Fernando Bonete | 16 de marzo de 2020
Entrevista con Xavi Roca-Cusachs, socio español de Capitalismo Consciente, en el marco del ciclo «The Economy of Francesco».
Muchos de los grandes nombres de la economía actual se darán cita en la ciudad de Asís (Umbría, Italia) el próximo mes de noviembre. Los premios Nobel Amartya Sen y Muhammad Yunus, expertos internacionales y empresarios como Jeffrey Sachs, Stefano Zamagni, Kate Raworth o Juan Manuel Sinde, y con ellos quinientos jóvenes de todo el mundo, han respondido al llamamiento del papa Francisco, sumándose al evento internacional «The Economy of Francesco».
Un encuentro que incluye, como ha subrayado el Santo Padre, no solo a quienes “tienen el don de la fe, sino a todos los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de credo”. Gracias al proceso colaborativo y de diálogo que se quiere para el evento, los asistentes iniciarán el camino para generar una nueva economía centrada en la persona y el medio ambiente.
En una réplica de este proceso, instituciones y comunidades en todo el mundo han organizado encuentros y grupos de trabajo preparatorios. Desde la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, CEU IAM Business School y las Universidades CEU, se celebra el ciclo “Hacia la Economía de Francesco”.
Diferentes expertos han pasado ya por estas sesiones de trabajo colaborativo, entre ellos Christian Felber, líder del movimiento Economía del Bien Común, y Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Corp España. El último en sumarse ha sido Xavi Roca-Cusachs, socio español de Capitalismo Consciente y cofundador de Human Leadership. El pasado 25 de febrero mantuvo un encuentro con profesores, alumnos y empresarios españoles en la Universidad CEU San Pablo.
Pregunta: Es usted matemático de formación, fue trader en el sector banca. De pronto deja su trabajo en las finanzas y desplaza el foco a algo tan diferente como Capitalismo Consciente. ¿Se cansó de ganar dinero?
Respuesta: Todo empezó cuando me di cuenta de que mi vida era ganar dinero. Me pasaba los fines de semana mirando las cotizaciones, llegaba el lunes y tocaba seguir trabajando sin descanso. Ganaba dinero para hacer ganar dinero. Necesitaba parar, necesitaba algo distinto. Empecé a meditar y a formarme en el autoconocimiento, y descubrí que no es que yo “quisiera” ganar dinero, es que “tenía” que ganar dinero. El momento en el que me di cuenta de esto di el salto a hacer algo diferente.
P.: En alguna ocasión ha dicho que lo “consciente” también va dirigido a detenerse, parar a reflexionar, o simplemente no hacer nada. ¿Qué valor puede tener “no hacer nada” en un momento en el que todo está dominado por la competencia y el rendimiento?
R.: Lo que nos cuesta entender es el valor económico de “parar”. Todos entendemos el valor social de parar, pero parece que necesitamos comprender su valor económico para ponerlo encima de la mesa y darnos cuenta de que parar es una buena inversión. Cuando analizamos los resultados, nos damos cuenta de que parar tiene un impacto positivo enorme.
P.: Por aclarar términos, ¿qué diferencia hay entre el capitalismo sin adjetivos y un capitalismo con el adjetivo “consciente”?
R.: El Capitalismo Consciente busca desarrollar elementos concretos. Un aspecto fundamental es tener un propósito superior. Ganar dinero, sí, pero transformando el mundo y cuidando la forma de trabajar. También nos importa la atención a los stakeholders de la empresa. Todos los que participan de la empresa, desde los empleados y proveedores hasta la sociedad, todos deben salir beneficiados. Y, desde luego, el liderazgo debe ser consciente. Consciente de que lideras a personas, y no a máquinas. Hablas con personas, y las personas tienen una casuística emocional que hay que comprender.
Ganar dinero, sí, pero transformando el mundo y cuidando la forma de trabajarXavi Roca-Cusachs, socio español de Capitalismo Consciente
P.: Se ha referido a un “propósito superior”, ¿qué es exactamente?
R.: El propósito nunca puede ser ganar dinero. Ahí nos perdemos. Ganar dinero es necesario, porque si no, no se es una empresa. Pero no es suficiente. Un propósito es qué quiero conseguir con ese dinero. El capitalismo está perdido en esto, acumula energía porque el dinero es energía, pero ¿una energía para hacer qué? Las empresas que responden a esto y dan salida a esa energía conectan con una productividad mucho más grande. Nuestros estudios demuestran que aquellas empresas conscientes crecen ocho veces más que las empresas estándares del Standard & Poor’s. Si en la vida es tan evidente que necesitamos un propósito, ¿por qué se pierde esto en las empresas?
