Jorge Solana | 03 de abril de 2020
Un vino elaborado de forma totalmente artesanal en una bodega que se abre a la solidaridad ante la crisis del coronavirus.
El vino, y sobre todo el enoturismo, ese turismo especialmente relacionado con el vino, se han visto ampliamente paralizados, como todos los sectores, por la crisis sanitaria que vivimos a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
Ante la situación de confinamiento y en relación con ella, muchas bodegas han empezado a poner en marcha bonitas iniciativas solidarias de visitas virtuales a sus instalaciones o, simplemente, ventajas en la comercialización. A todos nos toca reinventarnos ante situaciones excepcionales.
Corazón de Lago
Vino tinto
Uvas: 100% tempranillo
D.O. Ca. Rioja
10€
En esta línea, ya que aquí suelo hablar de un vino, me detengo en una bodega ubicada en el “Barrio de Las Cuevas”, en el Cerrillo Verballe de San Asensio, en plena Rioja Alta. Bodegas Lecea se encuentra en este cerro totalmente excavado formando “calados”, un entramado de pasadizos subterráneos donde descansan los vinos a una temperatura constante.
Uno de sus vinos podríamos decir que tiene mucho corazón, por el sentimiento y la forma en la que está elaborado, Corazón de Lago. Este vino está vinculado a una de las actividades enoturísticas más bonitas, como es el pisado de la uva. Durante un fin de semana de octubre, Bodegas Lecea organiza unas jornadas en las que muestra la elaboración de este vino de la manera tradicional. Ver a algunos de los visitantes poder probar lo que significa pisar la uva en directo, en el lagar o lago, supone un gran valor añadido en cuanto a la visita a unas instalaciones.
Corazón de Lago se elabora a partir de uvas seleccionadas de viñedos con una edad superior a 25 años. Su elaboración es totalmente artesanal: la uva es depositada entera en el lagar y, pasados unos quince días, se realiza el pisado de la uva como hace 100 años, para luego acabar el proceso con el prensado en el trujal de mano. De los 20.000 kilos de uva recogida, se obtienen unas 4.000 botellas de vino seleccionado, que sale al mercado con esta marca tan inspiradora.
Como inspiradora ha sido la campaña que Bodegas Lecea ha anunciado estos días y que tiene como fin el agradecimiento al importantísimo papel que están desarrollando los profesionales sanitarios en la lucha contra esta pandemia. “Nuestra bodega ofrecerá visitas y catas de manera gratuita para todos los sanitarios del país durante 365 días desde que acabe el estado de alarma”, indican desde la propiedad.
Esta actividad solidaria incluirá visita guiada y cata comentada sin coste para sanitarios acreditados y un acompañante. La bodega está compuesta por cuatro construcciones y cuatro calados subterráneos donde descansan sus vinos. Se alcanza una profundidad de 14 metros y una temperatura estable de 13º durante todo el año. Adentrarse en ellos es entender la historia del vino y trasladarse hasta las más curiosas costumbres vitivinícolas. La combinación de cubas de madera y de hormigón hace entender la evolución en la elaboración de vino.
Mientras tanto, y como no podemos salir de casa e irnos a visitar estos pasajes tan curiosos e interesantes, la bodega ha preparado para los días 3, 4 de abril y en Semana Santa: 9, 10 y 11, a las 19 horas, una visita virtual por estos calados del siglo XVI, incluso con cata comentada. “Podrás interactuar con nosotros y resolver tus curiosidades”, señalan desde la bodega. Para ello, es necesario que tengas sus vinos en casa.
No es la única bodega que se ha animado a hacer visitas virtuales durante estos días. Entre otras muchas, destaca la opción de Bodegas Menade, en la celebración de su 200º aniversario.
El vino y el turismo del vino se muestran también solidarios en estos momentos. Las previsiones señalan que, después de esta crisis sanitaria, vendrá la económica. El turismo parece ser que sufrirá mucho, pero lo positivo es que el turismo del vino puede ser una buena fórmula para romper la rutina, sin gastarse mucho y sin ir muy lejos. Ánimo, #EstamosJuntosEnEsto.
Las Jaras está elaborado con tres variedades de uva: mencía, Alicante bouschet y prieto picudo, y fermenta espontáneamente con levaduras autóctonas en tinos de madera.
El vino Pruno de Finca Villacreces cumple una década manteniendo la personalidad y el carácter de su elaboración con la variedad tempranillo y un toque de cabernet sauvignon.