David Vicente Casado | 30 de abril de 2021
El director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid se muestra ilusionado por la reapertura de Las Ventas pero lamenta que el Ejecutivo central «haya mirado para otro lado y haya denegado unas ayudas que correspondían al sector por ley».
Miguel Abellán (Madrid, 1978) es, desde 2019, director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. Su cuartel general está en Las Ventas, el coso en el que confirmó alternativa en 1999 y que ha sido testigo de sus éxitos y cogidas como matador. Una hoja de servicios cargada de leyenda. La carrera de Miguel Abellán no se entendería sin Madrid y Madrid tampoco se entendería sin el arte de Abellán.
Recibe a eldebatedehoy.es con la batería de su móvil a punto de agotarse. La cantidad de llamadas que recibe es proporcional a la sonrisa que esboza porque la plaza de Toros de Las Ventas vuelva a abrir casi dos años después. La ocasión lo merece: un festival benéfico el día de la Comunidad de Madrid y con un cartel sin parangón. Figuras como Enrique Ponce, Jose María Manzanares, Diego Ventura o Paco Ureña provocaron que las 6.000 entradas, correspondientes al 25% del aforo total del coso madrileño, fueran vendidas en apenas 90 minutos. Miguel, ante este récord, sonríe, una vez más, y saca su lado más rojiblanco: «Podíamos haber llenado el Wanda con todas las peticiones que hemos recibido». Sin embargo, el rostro se le tuerce cuando habla de cómo el Gobierno ha gestionado las ayudas al mundo del toro. Respira hondo y afirma «familias enteras de profesionales se han visto relegadas a las colas del hambre por la denegación de unas ayudas que correspondían al sector».
Este próximo 2 de mayo, vuelve la vida a Las Ventas, volverá a abrir su puerta grande, Miguel Abellán confirmará alternativa como gestor y el público volverá a aplaudir desde el tendido casi dos años después.
Pregunta: Hace casi dos años de su nombramiento, ¿cómo fue cambiar la arena del albero por la gestión ¿Cómo llevo ese cambio?
Respuesta: Indudablemente es un impacto para alguien que ha estado acostumbrado a vivir por y para su profesión. El cambio, sobre todo, lo noto de trabajar al aire libre al trabajo que realizo ahora, más pendiente de la gestión y administración de una profesión que necesita toda nuestra ayuda para salir a flote de una situación excepcional como esta que nos ha tocado vivir, como es la de la Covid-19, y que nos ha tocado a todos.
Estoy muy ilusionado, tanto con las cosas que se están consiguiendo en un año tan difícil como este, que será, posiblemente, el más difícil que le habrá tocado vivir a ningún otro gerente, como por la gestión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso en todo lo referente a la tauromaquia.
Pregunta: ¿Cómo se encontró el Centro de Asuntos Taurinos a su llegada?
Respuesta: Anteriormente la gestión la han venido realizando diferentes cargos con diferentes Gobiernos, ideologías y pensamientos. Había un exalcalde, un escritor, incluso algún veterinario. Es la primera vez en la historia que alguien del círculo más cerrado, profesionalmente hablando, se ocupa de la dirección del Centro de Asuntos Taurinos y eso es una apuesta muy valiente por parte de la presidenta Díaz Ayuso.
Hay políticos de izquierdas que son asiduos a los callejones de las plazas, pero cuando han tenido que arrimar el hombro ante una situación excepcional como esta han mirado para otro lado
P.: Choca que sea la primera vez que un torero se ocupe del Centro de Asuntos Taurinos…
R.: Sí. La verdad que no es normal que para un puesto tan señalado y significativo, en este caso para la tauroqmaquia, no lo haya ocupado antes un compañero. Yo he sido el primero, pero estoy convencido de que lo podrían hacer igual de bien o más cualquier otro profesional que conozca las entrañas de la tauromaquia. Yo he sido torero durante más de 30 años, con lo cual, esa experiencia me da un conocimiento de lo que significa ser torero y las entrañas del sector: sus necesidades, sus preocupaciones, y el de todos aquellos que forman parte del toro: desde ganaderos a empresarios, pasando por apoderados, banderilleros, toreros..etc..
P.: Morante y usted son la cara más visible del toreo en la política… ¿Para cuándo un torero que simpatice con la izquierda?
