Fernando Bonete & Hilda García | 26 de junio de 2021
Larrad Ediciones nació con la idea de crear un espacio para los amantes de la literatura. En su anhelo de hacer de la lectura una experiencia placentera e inolvidable, el sello sigue un meticuloso proceso de producción. «Hay que animar a leer, a consumir libros y cultura», afirma uno de sus fundadores.
Su logo contiene dos erres enfrentadas, pero unidas. Las de sus dos líneas de publicación, la narrativa y el ensayo. Las del apellido Larrad. Las de los dos hermanos que fundaron esta editorial movidos por su pasión por la literatura. Las de un sello editorial familiar muy joven, de apenas tres años de vida, que aspira a tener su sitio entre las llamadas editoriales de fondo.
No quieren que sus novedades «se acaben mañana, sino que perduren en las estanterías de casa, que se puedan leer más de una vez», declara Francisco Larrad. Junto con su hermano Antonio, ambos persiguen la publicación de autores diferentes que reflejen la realidad tal y como es «para que el lector cree su propia opinión, pueda vivir la experiencia que ellos han podido vivir, y la comparta con otros».
Pregunta: Larrad Ediciones tiene apenas tres años de vida, ¿por qué y para qué nace esta editorial?
Respuesta: Llega un momento en el que mi hermano Antonio y yo nos planteamos hacer algo más en el mundo literario, nuestra pasión compartida. Él había trabajado en el mundo editorial como diseñador gráfico. Yo siempre he creído firmemente en él, en su trabajo y en su forma de trabajar, y llegado un punto nos planteamos hacer algo en ese mundo tan bonito, pero tan difícil, como es el mundo editorial. Cerramos los ojos, y nos lanzamos al proyecto.
Pregunta: Su lema es «Homines dum docent, discunt», «los hombres cuando enseñan, aprenden». ¿Qué dice eso de Larrad Ediciones?
Respuesta: Nosotros aprendemos mientras publicamos grandes obras para los lectores, por lo que todos los días aprendemos muchas cosas del trato con los autores, del trato con los lectores y de sus propias letras.
Nuestros ensayos tratan temas sobre los que nadie ha leído todavía
P.: Apuestan por escritores contemporáneos, tanto extranjeros como españoles, lo cual sorprende en sellos jóvenes e independientes, que suelen recurrir a los rescates, quizá para arriesgar menos.
R.: Asumimos riesgos libro tras libro, pero antes de que se produzca la publicación de cada título hacemos una selección muy minuciosa y estamos muy seguros de lo que vamos a ofrecer. Cuando lo lanzamos estamos plenamente convencidos de su calidad y de que van a remover algo en el lector. El ejemplo más reciente está en las novelas que hemos publicado el último año, en el que hemos empezado a apostar fuerte por autores nacionales, como Iván Baeza o Amador Guallar. Ellos reflejan la realidad tal y como es para que el lector cree su propia opinión, pueda vivir la experiencia que ellos han podido vivir y la comparta con otros.
P.: En cuanto a su línea de ensayo, parece que está muy enfocada al estudio de la literatura, con obras sobre Lewis, Tolkien, Russo, los cuentos de hadas, los personajes policiacos de ficción.
R.: Comenzamos esta línea con un tema del que apenas se había hablado, la relación entre Tolkien y Lewis en la Primera Guerra Mundial, y cómo crean sus obras y sus mundos, Narnia, la Tierra Media, a través de la fe, la amistad y el heroísmo. Es un ensayo muy meticuloso, de temática desconocida y muy original. Estas son las características que buscamos para todos nuestros ensayos, junto con un mensaje de esperanza. Todo esto podría resumirse diciendo que nuestros ensayos tratan temas sobre los que nadie ha leído todavía.
España vive de espaldas a la cultura, a sus grandes autores
P.: Tienen también una colección para niños, de momento con un solo título, ¿qué esperan de este apartado?
R.: Larrad Kids es nuestra línea más reciente. El primer título que ofrecimos fue El país de los ratones de Alice Mericort. Nos llamó la atención desde el mismo instante en que lo conocimos, un libro que ayuda a explicar a los niños algo tan complejo como la política. Y acaba de llegar a las librerías el segundo libro de niños, En mi montaña de Francois Aubinau, que se puede leer en los dos sentidos, de portada a contraportada o al revés. Nos brinda dos visiones, la del pastor y el lobo, y cómo se ven el uno al otro. El final de la historia queda en la mitad del libro.
P.: ¿Y qué hay Larrad Life?
R.: Es una línea para libros de actualidad firmados por figuras influyentes. Son libros para fechas clave, puntuales, sin una periodicidad tan fija, y que fomentan el contacto entre el autor y el lector.
Hay que apoyar a las pequeñas librerías y editoriales
P.: Nos llama la atención que en cada uno de sus libros, al menos en la novela y el ensayo, realizan una colaboración con ilustradores diferentes, dando así una apariencia única a cada volumen.
R.: Tratamos cada libro como una joya que vamos a brindar al lector. Elegimos al ilustrador a propósito según su encaje con la temática, y le damos total libertad para la creación de su obra, que cubre portada y contraportada. Hemos colaborado ya con Ignasi Font, Fernando Vicente, Ane Pikaza, David de las Heras… Les damos el material y dejamos que creen su obra.
P.: Ha comentado que las presentaciones son un hito promocional para las editoriales. ¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a su sello?
