Veraneo civilizado
Mario Crespo | 11 de julio de 2020
Un pódcast, una novela negra, otra del Oeste, una entrevista, una crónica y dos películas para el mes de julio más atípico de los últimos tiempos.
Llega julio, aunque sea un julio raro. En Podría ser peor estamos muy a favor del veraneo civilizado. De las piscinas, los helados y la horchata; de los porches, los novelones y las sobremesas largas; de la pesca con mosca, la navegación a vela y los trenes lentos; de las camisas de lino, los mosquiteros y el olor a crema solar. Así que este mes traigo cosas que encajan bien en cualquier verano que valga la pena, en la playa o en la montaña, o incluso para los muchos que este annus horribilis no podrán moverse de casa: un pódcast, una novela negra, otra del Oeste, una entrevista, una crónica y dos películas.
Un pódcast: Radio Beades
¿Hay algo que no haga Jesús Beades? Escribe poesía, canta, toca unos cuantos instrumentos y ahora también incursiona en el pódcast. Su proyecto, Radio Beades, tiene ya 50 capítulos breves en los que recita, contextualizada y a veces hasta canta poemas de autores clásicos o modernos. Perfecto para escucharlo en un paseo por la playa, por ejemplo.
Ya se ha atrevido con Manuel Machado, Miguel Hernández (con música), Agustín de Foxá, Ernestina de Champourcin, Aquilino Duque, Miguel D’Ors, Enrique García-Máiquez, Rocío Arana… Se puede escuchar en Spotify y en Ivoox.
Una novela negra: Adiós en azul, de John D. MacDonald
Tarjetas de crédito, planes de jubilación, partidos políticos, hipotecas, televisión. Todas estas cosas tienen algo en común: no le gustan nada a Travis McGee, un «recuperador de cosas» que vive en una casa flotante tipo gabarra de dieciséis metros de eslora, en la costa de Florida.
En la tradición del hard-boiled americano, de Chandler o Hammett o Ross McDonald (con el que no está emparentado), John D. MacDonald, al que muchos conocerán por El cabo del miedo, sabe usar bien los giros narrativos, el humor ácido y los personajes femeninos cautivadores y peligrosos. Esta novela ha sido editada en España por Libros del Asteroide, que también imprimió la segunda entrega de la serie McGee, Pesadilla en rosa. Ojalá sigan: hay veintiún libros en total, todos con un color en el título.
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Una novela del Oeste: Verano en English Creek, de Ivan Doig
Una gozada de novela, lenta, estival, adolescente y con un punto de costumbrismo, pegada al paisaje y a los ritos del Oeste. Transcurre en Montana en 1939, y el protagonista es Jick, un muchacho de catorce años que acompaña a su padre en sus tareas como guarda forestal. El argumento no suena especialmente excitante, ya, pero háganme caso: es buena. Publicada por Libros del Asteroide.
Una entrevista con el pintor Ignacio Escobar
La entrevistadora es Mariona Gúmpert; el entrevistado, Ignacio Escobar, pintor, profesor y humanista; y se ha publicado en el blog Conversaciones masculinas. Hablan sobre el arte contemporáneo, sobre la relación maestro-discípulo o sobre las lenguas clásicas, entre otras cosas.
«Todo lo que es noble y verdadero en la vida acaba dependiendo de una apuesta, o de una declaración de fe», dice Escobar. Y qué razón tiene.
Una crónica: La ciudad perdida de Z, de David Grann
El explorador Sir Percy Fawcett desapareció sin dejar rastro en la Amazonia brasileña en 1925, mientras buscaba una enigmática ciudad perdida a la que llamó «Z». Casi un siglo después, el periodista David Grann, fondón y nada aventurero, se propuso reconstruir sus pasos, desde las bibliotecas de Londres hasta el legendario infierno verde brasileño.
El libro entrelaza ambas historias con erudición y buen ritmo narrativo, buceando en la historia de una de las culturas menos conocidas del mundo, por la dureza del terreno y por la escasez de restos arqueológicos en piedra. En España lo ha publicado Penguin Random House.
Una película: El hombre de Río (1964)
Hubo un tiempo en que el cine europeo era divertido, y esta película, una mezcla rara de Tintín, Hictchcok y Jacques Tati, es una buena prueba. Una estatuilla amazónica, paisajes brasileños, Brasilia en construcción, Jean-Paul Belmondo haciendo de Cary Grant y una mezcla acertada de suspense, acción y comedia. Está en Filmin.
Y otra: Único testigo (1985)
Cualquiera que vea esta película desde una abarrotada ciudad costera y posea un mínimo de buen gusto y unas gotas de misantropía se verá tentado de pasar las próximas vacaciones en una comunidad amish. A ellos no les gusta tanto la idea, y por eso, después de esta película, temerosos de las hordas de turistas, renunciaron a albergar ningún otro rodaje.
Este thriller sobrio, dirigido por el gran Peter Weir, cuenta el choque de dos mundos muy distintos: el de un policía rodeado de corruptos, Harrison Ford, y el de un niño amish que presencia por casualidad un asesinato. Disponible en Google Play.
Imagen destacada: Fotograma de Único testigo. | Filmaffinity
Zona de confort
Los comanches, los ultras del Manchester United, se cruzan este mes con escritores, espías y con la Caballería de John Ford.
Viejas ideas frente a la nueva normalidad
Una película de vaqueros que defiende el valor de la profesionalidad, una novela sobre la familia y un ensayo que nos recuerda que ser positivo no es lo mismo que ser realista.