El Debate de Hoy | 26 de mayo de 2020
Un repaso a la situación de los medios de comunicación en plena crisis del coronavirus y una advertencia frente a la idea de «tantos pinchazos tienes, tanto vales como periodista».
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Antonio San José atesora una larga trayectoria en los medios de comunicación y, especialmente, en el terreno de la información. Conoce la cadena pública, privadas como Antena 3 y el desaparecido 24 horas de CNN+, y reivindica en «Y, ahora, ¿qué?» las «4 C» del periodismo: conocer, comprobar, contrastar y, por último, contar.
A continuación, puedes leer un extracto de la entrevista, que encontrarás completa en los canales habituales: iVoox, Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y YouTube.
Pregunta: Y, ahora, ¿qué?
Respuesta: Ahora tenemos por delante una tarea de reconstrucción de la sociedad, del país y de los medios de comunicación. Lo que estamos viviendo es una disrupción de tal calibre, es tan estremecedor cuando se enfrenta uno cara a cara a esta situación que va a exigir lo mejor de todos nosotros, la suma de todos los talentos y el mejor de los talantes.
Se va a quedar mucha gente por el camino, diga lo que diga el Gobierno, hay mucha destrucción de tejido productivo y en el ámbito de los medios se ha producido la tormenta perfecta: la publicidad está en mínimos históricos, la venta en quioscos es residual y ahora están apareciendo las plataformas de pago en internet pero, después de tantos años gratis, va a costar que en un ambiente de crisis colectiva la gente esté dispuesta a pagar por un periodismo de calidad. Pero no hay otra, o apostamos por un periodismo de calidad o nos ahogamos en unas fake news y unas redes sociales que sirven en ocasiones a intereses espurios y que están dejando al periodismo y a la verdad en una situación comprometida.
P.: La tiranía del clic lleva a descuidar la calidad, porque hay que conseguir que la gente te lea y no es tan fácil atraer con unos textos profundos. Pero, al mismo tiempo, ¿no estamos subestimando al lector? Esa idea de «te doy basura, porque basura quieres» igual no es tan real. ¿Hay que educar al lector del futuro?
R.: Pones el dedo en la llaga. Recuerdo cuando, a finales de los 90, estaba como director adjunto de los servicios informativos de Antena 3 y los directivos nos decían: «Haced el informativo que tengáis que hacer, que no os vamos a exigir audiencia»… Ya vendrá Isabel Gemio con Sorpresa, sorpresa a subir la audiencia de la cadena. A nosotros nos pedían un buen informativo. Pasado el tiempo, a los responsables de informativos ya les piden, al menos, hacer una audiencia que vaya con la media de la cadena; entonces, ya te sientes obligado a introducir algunos contenidos para que la gente no pierda la sintonía.
En este contexto nace aquello que llamamos ‘telebasura’, esa televisión que buscaba la audiencia por la audiencia. Eso no operaba en la prensa de papel, la gente compraba el periódico no por la portada, tenía una audiencia estable. Pero llega la prensa digital, y esas paredes electrónicas que presiden la redacción en las que ves en tiempo real qué se está pinchando de las informaciones que ofreces. Se llega al «tantos clics tienes, tanto vales como periodista»… independientemente de la calidad. Si ves las noticias más leídas en algunos medios serios, se te cae el alma a los pies. Son misceláneas hechas para que la gente pinche. Es una pena que estemos en esa diatriba de fijarnos solo en el número de personas que, ante un titular llamativo, pincha. Pero esto es lo que hay.
P.: En estos tiempos en los que tanta información se consume, en los que la posverdad y las redes sociales lo inundan todo… ¿Sería necesario recuperar ese formato televisivo de 24 horas solo información?
R.: Yo soy un convencido, y aquella aventura que iniciamos en 1999 con CNN+ fue un aprendizaje maravilloso. En aquella época acuñamos eso de «está pasando, lo estás viendo», tú ponías la televisión y te enterabas de lo que ocurría sin esperar al Telediario. Y es algo que tiene validez, que complementaba al canal de 24 horas de la televisión pública, que ahora es la única opción. Me sorprende que las cadenas, que tienen muchos canales además del principal y grandes redacciones, no lo hagan, porque sería relativamente sencillo ponerlo en marcha.
Y a la pregunta de si es necesario, te diría que sí. Ahora tenemos mucha información sobre el coronavirus, pero ¿lo sabemos todo? Pues no. Pregúntale a la gente por la mascarilla y sus usos… O explica por qué en los aeropuertos es necesario dejar dos metros de distancia, pero dentro del avión no se van a dejar filas libres. ¿Quién explica esto? Hay mucha información, pero nos faltan elementos para entender lo que está pasando. A veces nos olvidamos de dar a la gente claves y contexto para entender la información. Esa es la labor de los periodistas.
P.: ¿Se puede hacer periodismo confinado?
R.: Sí, y de hecho se está demostrando en programas de radio, televisión, periódicos y revistas… Se puede hacer periodismo, pero a largo plazo no, porque la esencia del periodismo es ir, ver y contar. Y, después de estar allí, aplicar la regla de las “las 4 C”: conocer, comprobar, contrastar y, por último, contar.
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