Redacción El Debate | 30 de marzo de 2018
ENTREVISTA COMPLETA
Justino Sinova: Me gustaría preguntarle sobre el doping en el fútbol. ¿No existe y los futbolistas son almas angelicales que nunca toman una sustancia prohibida o es que el control no es suficiente para detectar casos de doping?
Javier Tebas: En los deportes de equipo el doping no tiene tanto sentido como en los de esfuerzo individual. Aun así, no estamos exentos de pruebas de doping, y el caso Gurpegui es un ejemplo de ello. Somos el deporte que más controles antidopaje hace, a pesar de ser un deporte de equipo. En España el fútbol hace cerca del 90% de los controles antidoping, porque es costoso financiarlos y somos el deporte que económicamente mueve más dinero. Desde La Liga estamos siempre muy preocupados por la integridad de la competición, es decir, por los amaños, la seguridad y, por supuesto, el doping. Por tanto, lo reducimos al máximo. El doping en el fútbol existe, aunque es muy minoritario, igual que sabemos que en la sociedad hay gente que seguirá robando bancos, que seguirá estafando, que seguirá haciendo todo.
Pablo Casado: Como abogado, ¿cómo cree que se ha cerrado la Operación Puerto?
J.T.: Trascendiendo del tema jurídico, queda un poco cojo, porque no hemos podido saber realmente hasta dónde llegaba Eufemiano Fuentes en el mundo del dopaje. Se ha corregido la legislación a partir del problema de la Operación Puerto. Hoy día, con la legislación actual conoceríamos mucho más lo que está pasando. Desde el mundo del deporte en general esto lleva a un debate entre la lucha del derecho a la intimidad, los derechos de los deportistas y el derecho al conocimiento de lo que está ocurriendo.
David Vicente: Volviendo al fútbol, ¿cómo vivió usted en su cargo el órdago independentista y que un club como el Barcelona parezca estar más cerca del secesionismo que de la competición nacional?
J.T.: El órdago independentista es muy anterior al 1 de octubre, es uno de los problemas que la política española no analizó que venía desde hace años. El debate famoso de si el Barcelona y los equipos catalanes jugarían fuera de La Liga lo llevamos viviendo, y siempre –yo, desde luego-, con el mismo mensaje. Primero, sabiendo que es imposible que hubiese llegado el fenómeno independentista, porque hay un Estado de derecho en España que debe imperar. Todo lo que ha pasado después –que haya gente en la cárcel- no me ha sorprendido, era lo lógico. Los que nos dedicamos al mundo del derecho sabíamos que no quedaba otra; si uno hace una maldad, tiene que acabar donde tiene que acabar. Siempre hemos defendido que la Ley del Deporte era muy clara en ese aspecto y que no era posible que los equipos catalanes pudiesen jugar fuera de La Liga ni tampoco que nosotros lo admitiéramos. Como tema personal, también lo he manifestado públicamente, no entiendo a España sin Cataluña ni a Cataluña sin España, porque mi madre es catalana, toda la familia de mi madre somos catalanes y nos consideramos catalanes dentro del territorio español. El Barcelona es un poco víctima de la época de Joan Laporta, en la que se identificó muchísimo con la política y con el independentismo, y ha sido difícil que se pueda salir de allí. También tenemos que entender lo que ha pasado en la sociedad catalana durante estos últimos años; se ha criticado mucho al Barcelona con su postura y también tenemos que criticar a gran parte de la sociedad catalana, que ha estado en silencio durante muchísimos años y ahora, por suerte, ha salido. Era muy difícil estar en Cataluña y expresar tu opinión de sentirte español.
Chema Rubio: Con toda la importancia que le están dando usted y su equipo a La Liga con los temas de imagen, identificando a cada estadio con su color, con su modelo… ¿Qué imagen quedó en ese partido contra Las Palmas, con el Camp Nou vacío, a raíz del tema de la independencia?
J.T.: La imagen no fue buena para el resto del mundo ni para España. Pero el fútbol también es parte de la sociedad, parte de la vida. Estamos diez meses al año todos los fines de semana con nuestros temas y fue un problema más; no le quiero dar más ni menos importancia. Ya sabe todo el mundo lo que desde La Liga hemos opinado sobre el fenómeno de la separación de Cataluña y el deporte, y fue una consecuencia del estado de tensión que se vivía en aquel momento. Me preocupan más las imágenes que podemos dar con temas de violencia –tenemos la suerte de que en nuestra competición no estamos teniendo estos incidentes- que lo que pasó ese día en el Nou Camp.
D.V.: En apenas unas semanas vamos a vivir una nueva final de la Copa del Rey, otra previsible pitada al himno nacional, ¿veremos solo sanciones económicas o habrá algún momento en el que se suspenda un partido?