R.: Las presentaciones es uno de los temas que nos apasionan, porque nos gusta cuidar a nuestros autores. Nuestra relación con ellos termina siendo de amistad. Intentamos que estos actos sean especiales, que no se limiten simplemente a la presentación de un libro y una pequeña firma. Por ejemplo, hemos presentado en muchas librerías Un hobbit, un armario y una gran guerra de Joseph Loconte. También hemos hecho en el Teatro Alcalá varios eventos con Mimosa, en los que el autor, Alexander Najjar, vino desde Beirut a Madrid a presentar su obra. Nos gusta cuidar todo a la perfección. Con la pandemia ha sido un caos. Publicamos a finales del año pasado El verano de los cuatro reyes, un libro que es Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y que está tratado con mucho mimo. La idea era que tuviera muchas presentaciones. De la noche a la mañana, ha sido un jarro de agua fría que no te esperabas.
Además, yo también me dedico a la sanidad. Ha sido un momento muy duro, porque vivía la pandemia en primera línea y desde la editorial no podíamos hacer nada. Aunque nosotros vendemos online, nos gusta trabajar con las librerías pequeñas, independientes, tener un trato de amistad, no solo comercial, y visitar a los libreros. Hemos rehecho todo el calendario y estamos en alerta para ver qué ocurre, porque no es fácil.
Hay que enseñar a todos los niños a tener un libro en la mano y a apreciar la lectura
P.: Tienen distribuidores en Argentina y Colombia. ¿Cuál es su experiencia en el mercado internacional? ¿Proyectan tener una mayor expansión en el futuro?
R.: Nos ha pasado lo mismo, antes del confinamiento total enviamos fuera los últimos ejemplares. Con Latinoamérica hablamos prácticamente todas las semanas y también hay venta, pero va todo mucho más despacio. Es más difícil todavía que en España, porque allí no hay los mismos medios que en Europa. La pandemia está todavía a flor de piel, hay muchos más casos y la vacunación va más lenta. En la venta nacional parece que vemos un poco la luz, pero sigue siendo difícil. Hay que apoyar a las pequeñas librerías y editoriales.
P.: ¿Cuáles son sus proyectos para los próximos meses?
R.: Tenemos un par de cosas bastante interesantes. Hay una reedición, un libro de Gabriela Bustelo que publicó Anagrama en los años 80, Veo veo. También queremos sacar un pequeño ensayo sobre las aventuras de Tintín. De cara a final de año, contamos con un ensayo periodístico muy interesante que creemos que va a ser revolucionario. Se van a juntar siete corresponsales de guerra que están actualmente en zona de conflicto y van a contar cómo vive la mujer allí.
El editor es esa persona que te lleva a otro mundo y te transmite cosas que en el día a día pasan desapercibidas
P.: Una pregunta que siempre hacemos en esta serie de entrevistas: ¿qué es un editor?
R.: Es difícil responder. Ahora mismo, editor puede ser cualquiera con cualquier tipo de publicación. Para nosotros es alguien que intenta transmitir, crear opinión, que hace que cada noche quieras saber más, aprender cosas nuevas, adentrarte en un mundo en el que a lo mejor no vives actualmente. La figura del editor es meramente un intermediario que lo que busca son grandes obras para que la gente indague y aprenda, porque quien lee aprende. También que grabe en nuestra memoria esos momentos inolvidables, porque, ¿quién leyendo un libro no ha revivido ese momento que quiere volver a vivir? Por ejemplo, Mimosa es una obra que Alexandre Najjar dedica a su madre ya fallecida y recuerda cómo de pequeño lo llevaba al colegio, cómo subía de Beirut a Francia cuando había conflicto. A mí me hacer recordar la época en que mi madre me llevaba al colegio o cuando me regañaba porque me había portado mal. El editor es esa persona que te lleva a otro mundo y te transmite cosas que en el día a día pasan desapercibidas.
P.: ¿Qué relevancia social tiene el editor en nuestros días?
R.: No lo sé. Creo que España vive de espaldas a la cultura, a sus grandes autores. Actualmente tenemos autores emergentes muy buenos y que no valoramos. Se tendría que hacer más esa labor en los colegios desde pequeños. Hay que enseñar a todos los niños a dejar el móvil, a tener un libro en la mano, que sepan apreciar una lectura e indaguen en este mundo. De este modo, los editores seremos un poco mejor valorados. La gente dice que los libros son muy caros. Aseguro que lo que hacemos es ajustar al máximo el precio para que la cultura llegue a todos los puntos, que todo el mundo pueda disfrutar de ese rato de lectura y, sobre todo, de desconexión. Habrá gente que nos valore mucho y otra que no tanto. Quién no se ha encontrado con la respuesta de «yo no leo». Cuando me dicen eso, contesto: «Pues eso es que no han leído un libro de Larrad». Intento hacer ese trabajo de campo. Hay que animar a leer, a consumir libros y, sobre todo, a consumir cultura.
Fernando Bonete & Hilda García
Con una trayectoria de éxito, el sello Desperta Ferro tiene como objetivo mantener la periodicidad, el rigor, la calidad y el pulso de sus publicaciones. «La sociedad española debe tener conocimientos históricos rigurosos para evitar que sea manipulada», afirma Javier Gómez Valero, uno de sus editores.
Fernando Bonete & Hilda García
Con una curiosa génesis en medios sociales, Trotalibros es un sello que pretende convertirse en punto de encuentro abierto a lectores de todo tipo. Publica, con mimo y pasión, una cuidada selección de títulos. «Preferimos libros que ya no se encuentran o que pasaron inadvertidos en su día», confiesa su editor.