R.: La tauromaquia no le pertenece a ninguna sigla política. Es un error el que intenten adueñarse, por parte de una ideología o unas siglas políticas, la bandera de la tauromaquia. La tauromaquia es capaz de aglutinar a cualquier ideología. El único que ha dado el paso adelante en política soy yo. El resto, cada uno tiene su opinión. Algunos la expresan de una manera o de otra. El toreo es cultura y la cultura le pertenece única y exclusivamente al pueblo.
La tauromaquia no le pertenece a ninguna sigla política. El toreo es cultura y la cultura le pertenece exclusivamente al pueblo
P.: Por qué piensa que la izquierda reniega de la fiesta cuando varios miembros del Gobierno han acudido a corridas y se han manifestado taurinos?
R.: Realmente no pienso que sea toda la izquierda, he dicho que este Gobierno de coalición, concretamente Podemos, que sí se ha manifestado totalmente contrario a la salud de la tauromaquia. Lo que sí estoy convencido es que este Gobierno mira para otro lado y no hace cumplir la ley a los poderes públicos. Hay algo que aprendí al llegar a este cargo y es que la ley y la Constitución no solo nos obliga a gestionar la tauromaquia de manera eficaz, sino además a protegerla. Todo lo que no sea eso, es incumplir la ley. Si además, públicamente, se muestran contrarios a la defensa de una de las culturas más arraigadas de este país y al tejido industrial, culturalmente hablando, más importante lo que provoca es una desilusión enorme.
Hay políticos de izquierdas que son asiduos a los callejones de las plazas de toros, pero, a la hora de la verdad, cuando han tenido que arrimar el hombro ante una situación excepcional como esta, han mirado para otro lado, con familias enteras de profesionales taurinos que se han visto relegadas a las colas del hambre, con la denegación de unas ayudas que se comprometieron a administrar desde el SEPE, y que, desde el 5 de mayo, como te decía se les vienen denegando. Una ayuda que la ley corrobora y que, en 2013 el Tribunal Supremo reconoce a los toreros como artistas en espacios públicos. El Gobierno, como te digo, de nuevo, incumple la ley, mira hacia otro lado ante familias que llevan cotizando a las arcas del Estado durante muchísimos años.
P.: El sector del toro ha sufrido mucho durante la pandemia, ¿se han sentido abandonados por el Ejecutivo central?
R.: Sí, totalmente. Nos hemos sentido abandonados, ninguneados y despreciados. Nos quedamos sin adjetivos para definirlo. Se ha despreciado a un sector que arroja unos números en su aportación económica, social, cultural y laboral a la sociedad como pocos otros puedes encontrar. Y además se ha despreciado a unas familias que llevan desde octubre de 2019 sin poder ejercer su profesión, coaccionados por unas medidas sanitarias que no se corresponden con otros espectáculos culturales, y sin la llegada de unas ayudas que se les prometieron el 5 de mayo de 2020 y a las que, hasta ahora, ningún profesional ha podido acceder.
P.: ¿Piensan que han tenido que justificarse demasiado para que les dieran las ayudas que les correspondían?
R.: Se ha tenido que demostrar que la ley les amparaba, cuando los poderes públicos son los encargados de administrar estas ayudas y deberían ser ellos los primeros conocedores en saber que la ley ampara al profesional, lo reconoce como artista en espacio público y tiene derecho, como cualquier profesional que ha cotizado a la Seguridad Social, a las ayudas pertinentes que se han venido otorgando por la pandemia. Algunos partidos políticos han hecho una brecha bastante importante en lo que significa el reconocer a un artista como es un torero. Ser torero hoy sigue siendo una profesión regulada por el Ministerio de Cultura, por lo que en ningún momento teníamos que haber demostrado que nos dedicamos a una actividad cultural.
Hay determinados partidos políticos que han creado una brecha social y cultural en este país que desde que irrumpieron en política no han hecho nada más que enfrentarnos los unos con los otros
P.: En el ejecutivo autonómico sí se ha apostado por ayudas directas al sector, no solo este año, sino también en el año 2020 con más de un millón de euros. ¿Por qué cree que tiene tanta mala prensa ayudar al sector?
