos Carrizosa es un hombre meritorio por muchas razones, la decisión es una cacicada. Es una cosa que demuestra hasta qué punto esa cúpula que hoy dirige Ciudadanos está distanciada de la realidad y hasta qué punto está dispuesta a desdeñar a sus militantes, a hacerlo en su cara y sin ninguna vergüenza. Lorena Roldán ganó unas primarias, ¿qué es lo que no se entiende?
P.: Usted, que también ha sido un activista en defensa de las víctimas del terrorismo, ¿qué se le pasó por la cabeza al escuchar a Pedro Sánchez dar el pésame por el fallecimiento del preso de ETA Igor González Sola?
R.: Es una de las cosas más repulsivas que he visto. Pedro Sánchez no ha manifestado su profundo pesar por la muerte de ninguno de los treinta suicidados anuales que hay en las cárceles españolas. Lo ha hecho porque era un miembro de ETA y eso sitúa la calaña moral de Sánchez. Hay una alternativa a esta explicación, en vez de la baja calaña moral podría tratarse de una profunda idiotez.
P.: Volviendo a su partido, ¿le ha decepcionado Inés Arrimadas?
R.: (Hace una pausa para pensar) Prefiero no hablar de la persona en concreto.
El problema de Cayetana Álvarez de Toledo han sido los Feijóo de turno que tienen una visión del juego del poder basada en la idea del turnismo de la RestauraciónJuan Carlos Girauta
P.: El Gobierno piensa ya en los presupuestos… ¿España tendrá unas nuevas cuentas o seguirán vigentes las de Montoro?
R.: Sánchez tiene varias vías para sacar los presupuestos. Una de ellas es la de unir lo que siempre había parecido imposible, que son los votos de un partido como Ciudadanos con los de formaciones como el PNV o Podemos. El que saque adelante los presupuestos, por desgracia, significa la prolongación de la legislatura hasta el final.
P.: Arrimadas se ha propuesto intentar alcanzar un acuerdo con el Gobierno en materia presupuestaria, ¿Albert Rivera estaría también hoy intentando llegar a un acuerdo con este Gobierno?
R: No, rotundamente no. No lo habría intentado en ningún momento y, además, habría anunciado, desde el principio, que no contaran con él.
P.: Usted también militó en el PP, ¿qué opinión le merece la salida de Cayetana Álvarez de Toledo?
R.: Me parece una pérdida importante para el Partido Popular, básicamente porque Cayetana es una persona muy brillante, muy eficaz y dejaba muy perjudicado al Gobierno cada vez que intervenía en las sesiones de control. El PP sigue arrastrando complejos y le preocupa tener gente demasiado eficaz, porque si son demasiado eficaces dirán que no son moderados. Ser moderado implica ser un lobo que no muerde. Eres un cordero. A ti te muerden los lobos, pero tú eres un cordero que no muerde.
El problema con Cayetana es el número de enemigos internos. Los «Feijóo» de turno que tienen una visión del juego del poder basada en la idea del turnismo de la Restauración, es decir, ya nos tocará acariciar el poder a nosotros por los ciclos naturales.
Ser moderado hoy implica ser un lobo que no muerda pero que permite que le muerdanJuan Carlos Girauta
P.: ¿Cómo va a afectar en el PP su salida?
R.: De primeras, ya le ha afectado en su imagen, no hay duda. Está por ver cómo le puede seguir afectando, porque parece que en los planes de Cayetana no está el de quedarse callada.
P.: ¿Qué significa en política abandonar la batalla cultural?
R.: Hacer lo que ya se ha hecho. O sea, permitir que todos aquellos focos desde donde se crea el imaginario colectivo estén en manos de la izquierda y que ella imponga los límites de lo aceptable. Y permitir que la ventana de Overton se vaya desplazando a donde la izquierda quiere, de modo que paulatinamente vayamos tragando con aquello que hace cinco años considerábamos inimaginable; hoy lo vemos posible y pasado mañana lo veremos deseable. Mientras ellos hacen eso, nos quedamos de manos cruzadas. Eso es no dar la batalla cultural.
P.: ¿Cree que, estratégicamente hablando, es acertado presentar una moción de censura a este Gobierno, como va a plantear Vox en unos días?
R.: Sí. Es una cosa imaginable a estas alturas. En el momento en que un partido tiene más de 35 escaños, que es el mínimo para presentarla, tarde o temprano va a utilizar eso si quiere jugar una formidable carta de promoción. ¿Por qué no va a hacerlo? Me sorprendo cuando oigo decir eso de «no se puede ganar». La única moción de censura que se ha ganado en España es la que Pedro Sánchez ganó mientras Mariano Rajoy se fue a un restaurante. Lo normal es que las mociones de censura no salgan. Ese mecanismo, al poder aplicarlo, te da una ventaja crucial y es que tienes, durante varios días, tiempo ilimitado de intervención en pleno. El tiempo ilimitado de intervención en un acontecimiento político que tiene concentrado al país delante del televisor es un arma de promoción política extraordinaria. De hecho, Felipe González la utilizó anticipando lo que sería después su éxito histórico. Felipe González la perdió, ¿hizo mal en presentársela a Adolfo Suárez? No, hizo muy bien.
España no será Venezuela, pero habrá miseriaJuan Carlos Girauta
P.: ¿Cómo se imagina el PSOE tras la era Sánchez?
R.: Empiezo a pensar que el PSOE no tiene solución. Me gustaría creer, si tuviera un día optimista, que hay una izquierda con una masa crítica suficiente, seria, constitucionalista y racionalista. que no está metida en las supersticiones desidentitarias ni en el sentimentalismo político barato, que es hija de la Ilustración y que tiene la suficiente capacidad crítica para volver a hacer un partido de Gobierno serio, homologable, como los partidos europeos que han hecho Europa. Desgraciadamente, eso no creo que vaya a pasar porque, si existen, ¿dónde están? ¿Por qué no hablan?
P.: ¿Cuál es la radiografía política y económica que Juan Carlos Girauta cree que tendrá España dentro de 5 años?
R.: Buff… Es muy difícil, porque depende de muchos factores. Lo que es seguro es que ahora nos caemos por el precipicio, eso seguro.
P.: Se lo pregunto de otra forma, ¿España puede convertirse en Venezuela?
R.: No, España no va a ser Venezuela, porque está dentro de la Unión Europea, para su bien, y tendrá mecanismos de seguridad con los que Venezuela no contaba. Pero una caída del PIB del 15% es una cosa terrible y va a provocar mucho sufrimiento, mucho paro… Una crisis descomunal. Habrá miseria.
P.: Usted fue diputado por Toledo, y vive en Toledo, ¿cree también que «el 80% de los contagios que ha tenido Castilla-La Mancha han llegado tras la bomba radioactiva vírica de Madrid», como afirmó Emiliano García-Page?
R.: No, no lo creo. Emiliano García-Page no es hombre que diga tonterías en un partido donde se dicen muchas, pero esta vez no ha estado afortunado con esas palabras.
El economista afirma que la formación de Pablo Iglesias quiere seguir la estrategia de Varoufakis en Grecia y «llevar el país al borde del colapso y decir más adelante que ellos no aceptan las condiciones».
Alejandro Fernández se encontró un partido al borde de la desaparición y lo levantó, logrando un crecimiento del 43% en las últimas elecciones. Se ha convertido en uno de los bastiones de mando de la defensa del constitucionalismo en Cataluña.