David Vicente Casado | 18 de junio de 2019
La directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia analiza la cuestión de la ideología de género, a raíz del documento «Varón y mujer los creó» de la Congregación para la Educación Católica.
La ideología de género cada vez está más presente en nuestro día a día dando lugar a enfrentamientos en el seno de nuestra sociedad.
Es por ello, que la Congregación para la Educación Católica decidió redactar un documento en el que se pone de manifiesto, entre otras cosas, la importancia de los formadores para evitar que los más jóvenes vivan realidades que les corresponden a los adultos. Un ejemplo negativo es el programa educativo de Navarra, llamado Skolae, el cual incluye asignaturas como «curiosidad sexual y juegos eróticos» para niños de edades comprendidas entre los 0 y los 6 años.
David Vicente: El Vaticano cuestiona la ideología de género en un nuevo documento. Se llama “Varón y mujer los creó”, ¿supone esto un golpe sobre la mesa en contra de la ideología de género?
Carmen Fernández: Quien firma este documento es la Congregación para la Educación Católica, no es un documento directamente del Papa pero sí de El Vaticano y de la curia. ¿Si supone un golpe? Yo me cuestionaría si el golpe no lo supone una ideología de género que atenta contra la realidad de la diferencia existente entre varón y mujer. Como dice el propio documento, nos remitimos en la tradición cristiana y en la tradición católica, hebraica, al mismo génesis, a la creación del mismo hombre y mujer como iguales, pero distintos.
Comienza el documento hablando del origen de esta ideología de género y lo que critica es esa idelogía de género que pretende ser exclusiva y excluyente y que lo único que quiere es solo esa visión que supone claramente una imposición ante otra realidad natural y que es la que ha confirmado la humanidad en todo sus siglos
David Vicente: ¿Cuál cree que es el pretexto para que la ideología de género busque imponerse como un pensamiento único?
Carmen Fernández: Pretextos hay muchos y es cierto que desde una perspectiva que el propio documento reconoce como es la de que ha habido momentos donde han existido distintas discriminaciones y distintas desigualdades, también en el seno de la iglesia. Hoy tendemos a entender que cualquier cosa es una discriminación y una desigualdad. Hay que desterrar la idea de que cualquier desigualdad es injusta, porque no es así.
Hay desigualdades que son justas, como que todos los alumnos de una clase tengan la misma nota, porque cada uno debe tener la que merece. El pretexto es una igualdad absoluta y una libertad autónoma que no tiene más referencia que uno mismo. El hombre no es un ser aislado, como explicaba Aristóteles cuando decía que “el hombre es un ser social que vive y se desarrolla en relación con los otros”. Pues en la Iglesia se entiende esa vocación íntegra del hombre en ese sentido y no es “lo que él quiera, como quiera y cuando quiera” ni “el hombre contra el otro” sino “el hombre y el otro”.
Hay que desterrar la idea de que cualquier desigualdad es injusta, porque no es así.Carmen Fernández
D.V.: ¿Cuáles son los puntos fundamentales, a su juicio, del texto?
C.F.: Se desarrolla en una manera muy clara hablando primero, mediante una breve exposición, de lo que es esa ideología de género y cuando es una provocación, y luego observamos varios epígrafes como “Escuchar”, “Razonar” y “proponer”. Esa es la forma de actuar de la Doctrina Social de la Iglesia, escuchar y conocer la realidad sobre la que va a manifestar, razonar en esa realidad en la educación de los niños y los jóvenes y hacer una serie de propuestas positivas acerca de esa educación desde la Antropología que le es propia.
Es muy reduccionista entender que lo que define al hombre es la realidad sexual de él mismo. Lo reducimos y lo vaciamos de muchas cosas, de cosas que le son constitutivas, de su esencia como ser humano y no solo eso, la Iglesia deriva en que esto vacía la propia esencia y naturaleza de la familia, y por consiguiente, lo que esta conlleva. Porque si la familia es un bien, lo es porque lo es para la sociedad, y por esto merece una protección privada y pública por lo que supone para la sociedad entera. En el apartado del documento denominado “Escuchar” se habla de la familia, de los formadores y de la sociedad entera. Así se desarrolla un documento muy importante y muy claro, en el que se habla de integración y se habla de acogida, pero también se habla de una antropología completa que es la de siempre.
D.V.: Hablaba usted de los formadores, el texto pide a los educadores católicos y a las universidades que se preparen bien en ese campo, ¿qué importancia cree que tienen los formadores en este sentido?
C.F.: Son esenciales, y aquí el documento creo que, de forma muy acertada, distingue entre los formadores en las escuelas (educación primaria y secundaria) y los formadores en las universidades. ¿El motivo? Porque entiende que la Universidad es el depósito desde el que se hacen propuestas, ofertas o sea dan instrumentos necesarios a los otros centros educativos. Por otra parte, en estos centros educativos la labor del formador es esencial, porque los niños y los jóvenes son esponjas. Hay que tener unas cualidades muy particulares, de hecho, habla el documento de esas cualidades, en las que no vale con saberse la teoría sino también saber transmitirla porque ahí está el ejemplo, el fundamento que se va a desarrollar en la educación de todos estos niños y todos estos jóvenes en una situación en la que es esencial el papel que juegan los formadores
Con 13 años una persona no es adulta y mucho menos en la sociedad occidental y, sin embargo, tiene vivencias de adultoCarmen Fernández
D.V.: ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde el Instituto CEU de Estudios de la Familia de la Secretaría de Familia y Vida de la Asociación Católica de Propagandistas?
