Javier Varela | 27 de mayo de 2019
El Barcelona se ampara en la libertad de expresión para permitir una actitud lamentable en cada final de Copa.
Lleva el Barcelona seis finales de Copa del Rey consecutivas disputadas y en todas ellas, más que sus títulos –cuatro-, sus derrotas –ante el Real Madrid en Mestalla y el pasado sábado ante el Valencia- o sus goles, han cobrado especial importancia los pitos que han recibido el himno español y el Rey en los prolegómenos del encuentro. Este año no cambió el guion. Los pitos, los abucheos y las esteladas ondeando mientras atronaba el himno de España en el Benito Villamarín volverán a dar la vuelta al mundo para sonrojo de todos. Esta situación inexplicable y bochornosa se ha convertido en el particular «día de la marmota» del fútbol español. Los aficionados del Barcelona, como vienen haciendo los últimos años en el calificado como ‘partido más bonito del año’, demostraron su mala educación.
?? Una final más, pitos al himno de los hinchas del FC Barcelona en la final de la #CopaDelRey pic.twitter.com/nWLRFOBexY
— Goal España (@GoalEspana) May 25, 2019
Primero, acompañaron con silbidos, abucheos y protestas la entrada de Felipe VI en el palco del estadio y la situación fue a peor cuando comenzaron los acordes del himno a un volumen atronador en todo el estadio. La situación política y social vivida en Cataluña en los últimos años y la decisión de este mismo viernes de la Mesa del Congreso, presidida por Meritxell Batet, de suspender a los cuatro diputados catalanes que tomaron posesión de su escaño el pasado martes y que se encuentran en prisión preventiva, Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sánchez, ha sido el detonante para que se repitan los insultos al himno y al monarca español.
El Barcelona se ha mantenido fiel a su discurso de los últimos años y, amparándose en la libertad de expresión, no censurará los abucheos. El propio presidente del conjunto azulgrana, Josep Maria Bartomeu, ha reconocido en varias ocasiones que “en todas las Copas del Rey que yo he sido directivo han pitado. La gente puede decir lo que quiera, hay democracia y cada uno se expresa como quiere”. Sin embargo, pitar el himno nacional o abuchear al Rey puede tener consecuencias. Si en las últimas finales toda la polémica quedaba limitada al cruce de declaraciones entre los republicanos y los defensores de la unidad nacional, ahora hay precedentes judiciales que convierten la acción en punible. Resulta inexplicable que, lloviendo sobre mojado, no se haya actuado ya con la necesaria contundencia en el asunto vergonzante de los pitos al himno. La ligereza -o la cobardía- con la que se consiente este bochorno año tras año sitúa al fútbol español a los pies de los caballos.
Sin embargo, la Audiencia Nacional ya decidió condenar a una multa de 7.200 euros a Santiago Espot, presidente de Cataluña Acción, como promotor de la pitada al himno ante el Rey Felipe VI en la final de Copa de 2015, disputada en el Camp Nou entre Barça y Athletic de Bilbao. El juez consideró a Espot autor de un delito de ultrajes a España y otro de injurias a la Corona, al considerar que su actuación no estaba amparada por el derecho a la libertad de expresión. Y lo acusó de ser el autor «de un plan preconcebido y planificado por él mismo» que ejecutó con el «deliberado y firme propósito de ofender y menospreciar al jefe del Estado español y al himno nacional». Pero ni esa condena parece haber frenado a los grupos independentistas que, año tras año, invitan a los aficionados del Barcelona a pitar al himno y al Rey.
Va siendo hora de que los responsables empiecen a tomar medidas drásticas y que no se queden en papel mojado
Además, en el minuto 17, tal y como suele ser tradicional en cada partido que disputa el Barcelona en el Camp Nou, desde el fondo donde estaba situada la afición azulgrana se escuchó el cántico de “¡Independencia!”, igual que en el minuto 25 se escuchó “¡Libertad!”, en referencia a los políticos catalanes encarcelados. Ambos cánticos duraron apenas unos segundos. Afortunadamente, la afición del Valencia respondió a los pitos y a los cánticos independentistas con aplausos, con gritos de ‘España, España’ y tarareando el himno español, con lo que los pitos quedaron silenciados y en un segundo plano. Durante la previa, también se escuchó desde el fondo sur el ya clásico «Libertad, presos políticos», a lo que desde la grada valencianista se respondió con el «Viva España» y tarareando el himno nacional.
Tras el último espectáculo vivido en la final de la Copa del Rey, va siendo hora de que los responsables empiecen a tomar medidas drásticas y que no se queden en papel mojado. La afición del Barcelona perdió en la grada y su equipo, en el campo.
El Barcelona se suma al revisionismo histórico y ya ha anunciado que pretende quitar los reconocimientos a Franco. Pero los hechos hablan de favoritismo económico, con la construcción del Palau, y deportivo, con el fichaje de Kubala.