Mario Crespo | 12 de diciembre de 2020
Selección navideña de cine y literatura más o menos de género (western, negro, bélico y cómic); sin forzar la originalidad, pero sin caer en lo tópico.
Al principio pensé en hacer una selección con lo mejor de la Navidad, y suele suceder que lo mejor es también lo más conocido. No tiene nada de malo renunciar a la pedantería y hablar de lo obvio, y menos en estas fechas, pero El Debate de Hoy tiene la buena costumbre de pagarme por mis artículos, así que no me sentía cómodo cobrando por recomendar Canción de Navidad de Dickens o Qué bello es vivir de Capra (hoy Capra es mucho más contracultural que Almodóvar, pero ya me entienden). Al final, fiel a la filosofía de la sección, he decidido hacer una selección navideña de cine y literatura más o menos de género (western, negro, bélico y cómic); sin forzar la originalidad, pero sin caer en lo tópico. Así que, en la última entrega del año, traigo dos películas, dos cuentos, una novela y una serie de ilustraciones que rebosan de espíritu navideño.
Mi película favorita sobre los Reyes Magos no es un peplum, sino un western dirigido por John Ford. Transcurre lejos de Judea, en el desierto de Arizona, y la protagonizan tres ladrones de bancos (John Wayne, Pedro Armendáriz y Harry Carey Jr.) que encuentran un niño en un pesebre. La madre ha muerto en el parto y el padre ha desaparecido, así que los bandidos deciden proteger al bebé en su ruta por el desierto.
En el camino, con el farol de la carreta a modo de estrella, los tres tipos duros se ablandan, se transforman y se redimen. Un gran cuento de Navidad alegórico.
«Dos días después de la Navidad», comienza Watson, «visité a mi amigo Sherlock Holmes con la intención de transmitirle las felicitaciones propias de la época. Lo encontré tumbado en el sofá, con una bata morada; tenía el colgador de las pipas a su derecha, y un montón de periódicos arrugados, que obviamente acababa de estudiar, al alcance de la mano». En ese marco empieza el misterio: una señora ha encontrado en el interior de un ganso una piedra valiosísima que había sido robada a una aristócrata en el Hotel Cosmopolitan.
Viendo este planteamiento, podría pensarse que es simplemente otro relato de Sherlock Holmes y que la fiesta es solo el marco temporal. Pero no: es un auténtico cuento de Navidad. Esperen al final para comprobarlo. El sabueso más cerebral de la literatura de detectives también tiene corazón en estas fechas.
Publicada entre 1946 y 1993, la revista belga Tintín -que publicaba, además de las historias del famoso reportero, otros muchos clásicos del cómic- tenía la costumbre de dedicar su portada de diciembre a una ilustración navideña. Hergé firmó personalmente muchas de ellas, todas de gran belleza y una cierta ingenuidad. Tintín aparece cenando con sus amigos, montando el árbol de Navidad con Milú, caminando a la misa del Gallo con un farol, intercambiándose regalos con el capitán Haddock o arrodillado ante el belén, entre otras.
En esta web han recopilado todas las portadas. Los originales son un regalo exquisito para cualquier tintinista.
La cena de nochebuena de los Lee se ve interrumpida por el asesinato del millonario patriarca. Un «allegado», el carismático Hercules Poirot, será el responsable de investigar el crimen. Publicada en 1939, la novela desarrolla una de las mejores tramas de Agatha Christie, la envuelve en un denso ambiente invernal e incluso, aunque sin entrar en demasiadas honduras -tentación en la que jamás cayó la autora-, se anima a apuntar algunos matices sobre el peso de la familia. Editado por Espasa.
Uno de los mejores narradores de su generación, tan cómodo en la distancia larga, la novela, como en la corta, el relato, Rafael García Serrano escribió un soberbio cuento de Navidad ambientado, como la mayor parte de su obra, en la Guerra Civil.
«Lo mejor de la Nochebuena en casa era añorarla desde lejos», piensa un soldado al principio, y el ‘lejos’, en este caso, es un pueblecito en el frente del Ebro. De prosa rica y juguetona, llena de refranes, humor y jerga cuartelera, la historia recuerda a las de la Primera Guerra Mundial, pero a nuestro estilo. Ha sido incluido en varias antologías. La última, Partes de guerra, coordinado por Ignacio Martínez de Pisón y editado por RBA.
En el Madrid del Piojo Areta siempre es Navidad. Una Navidad castiza y algo gris, con espumillón, polvorones y especiales de Antena 3 Radio. Nostalgia, diálogos de acero y un estilo muy español, pero al mismo tiempo muy de Hollywood. Las tres partes son el mejor cine negro que se ha hecho en nuestro país, y la Navidad es una gran excusa para verlas juntas.
La primera entrega (1981) y la segunda (1983) se pueden ver gratis en el archivo de RTVE. La tercera (2019) está en Movistar+.
El tren como escenario de romances, asesinatos o como metáfora de la libertad. Vagones, raíles y estaciones protagonizan las recomendaciones de este mes.
Nos adelantamos a los centros comerciales y su «terrorífica» decoración de Halloween para proponer novelas, películas y hasta versos que hacen de los fantasmas algo más intenso y menos lucrativo.