J.T.: Yo no sé si hay sanciones económicas. Es que la Copa del Rey no es de La Liga. Yo siempre he manifestado que se debería sancionar, incluso llegar, por qué no, a suspender un partido, pero como no se legisla en ese camino… yo no puedo cambiarlo, es lo que hay. Ya no digo que es ‘previsible’, se pitará. Decir ‘previsible’ hace un acto de buena voluntad. Dentro de no mucho tendría que cambiar, tendría que aplicarse el 155 dentro del Wanda Metropolitano. Ya que estamos en un periódico que transmite valores y opinión, eso denota que se ha cuidado muy poco el respeto a lo que son los símbolos, que hay que tener de ellos un concepto mucho mayor que la mera representación instrumental o visual de tu nación. Eso nos lleva a que tendremos que llegar mucho más, porque eso nunca se acomete como se debería. Si en La Liga estamos sancionando y denunciando “ese portugués, hijo p… es”, ¿cómo no sancionaríamos o diríamos algo con esa cuestión?
P.C.: Volviendo al tema de la violencia, es verdad que en España no hay casos tan graves como los que hemos visto estas semanas atrás con los hinchas rusos, pero hay grupos ultras con un historial bastante importante, incluso con muertos antes de partidos. ¿La Liga podría hacer más para evitar que entren en los estadios?
J.T.:. Desde mi llegada a la presidencia, hace cuatro años y medio, y sobre todo desde el asesinato de Jimmy, el hincha del Deportivo, hemos pasado hasta a denunciar que se insulte en los campos. Según decía la gente, parecía que el fútbol se iba a convertir en la ópera, pero realmente es un elemento muy significativo; los insultos o la violencia verbal es el inicio o la fase previa a la violencia física. No puedes tener estadios convertidos en sitios donde insultar al árbitro, a los jugadores contrarios o incluso a los jugadores que no estaban, ni dirigir cánticos y gritos racistas. Empezamos a denunciar a los clubes, que fue una gran sorpresa, pero hay un dato objetivo en la violencia verbal; había unos gritos que se decían muchísimo hace tres años: “Messi subnormal”, “este portugués, hijo de puta es”, “puta España” o “puta Cataluña”, que ya no se dicen. Todavía nos queda algo de vez en cuando, pero han desaparecido o están desapareciendo. En cuanto a la violencia física de grupos denominados ultras, también lo hemos reducido muchísimo. Sigue habiendo, pero la mayoría de clubes españoles ya no tienen grupos ultras. Nos queda el Frente Atlético, que no está ni organizado ni inscrito en el registro de peñas, ni ya es lo que era antes en los desplazamientos, no se ve simbología normalmente de ningún tipo de partido. Y más aún, en el caso de Jimmy, que se archivó el procedimiento en primera instancia, quien recurrió para que se reabriese fue La Liga; el procedimiento sigue su investigación porque La Liga siguió peleando para encontrar a los asesinos de esta persona.
Hemos creado una unidad de integridad con un policía al frente –que era el anterior jefe de la Oficina Nacional del Deporte-, que es la oficina que tiene la Policía para el deporte. Es decir, nos hemos traído a su gente, tenemos cuatro policías en la casa trabajando en estos temas de integridad, tanto de seguridad como de deporte. También hemos creado un reglamento de venta de entradas para el tema de la afición de visitantes.
J.S.: ¿El arbitraje le quita el sueño?
J.T.: No, no me quita el sueño. Un elemento clave es la introducción del VAR y lo tendremos la temporada que viene… Pero lo que me puede quitar el sueño es que tenemos que mejorar profesionalmente en todos los aspectos, estoy muy obsesionado con el talento. La Liga de fútbol española es la mejor del mundo, tiene el mejor talento dentro de su entorno. Y eso también tiene que existir en el mundo arbitral, por lo tanto tenemos que mejorar las formas de selección de los árbitros, porque tenemos que tener el mejor talento y ayudar con los sistemas tecnológicos.
J.S.: Hay un aspecto relacionado con el arbitraje y con otras actividades u otros aspectos del deporte que es la simulación, que en los terrenos de juego se ve con muchísima frecuencia. Futbolistas que no han sido objeto de falta simulan una agresión.
J.T.: El régimen sancionador de lo que ocurre dentro del terreno de juego no es competencia de La Liga, pero mira si nos preocupa que, desde que soy presidente, durante 4 años y medio todas las semanas hemos presentado una reforma estatutaria redactada para sancionar las cuestiones de la simulación. Si no me equivoco, hemos presentado más de 100 cartas, con esto y más temas. Por lo que sea, antes el señor Villar no contestaba y todo lo que llevábamos se metía en el cajón y ahora con la indefinición que tenemos en la Federación… Pero nosotros como Liga lo decimos en todas las reuniones que hacemos, por escrito, es un elemento fundamental en el desarrollo de lo que es nuestro deporte. Hay dos cuestiones en las que estamos insistiendo mucho, una es la simulación y la otra es la forma de celebrar los goles. Nos llenamos la boca con el deporte y sus valores, como el sacrificio, el compañerismo… y luego nos gusta que un tío mande a todo el público callar o que haga un corte de manga, o nos gusta que simulen penaltis; esto no va con los valores que podemos defender en el deporte, por lo menos yo, que no me considero un hipócrita. Por lo tanto, debemos cambiar y así lo piensa la mayoría en el mundo del fútbol.