C.F.: Se están llevando a cabo de forma conjunta unas jornadas formativas, precisamente en el tema afectivo sexual, cuyo objetivo es principalmente es los profesores de los colegios. Desde el Instituto de la Familia hemos puesto en marcha varias acciones en lo que es ideología de género, una batalla en la que hay que estar presente, porque no está todo perdido. La naturaleza va por otro lado, es decir, en muchas ocasiones te hablan de la información cromosómica, la información genética, la información gonádica y la psicológica y neurológica. Las cuatro deben ir en armonía.
También estamos preparando distintos seminarios y, por último, queremos también promover unos premios de Trabajo de Fin de Grado que tengan como objeto “La Familia” en un ámbito amplio, no solo en la ideología de género
D.V.: ¿Qué ha ocurrido para encontrarnos en este punto de emergencia educativa en lo que concierne a los temas de afectividad y sexualidad?
C.F.: Venimos de un momento en el que todos estos temas han sido tabú durante mucho tiempo. Aunque ya hace mucho tiempo, no podemos olvidar que “El mayo del 68” supuso una dicotomía entre lo que era la maternidad, la familia y la sexualidad. A partir de ahí, se ha ido incrementando una sexualidad ajena a lo que es la familia y lo que es un desarrollo de un proyecto de vida a largo plazo. Si a eso le sumas que los jóvenes cada vez entran en mundo más oscuros de forma más temprana, como el caso de la pornografía, que salió en prensa que los niños accedían a él a partir de los 8 años, lo cual distorsiona la vivencia de la sexualidad.
Ya no te digo en el matrimonio, sino la vivencia de una sexualidad adecuada. Si a esto se le añade un cierto egocentrismo junto a a ese individualismo, hace vivir la sexualidad simplemente como el cumplimiento de un deseo pasajero y placentero, algo puntual, todo esto contribuye a un deterioro de lo que supone la sexualidad dentro del matrimonio, un proyecto de vida, ser causa segunda dentro de la creación…La constitución de algo que trasciende la comunión de dos personas para crear una comunidad. Y es esa comunidad, la que corresponde y supone un bien para la sociedad en general, porque todas las sociedades han surgido precisamente a través de lo que es la familia y la unión de familias.
Por ejemplo, la vacuna del virus del papiloma humano protocolariamente en casi todas las comunidades se establece a los 12 años, porque se entiende que a los 13 años las niñas mantienen relaciones sexuales concretas. Esto supone tal distorsión entre lo que es el crecimiento y la maduración personal, la práctica de la sexualidad, el desarrollo físico… que al final supone un deterioro para la persona, porque está viviendo realidades que le corresponden como adulto cuando no lo es. Diremos lo que queramos, pero con 13 años una persona no es adulta y mucho menos en la sociedad occidental y, sin embargo, tiene vivencias de adulto.
Es demencial que en la época de educación infantil se les hable a los niños de la sexualidad, cuando no son capaces de entender qué es estoCarmen Fernández
D.V.: Lo que sí parece claro es que los padres han quedado desplazados como principales orientadores. Sobre todo en el caso de Navarra, Por ejemplo, con el programa Skolae.
C.F.: El programa Skolae es una agresión directa a lo que supone el papel de los padres en la Educación. El documento señala como la función del Estado es subsidiaria, porque a quien le corresponde de manera natural e inmediata, y así debe ser, es a los padres. Sin embargo, programas de este tipo es atentatorio contra este derecho primario de los padres que es reconocido por muchos documentos de carácter internacional. En esta ocasión, cambia el paradigma y es el Gobierno, en este caso el de Navarra, el que elige los contenidos que van a recibir los niños, adentrándose en cuestiones directamente contrarias, en muchísimos casos, a lo que quieren los padres. Es demencial que en la época de educación infantil se les hable a los niños de la sexualidad, cuando no son capaces de entender qué es esto.
Tengo que resaltar también la labor que están llevando a cabo en Pamplona en contra de este programa distintas asociaciones de padres, particulares y, también la Asociación Católica de Propagandistas, que se persona para quejarse de la imposición de este programa es encomiable y hay que apoyar todo lo que sea necesario. Esto no significa que no haya una educación sexual, pero en su momento y respetando ese derecho primario de los padres y, desde luego, con unos criterios objetivos y adecuados atendiendo al interés de la persona, y sobre todo, a la edad correspondiente.
D.V.: Si puede usted definir con una frase lo que resumen el documento «Varón y mujer los creó» sería…
C.F.: Reitera la Doctrina Social de la Iglesia y la doctrina de la Iglesia, sobre lo que es la Antropología cristiana y sobre la importancia que tiene hoy en día la formación de los niños y los jóvenes en todos los aspectos.
La Congregación para la Educación Católica publica un documento sobre la ideología de género.