Jorge Solana | 11 de septiembre de 2020
Señorío de Nevada, edición plata, es un vino tinto de corte moderno, elaborado a través de un coupage con variedades de syrah, merlot y cabernet sauvignon. Está sirviendo de estudio en uno de los centros enológicos más prestigiosos de Burdeos.
Señalan los que conocen la historia de Granada que no puedes dejar en la vida de dormir una noche en el Parador de Granada, Convento de San Francisco. En el que era un palacio nazarí, los Reyes Católicos mandaron levantar este convento en 1495, recién reconquistada la Alhambra.
En este lugar descansaron los restos de los Reyes Católicos durante algún tiempo y es conocido el texto testamentario de Isabel I en el que reclama: «Y quiero y mando que mi cuerpo sea sepultado en el monasterio de San Francisco, que está en la Alhambra de la ciudad de Granada, siendo vestida con el hábito del bienaventurado pobre de Jesucristo San Francisco…».
Disfrutar de las vistas desde este edificio es experimentar un momento de historia, de paz, tranquilidad y placer. El restaurante y terraza parece mantener el respeto por los antepasados y la mirada puesta en el Generalife, desde el lugar que el sultán eligió para disfrutar del momento de descanso.
Señorío de Nevada, edición plata
D.O. Granada
Hacienda Señorío de Nevada
Tinto con crianza. Variedades: syrah, merlot y cabernet sauvignon
12,60€
El convento renacentista sufrió importantes transformaciones y ampliaciones en el siglo XVIII. El edificio llegó al siglo XX en un estado ruinoso. La profunda restauración de 1927 posibilitó la recuperación de valiosos elementos prácticamente derruidos. A partir de ese momento, y dada la importancia artística de la Alhambra, fue transformado en residencia de artistas hasta que, en 1945, se convirtió en Parador de Turismo.
Ahora, en este momento de la historia, hay que añadir un dato más a aquello de que hay que dormir en las habitaciones de este lugar. No se puede transitar por este mundo sin disfrutar de una comida y un buen vino, de señorío, en este enclave. Es algo que no nos deberíamos perder nunca, al menos una vez en la vida.
Por supuesto, allá donde vayas prueba los productos del lugar. El vino también. En este sentido, Andalucía perdió por tradición o por visión desde el exterior la imagen de lugar donde elaborar buenos vinos tintos. Digo lo de la visión exterior, porque en muchas ocasiones habremos oído hablar de que las altas temperaturas no permiten alcanzar los niveles de calidad notables para este tipo de vinos.
Se demuestra, una vez más, que aquello ha pasado a la historia, ya sea nazarí o de los Reyes Católicos. La Alhambra de Granada, su parador y Sierra Nevada ven hoy cómo grandes vinos de la zona se abren camino, mesa y mantel para poder tener un maridaje perfecto con platos típicos como el cabrito preparado con receta de la Alpujarra, que hace pocos días disfruté en el propio restaurante del primer convento granadino de la Reconquista.
Para maridar o fusionar mis sentidos con ese producto de la zona, elaborado con receta de la zona, no iba a ser menos y pude disfrutar de un vino de la Alpujarra, Señorío de Nevada. Hacienda Señorío de Nevada se sitúa a la entrada de esta comarca, con 21 hectáreas de superficie, superando ligeramente los 650 metros de altitud sobre el nivel del mar. Al pie de la sierra y con la influencia de la Costa Tropical, se beneficia de un microclima especial y de unos suelos de una gran carga mineral.
Un lugar donde se derriban todos los mitos del calor. Las temperaturas en verano pueden oscilar entre los 35º del día y los 12º o 14º de la noche. Los vinos que se elaboran hoy en las faldas de Sierra Nevada consiguen reunir una extraordinaria combinación de matices producidos por estos factores climáticos.
Señorío de Nevada, edición plata, es un vino tinto de corte moderno, elaborado a través de un coupage con variedades de syrah, merlot y cabernet sauvignon. Tiene una crianza mínima de 11 meses en barricas de roble francés y americano. Como sus compañeros de bodega, está sirviendo de estudio en uno de los centros enológicos más prestigiosos de Burdeos, con objeto de verificar su comportamiento en este extremo sur del Mediterráneo europeo.
Dos barriles de 250 litros de Amontillado Viña AB navegan en el buque escuela. Un vino singular, que combina la crianza bajo velo de flor, propia del Fino y la Manzanilla.
Rosa de Mar es un vino rosado, fresco, con un agradable fondo salino. Un vino con una producción de 3.000 botellas y que nace de un ensamblaje de las variedades merlot, monastrell y cabernet sauvignon.