P.: También hablan de liderazgo consciente y de cultura consciente…
R.: Las culturas son las formas de trabajo, cómo colaboramos, cómo nos relacionamos, qué cosas hacemos… un nexo común entre personas. El liderazgo trata de la manera de dirigir a los equipos.
En los dos casos, “consciente” significa comprender el lado humano de las personas, recordar la dimensión emocional, y no solo empresarial. Perder la emocionalidad desconecta a las personas de sí mismas. Luego las empresas se echan las manos a la cabeza porque no son capaces de atraer talento o no son capaces de motivar a los empleados. Pero es que sin un vínculo personal, sin una relación emocional, no se puede conectar con la empresa. Con el liderazgo y la cultura conscientes queremos poner esto sobre la mesa.
P.: Y por último, como cuarto pilar, plantean el cuidado de los agentes, en el que supongo que tienen muy en cuenta, por motivos de actualidad y de urgencia, el medio ambiente.
R.: Podemos verlo como una necesidad, que lo es, o como una oportunidad, que también lo es. Pero esto último solo se ve a largo plazo. Las empresas piensan que apostar por la sostenibilidad puede ser más caro, pero no es verdad, porque aquellas que apuestan por la sostenibilidad descubren formas y maneras de ahorrar dinero con todo el proceso. Pero entre los agentes hay otros stakeholders que hay que cuidar. No vendamos productos que se romperán en dos días, no forcemos los productos para vender millones a sabiendas de que pronto quedarán obsoletos.
Si en la vida es tan evidente que necesitamos un propósito, ¿por qué se pierde esto en las empresas?Xavi Roca-Cusachs, socio español de Capitalismo Consciente
P.: Todo esto sintoniza con valores y conceptos. ¿Cómo aterrizan esto en el día a día de las empresas, cuál es su metodología de evaluación y mejora?
R.: En Human Leadership tenemos una clasificación por niveles de consciencia. Un primer nivel formado por la empresa en crisis y en modo supervivencia. Un segundo nivel donde la empresa se ha estancado, ha dejado de producir valor añadido, producen y venden, pero dejan de aportar algo nuevo. Una empresa nivel tres ha logrado superar esta situación, pero tiene una estructura vertical. Arriba se dan órdenes, abajo se obedece, no hay inteligencia emocional, solo eficiencia. Cuando se forma en inteligencia emocional y se acepta, surgen los equipos colaborativos y la innovación pertenecientes al nivel cuatro.
Algunas personas, las mentes más inquietas y creativas, quieren más, se van a empresas con un propósito superior, empresas que han adoptado el capitalismo consciente y llegan al nivel cinco. El nivel seis conecta con la genialidad, el conocimiento interno y la intuición, ser capaces de soñar y llevarlo a cabo.
P.: No puedo dejar de recordar nuestro anterior encuentro en este ciclo con Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Corp. ¿Considera que se mueven en la misma onda o son más bien competidores?
R.: B Corp es un gran aliado de Capitalismo Consciente, hay pactos establecidos, hay colaboración, hay trabajo periódico conjunto. Nosotros, de hecho, acompañamos a las empresas a certificarse en B Corp. Su metodología y métricas son necesarias para proceder de un modo sostenible.
P.: También hay negacionistas de esta necesidad de cambio. ¿Cómo reaccionan, qué le dicen a quienes se resisten al cambio?
R.: ¿Quieres negarlo? Niégalo, no pasa nada. Tu empresa caerá en el olvido, tú verás, siempre hay empresas que caen. Nosotros lo que pretendemos es materializar con el ejemplo. No queremos convencer a nadie. Si alguien quiere escuchar, que escuche. Exponemos los números, los argumentos, los motivos, y si no cuadra, cada uno es libre de decidir.
P.: Su intervención tiene lugar en el marco del ciclo “Hacia la Economía de Francisco”. ¿De qué manera enlaza Capitalismo Consciente con la economía del bien común a la que nos llama el Papa?
R.: Lo primero es expresar mi agradecimiento. Que alguien se preocupe de integrar a todos los agentes, buscarnos y hablar, es fundamental. Se ha generado esta serie de encuentros que aúnan propuestas, y a partir de aquí toca trabajar para que esto no quede en el plano de las ideas.
P.: Termino con una pregunta más aspiracional, pero que hemos hecho a todos los entrevistados en este ciclo. El cambio, ¿es posible?
R.: Es imposible el no-cambio. Es tan sencillo como eso. El cambio es biológico, no se trata de si nos gusta o no. El cambio hacia la consciencia ecológica, pensar en las personas, va a ser. Y además es lo económicamente beneficioso. O lo tomas libremente, o en unos años deberás adoptarlo a la fuerza e irás tarde. El cambio, simplemente, va a ser, no es negociable.
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