Víctor Arufe | 09 de diciembre de 2020
Cinco medidas que el Gobierno puede poner en marcha para promover un estilo de vida saludable en la población general y especialmente en los más pequeños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a hablar. Un nuevo tirón de orejas a todas las autoridades políticas de los Gobiernos de diferentes países que miran hacia otro lado cuando se les habla de promover estilos de vida saludables en la población. Y es que quizá se encuentren en un conflicto de intereses: apostar por la salud de la población o apostar por la salud económica de determinadas empresas y el ahorro presupuestario. Lo cierto es que actualmente la batalla la está perdiendo la población.
Personas más activas para un mundo más sano, con ese título presentan un documento con un total de 20 medidas enmarcadas dentro del Plan Mundial sobre Actividad Física 2018-2030. El sedentarismo ha copado prácticamente la vida de un 70% de la población. Una cifra muy alta cuando el comportamiento sedentario se acompaña no solo de la ausencia de actividad física, sino también de una mala nutrición y el abuso de dispositivos de pantalla. La media por familia se sitúa en 7 y, en niños, en 4 dispositivos a su alcance cada día, según los resultados de un último estudio que hemos realizado desde el grupo de investigación.
La OMS establece como objetivo para el año 2025 reducir un 10% la población inactiva y, para el año 2030, reducirla un 15%. Pero para esto no solo las personas deben concienciarse de la importancia de afianzar un estilo de vida saludable, sino que los Gobiernos y las autoridades políticas nacionales deben marcar unas pautas y adoptar medidas exigentes que mejoren la salud de la población.
Son múltiples las medidas que se pueden adoptar. En este artículo no puedo reflejar todas las que desde mi punto de vista son necesarias, pero nombraré las más importantes.
La actividad física tiene un aval científico que confirma mejoras en múltiples esferas del desarrollo humano, desde la física a la psíquica, social, afectiva y emocional. Actualmente, la materia de Educación Física está infravalorada en el currículum educativo.
Es especialmente dar cobertura a esta materia en Educación Infantil y Primaria, al comprender edades clave para asentar rutinas y hábitos de vida.
El hormigón y el ladrillo lo han invadido todo, la cesión del suelo para la construcción de viviendas y edificios públicos y privados eclipsó la promoción de espacios para que las personas puedan disfrutar del placer de hacer ejercicio al aire libre. Un mayor número de espacios para la práctica deportiva estimularía el interés y la motivación de una parte importante de la población para practicar deporte a cualquier hora.
Hay ciudades modelo como la ciudad de Pontevedra, que dio prioridad a la creación de zonas peatonales frente a la circulación de vehículos. Esto no solo favorece que la gente se desplace caminando para recorrer trayectos pequeños de uno o tres kilómetros, sino que también estimula la economía local del pequeño comercio.
Es habitual que muchos profesionales vinculados a la salud trabajen de forma aislada con sus pacientes o clientes. El Gobierno debería estimular la creación de equipos multidisciplinares en todos los centros de salud para que se ofrezca a las personas un enfoque integral de su patología o enfermedad, a fin de paliar, curar o recuperar su salud. En ocasiones no hace falta recurrir a la farmacología, un buen equipo multidisciplinar podría ser el formado por un profesional de la medicina, uno de la nutrición y dietética, uno del ejercicio físico y uno del ámbito de la psicología.
Presentar un buen estado de salud y de forma debería tener asociado un beneficio social, una persona sana y con un estilo de vida saludable produce un importante ahorro a la economía de un país. Por eso se debe incentivar a través de compensaciones fiscales o económicas.
Si seguimos mirando hacia otro lado, seguirán aumentando los problemas de salud vinculados a patologías cardiovasculares, de salud mental, económicos, medioambientales, sociales y nutricionales.
La combinación perfecta: un plato de origen vegetal, otro de origen animal y como postre, fruta fresca.
La pandemia ha fomentado el hábito de comer de táper. Esta opción tiene la ventaja de ser la más económica y puede ser también la más saludable si se cumplen unas condiciones de seguridad para reducir los riesgos alimentarios.