Antonio Olivié | 12 de julio de 2021
El Vaticano emitió una nota verbal al Gobierno italiano advirtiendo que algunos de los artículos de la ley contra la homofobia limitan la libertad de los católicos. Quienes la han hecho pública intentan desacreditar la posición del Vaticano como una injerencia en un Estado laico.
En pleno debate parlamentario sobre una ley contra la homofobia el Vaticano ha remitido una nota verbal al Gobierno italiano advirtiendo que algunos de sus artículos limitan la libertad de los católicos. Se trata de una comunicación diplomática que exige respeto a quienes sostienen que una pareja homosexual no es equivalente a un matrimonio. Una doctrina secular de la Iglesia que se intenta penalizar legalmente en algunos países occidentales.
Desde el Vaticano se insiste en su claro compromiso en la lucha contra la discriminación por orientación sexual. Pero ello no puede llevar a que sea ilegal manifestarse en contra de supuestos ‘derechos’, como el de la adopción de hijos por parejas homosexuales o que los colegios católicos sean obligados a organizar jornadas sobre la Transfobia, como estaba prevista en la nueva ley.
En pleno debate parlamentario sobre una ley contra la homofobia el Vaticano ha remitido una nota verbal al Gobierno italiano advirtiendo que algunos de sus artículos limitan la libertad de los católicos
La nota del Vaticano no estaba pensada para su publicación, simplemente para hacer llegar al Gobierno italiano los problemas que puede ocasionar una ley de ese tipo. Quienes la han hecho pública intentan desacreditar la posición del Vaticano como una injerencia en un Estado laico. Pero ahí, el secretario de Estado, Pietro Parolin, ha sido claro: “se trata de una nota verbal que advierte sobre la existencia de un acuerdo, el concordato, entre el Estado Italiano y el Vaticano, que podría verse afectado por esta nueva ley. Y lo hacemos dentro de una relación de leal colaboración”.
Frente a quienes han intentado presentar esta nota como algo de la Curia, no aprobado por el Papa, varios cardenales han hecho público que contaba con la autorización de Francisco. Y es que la denuncia del Papa contra la ideología ‘gender’ ha sido una constante en su pontificado. En numerosos encuentros con asociaciones famliares el Papa ha insistido en que “se habla de familias diversificadas, de muchos tipos de familia. Pero la familia humana, como imagen de Dios, entre hombre y mujer, es una sola”.
En el caso de Italia, el concordato firmado con el Vaticano establece que “la República italiana reconoce a la Iglesia Católica la libertad de desempeñar su misión pastoral, educativa y caritativa, de evangelización y santificación”. Y es ahí donde ha querido incidir la Secretaría de Estado.
Como cabía esperar en una toma de posición pública del Vaticano, las reacciones contrarias han sido radicales, tratando de descalificar la mera opinión de la Iglesia. En este sentido, el cardenal Parolin asegura que, si no hubiera actuado ahora, “a la Santa Sede se le habría podido imputar un silencio culpable, sobre todo cuando afecta a cuestiones firmadas en un acuerdo”.
En los países en que no existe un acuerdo similar, la batalla está en la libertad religiosa y la libertad de opinión frente a lo políticamente correcto. En numerosos países ya ha habido denuncias contra quienes niegan que una unión homosexual sea un núcleo familiar, calificándolo como “delito de odio”. Un tipo de presión que, aunque finalmente no suponga una sanción penal, sí que amedrenta e intimida a quienes consideran que el sexo es algo esencial y no accidental en una persona.
El concordato firmado con el Vaticano establece que “la República italiana reconoce a la Iglesia Católica la libertad de desempeñar su misión pastoral, educativa y caritativa, de evangelización y santificación
Los promotores del ‘políticamente correcto’ en este terreno no pueden eliminar la libertad de expresión. Y es algo que se está haciendo en este momento, tratando de asociar una discrepancia en los principios con el fomento de la discriminación o del odio a determinadas personas.
Determinados medios han calificado esta nota del Vaticano como algo “sin precedentes”, ocultando que el Vaticano ya remitió comunicaciones parecidas con la ley del aborto y en otras cuestiones morales. Pero sí hay que reconocer que la situación es novedosa. Mientras en ocasiones precedentes se ha legislado contra la Ley Natural o contra los principios de la Iglesia, la amenaza actual es que se penalice la libertad de expresión de los católicos.
La Congregación para la Educación Católica publica un documento sobre la ideología de género.