R.: Como te decía antes, hay determinados partidos políticos que han creado una brecha social y cultural en este país que desde que irrumpieron en política no han hecho nada más que enfrentarnos los unos con los otros: al aficionado con el antitaurino, al hombre con la mujer, a la empresa con el trabajador, etc… Se han abierto antiguas heridas que ya estaban curadas. Vívíamos en un mundo donde podíamos mirarnos a la cara y mantener una conversación, independientemente del pensamiento que cada uno pudiera mantener.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid, y concretamente Isabel Díaz Ayuso, no defiende solo a la tauromaquia. Ella defiende a esta profesión desde la libertad de aquellos que aman y quieren seguir disfrutando de esta profesión. El problema radica cuando esa libertad es coaccionada.
P.: Este domingo, las puertas de Las Ventas, volverán a abrirse con motivo de la Corrida del día 2. Se agotaron las entradas en apenas tres horas. La gente tiene ganas de fiesta, ¿verdad?
R.: Las 6.000 entradas se agotaron en tiempo récord. Quiero pedir disculpas a aquellos que se han quedado sin entradas porque tenemos peticiones para haber llenado el Wanda Metropolitano. La salud de la fiesta está viva y poder hacerlo en Madrid, en la primera plaza del mundo es muy satisfactorio y emocionalmente. Este festival no va a solucionar ningún problema que viene atravesando el sector pero te da un aliento de esperanza.
Quiero dar las gracias también a los matadores que actúan desinteresadamente y a los que no hubo que llamarles dos veces. A la primera, dijeron que sí. No quiero olvidarme de empresarios, ganaderos, banderilleros, Fundación del Toro de Lidia y por supuesto a la Comunidad de Madrid que es la impulsora de este festejo benéfico.
P.: ¿Qué medidas sanitarias van a llevar a cabo?
R.: Todas aquellas que nos ha marcado la Dirección General de Salud Pública y la Consejería de Sanidad: uso obligatorio de la mascarilla, hidrogeles en todas los accesos a la plaza, una entrada y salida escalonada. Además, los espectadores van a tener que permanecer sentados en todo momento y no se va a poder suministrar ni comida ni bebida durante el festejo ni tampoco almohadillas. Nos encontramos ante una plaza centenaria y vamos a demostrar, una vez más, que la gente que acude a los toros es gente civilizada y que cumple en todo momento las medidas sanitarias. Estoy convencido que va a ser un gran espectáculo. Es la primera vez en muchos años que se completa un cartel con tantas figuras y en Las Ventas.
Tenemos peticiones para haber llenado el Wanda Metropolitano. Afortunadamente, la salud de la fiesta está viva y aunque esto no va a solucionar todos los problemas que viene atravesando el sector, te da un aliento de esperanza
P.: Por tanto, la seguridad es un hecho
R.: Sí. Es un festejo que se va a celebrar con todas las medidas de seguridad. No vamos a permitir que no sea de otra manera. Todo el mundo tiene mucha ganas de toros, pero estamos seguros que vamos a estar mirados con lupa. Tenemos que ser, como primera plaza del mundo, un claro ejemplo de que la cultura del toro es segura y que se pueden celebrar festejos bajo las medidas que nos marcan las autoridades sanitarias. El año pasado se celebraron muchísimos festejos y en ningún caso se demostró que se produjera ningún contagio.
P.: ¿Cómo se le explica a un taurino que en Sevilla no y en Madrid sí?
R.: Es una cuestión de comunidades y de plaza. La plaza de Las Ventas es muy compleja. Hemos estado cerrado desde el 13 de octubre de 2019. Es una plaza centenaria, declarada como Bien de Interés Cultural, y la normativa de seguridad junto con los aforos complica mucho la celebración de un espectáculo. Este tipo de plazas requiere muchísimo personal y sin un aforo importante como para cubrir esos gastos hacen prácticamente inviable el que se puedan celebrar estos festejos. Entiendo que las medidas que tomó D. Ramón Valencia eran las que él consideraba que eran las que eran viables, económicamente y sanitariamente hablando, pero si una de esas ecuaciones no se cumple, hace muy difícil que pueda celebrarse el espectáculo.
Lo difícil es vivir en torero, dar las ventajas, ponerse en el sitio, citar, templar y mandar cargando la suerte, desde la honestidad, desde la verdad. Y eso es lo que está haciendo Morante. Otros están escondidos en su mito.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid lamenta que «el Gobierno de España ha actuado muchas veces con una deslealtad tremenda, llegando incluso a dudar de nuestros datos, de nuestras decisiones».