El Debate de Hoy | 08 de mayo de 2020
«En España no existe un peligro para la libertad de expresión, pero el Gobierno está abusando de la propaganda», reconoce el veterano periodista.
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Pedro G. Cuartango, periodista de ABC, reflexiona en «Y, ahora, ¿qué?» sobre el impacto que la pandemia de coronavirus ha tenido en la sociedad y el periodismo. Una situación inesperada que hace temblar los cimientos de todo aquello que creíamos protegido por la tecnología y el estado de bienestar.
A continuación, puedes leer un extracto de la entrevista, que encontrarás completa en los canales habituales: iVoox, Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y YouTube.
Pregunta: Y, ahora, ¿qué?
Respuesta: El futuro es imprevisible e incierto. Vivimos en tiempos muy volátiles y es muy difícil saber cómo va a afectar al mundo y a nuestra sociedad la crisis del coronavirus. Evidentemente, va a haber cambios muy importantes. Cambios en las relaciones personales, quizá en el modelo económico… pero creo que existen todavía demasiadas incógnitas.
P.: Usted es un maestro a la hora de analizar el pasado y jugar con la nostalgia. ¿Se parece esta situación a alguna otra que haya podido vivir?
R.: Creo que nadie de los que hemos vivido en España ahora, por muy ancianos que sean, ha vivido algo semejante. Solamente podríamos comparar esta situación con el trauma de la Guerra Civil, pero después de esta guerra o la Segunda Guerra Mundial, ni España ni Europa han vivido algo semejante.
No podemos comparar esta situación con la crisis de los 70, una crisis brutal cuando la subida de los precios del petróleo provocó un desierto industrial en España. O en el año 2008, cuando la crisis del sistema financiero dejó a España con más de seis millones de parados. Fueron dos crisis muy duras, pero nada comparado a esto. Va mucho más allá de la economía, nos ha demostrado nuestra fragilidad, la vulnerabilidad de nuestra sociedad.
Nos creíamos protegidos por el sistema de bienestar, por el sistema de salud pública, la tecnología… y de repente nos llega este azote, esta peste que ha destruido todo lo que creíamos y ha puesto en evidencia que somos seres contingentes y expuestos al azar y a la muerte.
P.: Uno de los debates periodísticos de estos días ha girado en torno a cómo contar esta tragedia. ¿Esta pandemia ha roto el tabú sobre la muerte?
R.: Desde el comienzos del siglo XX, cambia la visión sobre la muerte y se convierte en un problema sanitario. La gente ya no muere en sus casas, muere en hospitales o asilos. La sociedad ha apartado la muerte de la vida cotidiana e incluso el arte ha eludido su presencia. Es una cuestión cultural que se ha trasladado a los medios.
Los medios no han publicado fotos de cadáveres, no lo critico. No estamos acostumbrados a visualizar la muerte, pero la muerte está ahí y, en este caso, ya llevamos en España más de 25.000 muertos contabilizados por el coronavirus.
P.: La ONU ha destacado los ataques contra la prensa en la crisis del coronavirus. ¿Cuáles son las principales amenazas: la financiación, la credibilidad o las amenazas a su libertad?
R.: Todo va un poco unido. En los países más autoritarios, como China, ha generado amenazas a la libertad de prensa. Pero yo no creo que la prensa pierda credibilidad en esta crisis. La prensa siempre ha tenido una relación antagónica con el poder, siempre ha actuado como contrapoder y debe de seguir siendo así.
En el caso de España, no creo que exista un peligro para la libertad de expresión, pero el Gobierno está abusando de la propaganda. Vemos continuamente a ministros en la televisión pública, el presidente comparece todas las semanas… hay una especie de bombardeo y no siempre para decir la verdad. El Gobierno está tratando de cubrir sus errores de gestión con un relato ficticio. Yo creo que algunos errores eran inevitables, pero me molesta que se trate de resolver esto diciendo cosas que no son ciertas.
P.: ¿Ha sido más difícil enfrentarse al folio en blanco en estos días?
R.: No, para mi escribir siempre es una oportunidad de expresar mis sentimientos y lo que yo pienso. Yo he aprovechado mis columnas para ir dando mi punto de vista, he escrito sobre distintos aspectos de la enfermedad y me interesa especialmente el “efecto mariposa”. No sabemos de dónde sale el virus, ahora se dice que un laboratorio chino… yo soy muy escéptico, los científicos piensan que el virus surge porque una persona comió una carne en mal estado, el virus había mutado en su interior y quien lo ingirió se contagió y lo transmitió. Y de ese aleteo de mariposa, de ese contagio puramente individual hemos llegado a la situación de hoy, con millones de contagiados y las economías occidentales tambaleándose.
Yo diría que, en cierta forma, lo que nos ha pasado es fruto del azar, pero también es verdad que éramos muy vulnerables a estas enfermedades, había expertos que nos venían avisando desde hace décadas y ha terminado pasando.
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