Javier Arjona | 02 de junio de 2019
Con el arranque el nuevo milenio, entraron en juego nuevos elementos determinantes en la política nacional, como el movimiento 15-M o el aumento de la apuesta soberanista en Cataluña.
Desde que en el año 1982 el Partido Socialista Obrero Español ganara por primera vez las elecciones generales por mayoría absoluta con el lema «Por el cambio», se inició en España un nuevo periodo de modernización y consolidación del sistema democrático. La formación política liderada por Felipe González revalidó su victoria cuatro años más tarde, y nuevamente volvió a ganar por mayoría absoluta en 1989. Fue precisamente bajo esta legislatura cuando tuvieron lugar los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Internacional de Sevilla.
Aquel tercer Gobierno consecutivo del PSOE había llegado tras el triunfo en las elecciones generales de 1989, en las que Alianza Popular se refundó de la mano de José María Aznar, transformándose en el Partido Popular. A su vez, el Partido Andalucista de Alejandro Rojas Marcos logró por vez primera representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, al igual que los nacionalistas vascos de Eusko Alkartasuna. Felipe González ganó en 1993 unas últimas elecciones en las que los partidos regionalistas Coalición Canaria, Partido Aragonés Regionalista y Unió Valenciana lograron representación en las Cortes.
Llegado el año 1996, comenzó la era Aznar. Tras agotar una primera legislatura, el líder del Partido Popular acabó logrando la segunda mayoría absoluta, con 183 diputados, en las elecciones generales del año 2000. En estos últimos comicios hizo acto de presencia en el panorama político el Bloque Nacionalista Galego, mientras Iniciativa per Catalunya Verds, una curiosa formación ecologista catalana y de izquierdas, lograba hacerse con un escaño, al igual que la Chunta Aragonesista, liderada por el cantautor y político José Antonio Labordeta.
Los terribles atentados del 11-M en Madrid, en los días previos a las elecciones generales de 2004, dieron contra pronóstico la victoria al Partido Socialista. Un desconocido José Luis Rodríguez Zapatero fue investido presidente del Gobierno y como candidato socialista repitió triunfo electoral en 2008, en un escenario donde irrumpía el nuevo partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia, escindido del PSOE, y también Nafarroa Bai, una formación que encabezó Uxue Barkos y que se convirtió en el primer partido nacionalista en la Comunidad Foral de Navarra.
El Partido Popular recuperó el Gobierno en 2011 de la mano de Mariano Rajoy, un nuevo líder político que había sido ministro en el Ejecutivo de José María Aznar. En aquellos comicios se presentó la coalición nacionalista Amaiur que, con ámbito de actuación en el País Vasco y Navarra, se había formado a partir de Eusko Alkartasuna. En la Comunidad Valenciana surgió también en aquellos momentos Compromís, otro partido de corte nacionalista y de izquierda, que aglutinaba a los ecologistas.
Los terribles atentados del 11-M en Madrid, en los días previos a las elecciones generales de 2004, dieron contra pronóstico la victoria al Partido Socialista
Fue en la segunda legislatura del PP, la iniciada tras las elecciones generales de 2015, cuando el panorama político nacional empezó a cambiar de modo significativo. Como consecuencia del movimiento 15-M, formado a raíz de una manifestación protesta en 2011, irrumpió Podemos en el Congreso de los Diputados, logrando 42 diputados y ofreciéndose como una alternativa de izquierda al PSOE, cercana a los postulados de Izquierda Unida. En esas mismas elecciones también apareció Ciudadanos, un partido surgido en Cataluña en contra de la escalada nacionalista, que logró una nutrida presencia nacional, con 40 escaños en el Congreso, situándose ideológicamente en el centro izquierda.
En el País Vasco, y tras la ilegalización de la izquierda abertzale próxima al entorno de ETA, había surgido en 2012 la nueva formación Euskal Herria Bildu, que logró representación parlamentaria en las siguientes elecciones generales. Para concurrir a aquellos mismos comicios se formó la coalición catalana Democracia i Llibertat, que a partir de la antigua Convergencia i Unió buscó superar el viejo nacionalismo catalán, con un enfoque más radical tras la declaración unilateral de inicio del proceso de independencia, en octubre de 2015, por parte del Gobierno de la Generalitat en el Parlamento catalán.
A nivel local, las formaciones Convergencia Democrática de Cataluña y Ezquerra Republicana de Cataluña habían creado en julio de 2015 la coalición Junts pel Sí, con el objetivo de lograr una mayoría en el Parlamento de Cataluña que les permitiera dar el paso hacia la independencia. La Candidatura de Unidad Popular, más conocida como CUP, también apoyó el proceso soberanista que acabó encabezando Carles Puigdemont. Tras la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, y de la declaración de independencia por parte del Parlamento catalán, el Gobierno de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155, por el que cesaba al Gobierno de Puigdemont y convocaba nuevas elecciones autonómicas.
Tras la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, y de la declaración de independencia por parte del Parlamento catalán, el Gobierno de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155
En los nuevos comicios catalanes celebrados el 21 de diciembre de 2017, la coalición Junts per Catalunya aglutinó al Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), fundado en 2016, y a Convergencia Democrática de Cataluña. La formación fue liderada nuevamente por un Carles Puigdemont huido de la justicia en Bélgica que, con el apoyo de Ezquerra Republicana de Cataluña y la abstención de la CUP, logró formar Gobierno, aunque no pudo ser investido tras los recursos presentados por el Gobierno de Mariano Rajoy ante el Tribunal Constitucional. Finalmente, y en lugar de Puigdemont, fue elegido Quim Torra como presidente de la Generalitat.
Para concluir el proceso completo de revisión de los partidos políticos en España, desde su gestación en el Periodo Liberal de Fernando VII hasta nuestros días, se hace necesario mencionar la reciente llegada de VOX al Parlamento andaluz, como antesala de una más que probable nutrida presencia a nivel nacional. La formación de Santiago Abascal nació en 2013 como una escisión del Partido Popular, y actualmente ha cobrado relevancia por su posicionamiento a favor de la regeneración política, en contra del independentismo y en defensa de ciertos valores tradicionales.
Tras el turnismo, derecha e izquierda se extremaron y se evidenció la imagen de las dos Españas.
En abril se ha iniciado un carrusel de campañas electorales con cerca de medio centenar de partidos.