El campeón del mundo de «Fortnite» ha ganado, con solo 16 años, un premio de 3 millones de dólares.
El campeón del mundo de «Fortnite» ha ganado, con solo 16 años, un premio de 3 millones de dólares.
Tiene 16 años y es millonario. Lleva jugando al famoso videojuego Fortnite desde su lanzamiento, hace dos años. Este joven ha dedicado ya una importante parte de su vida a este juego. Es estadounidense y vive en el condado de Montgomery (Maryland); concretamente en Pottsgrove, que cuenta con algo más de 3.200 habitantes. En un domingo cualquiera -aunque seguro que para él no será un día más en su vida este pasado 28 de julio-, y en cuestión de horas, Kyle Giersdorf, más conocido en el mundo gamer como Bugha, ha ganado 3 millones de dólares gracias a este popular videojuego.
Fortnite es uno de los videojuegos conocidos como battle royale. El juego consiste en cien jugadores que comienzan la partida cayendo en una isla. Los jugadores tienen que encontrar armas, construir fuertes y matar al resto mientras una tormenta se acerca hasta rodearlos. El espacio en el que se produce la acción se va reduciendo cada vez más y solo uno de los cien puede quedar con vida. Lo normal es que una partida no dure más de 20 minutos. En definitiva, se trata de un juego de sencilla jugabilidad que ha enganchado a más de 250 millones de jugadores desde su lanzamiento en julio de 2017.
¡Muchísimas felicidades @bugha!
¡No nos olvidamos de nuestros representantes hispanohablantes, que lo han dado todo y están entre los mejores jugadores del mundo!#FortniteWorldCup pic.twitter.com/QXnR94syM9
— Fortnite (@Fortnite_ES) July 28, 2019
La final en solitario, prueba reina de la competición, cerró el primer mundial del videojuego, que tuvo lugar en Nueva York este pasado fin de semana. Durante tres días, el torneo repartió 30 millones de dólares en premios. El primer campeón del mundo en solitario de Fortnite, con solo 16 años, repito, tiene 3 millones de dólares en el banco. Sí, se dice pronto. Y es que, ¿qué hace un adolescente con semejante cantidad de dinero?
Kyle ha afirmado que se comprará un escritorio. Ese, de momento, será su capricho, ¿pero qué ejemplo da al resto de niños y adolescentes que una persona tan joven gane tal cantidad de dinero? Y es que, aunque es recomendado a partir de 13 años, muchos de los jugadores de Fortnite tienen 8 años.
Para hacernos una idea, Kyle Giersdorf ha ganado más dinero en un fin de semana que el campeón de Wimbledon (2,6 millones de dólares), Novak Djokovic, en más de una semana de competición. Según el informe de Statista, el ganador de la Copa Mundial de Fortnite gana más que el vencedor de Roland Garros, que el del Masters de Augusta, que el del Tour de Francia o que el campeón mundial de Ironman.
Es una realidad que los jóvenes quieran ser gamers o youtubers, porque así lo afirman ya muchos. Querer ser como Rafa Nadal, Mireia Belmonte, Pau Gasol y Carolina Marín, entre otros, o tomar a estos y otros deportistas como referentes, no preocupa a las nuevas generaciones.
Yessir@AspectFN_ pic.twitter.com/aQk3oELcwT
— SEN Bugha (@bugha) July 29, 2019
Emplear tiempo en los videojuegos no es malo, porque entre otras cosas mejoran las habilidades mentales. El problema está cuando se dedica excesivo tiempo, que puede generar adicción y además provocar aislamiento del individuo. Y es que cuando están dedicando demasiado tiempo a los videojuegos se dejan de hacer otro tipo de cosas: quedar con los amigos, hacer deporte, estudiar o ayudar en las tareas del hogar.
Practicar deporte contribuye a nuestro bienestar personal, algo que en la infancia llega a ser aún más importante. Diversos estudios afirman, y a su vez alertan, de un estilo cada vez más sedentario por parte de los jóvenes. Por ello, debe ser tarea de todos promover la educación física y el deporte para mejorar la salud y, como consecuencia, lograr una mayor calidad de vida de los niños y adolescentes. El deporte moviliza emociones y sentimientos, pero sobre todo puede influir en las actitudes y comportamientos de las personas, a través de los valores que transmite: esfuerzo, superación, respeto, deportividad, solidaridad y compañerismo, entre otros.
Es un mal ejemplo para los adolescentes que tomen como referencia que un chico de su edad se convierta en millonario por jugar a videojuegos. Esto hace que se cree una sociedad donde triunfe el conseguir cualquier cosa de manera efímera y no con esfuerzo y sacrificio.
Tanto a los campeonatos de videojuegos como al deporte de élite solo llegan unos pocos. Pero ante esta similitud, debemos plantearnos una gran diferencia: ¿queremos una nueva generación formada por personas que se encierran en su casa a jugar durante horas a la consola o queremos tener una sociedad que tenga referentes deportivos, que practique deporte y que tenga valores? Yo lo tengo claro: quiero que los jóvenes hagan deporte, que se relacionen, que hagan amigos y que tengan valores.
Las condiciones de enseñanza-aprendizaje son las que otorgan el poder educativo al deporte, en el que la figura del entrenador es crucial.