J.S.: Hay deportes donde eso se sanciona inmediatamente, como en el baloncesto.
J.T.: Sí. Somos el deporte más mediático, pero en eso estamos bastante retrasados. Además, lo que más me preocupa es que los insultos en los estadios, la simulación, la forma de celebrar goles son malísimos ejemplos para nuestra juventud y nuestros niños. Tenemos que corregirlo, porque se quejan de la violencia en categorías de menores, pero claro, si tu ibas –ahora menos- a un campo de fútbol y veías que se levantaban todos los de tu lado a insultar al rival, al árbitro, etc., eso es lo que estás enseñando a tu hijo. Todo eso de los valores del fútbol tenemos que creerlo y practicarlo de verdad, hay que crear normas y que lo políticamente correcto no nos lleve a que no haya que tomar ese tipo de decisiones.
C.R.: ¿Sigue necesitando, para esa profesionalización de la que habla, La Liga a la Federación?
J.T.: Tenemos que diferenciar lo que es la Federación de las personas que lo dirigen. La Federación como institución cumple un rol muy importante en el deporte de fútbol –y también en el deporte de fútbol profesional-, y no solo porque lo diga la Ley del Deporte, sino porque creo que tiene que ser así. Otra cosa es que los dirigentes lo hayan hecho muy mal, han pensado mucho en sus intereses personales y no en los valores que puede tener el fútbol. Pero tal y como está organizada la estructura del fútbol –nosotros estamos dentro de la Federación-, somos prácticamente autónomos, salvo cuatro conceptos de disciplina deportiva que son el tema de interaccionales, arbitraje… Con lo demás somos independientes, pero esos temas tenemos siempre que coordinarlos con la Federación, y yo estoy de acuerdo. Diferenciemos lo que son las personas de las instituciones.
D.V.: Habla de los valores en el deporte y de los insultos en los campos, pero no solo con los jugadores rivales, sino también con los propios. Hemos conocido el caso de André Gomes, que no está pasando por un momento personal fácil. Da la impresión de que, si los futbolistas muestran signos de debilidad, pueden incluso perder el prestigio adquirido. ¿Qué opina?
J.T.: El problema general de los insultos es que hay que evitarlos, no hay mayor comentario al respecto. Lo que sí tengo que decir es que España ha avanzado muchísimo en los últimos años. Esto que ha pasado en Francia, en el Lille, o en Inglaterra o en Grecia… en Francia ya lleva pasando todas las temporadas: las invasiones de los aficionados para presionar a los jugadores. En España no va a ocurrir eso, no tenemos ese problema, aunque a veces hay indicios de cosas que me preocupan mucho, como la visita de los Biris Norte al vestuario del Sevilla hace poco. De hecho, nos preocupa tanto que estamos intentando identificarlos, como pasó aquí en el Rayo con el caso Zozulya. Pusimos una querella a todos los aficionados que fueron a coaccionar para que el jugador no fuese incorporado al Rayo Vallecano, otra cosa es que lo han archivado. El archivo judicial no nos da miedo, pondremos todas las medidas que sean necesarias.
Fernando Lostao: Me gustaría que diera algunas cifras sobre lo que es el fútbol como industria, lo que está suponiendo de riqueza para el país, porque son datos muy significativos.
J.T.: Nosotros primero nos definimos como una industria de ocio y entretenimiento de nivel mundial y, dentro de la industria del deporte, la industria de ocio y entretenimiento más importante del mundo, junto con la NBA y con la Premier, porque estamos 10 meses del año todos los fines de semana entreteniendo a personas de todo el mundo, no solo en España. En el mundo compartimos ese producto con más gente y eso genera una riqueza para este país. Somos el 1,07 del PIB; solo el fútbol profesional va a estar en una cifra de negocio cercana a los 4.000 millones de euros. De esos 4.000 millones, estamos generando fuera de nuestras fronteras cerca de 1.200 millones de euros ya. Además, generados de una forma que es una importación de servicios, pero logísticamente solo subimos la señal a un satélite, la bajamos y nos cuesta eso 30 millones de euros al año, cada año más porque cogemos más satélites. Otros sectores cuando exportan tienen que pagar barcos, trenes, coches… y nosotros no, y con eso estamos trayendo 1.200 millones de euros a España todos los años. Además, a las arcas públicas. Como nuestros jugadores cobran muchísimo, están siempre en el tipo máximo, se ingresa muchísimo en concepto de IRPF, porque si pagamos el 70 u 80% de lo que ingresamos al salario de los jugadores, calcula que eso pueden ser 500 millones de euros netos al año. En cuanto al rendimiento neto de contribución a las arcas públicas de España, estaremos entre los principales sectores, no te diría que el primero, pero somos de los que más estamos contribuyendo con este producto fuera. También en cuanto a puestos de trabajo: estamos cerca de los 100.000 directos, es decir, dentro de la estructura de los clubes, y cerca de 10.000 empleados en los clubes de fútbol profesionales. Hoy leía en Palco 23 que falta un plus más de gente, pero el Barcelona tiene 1.000 empleados, el Real Madrid tiene 700, el Atlético de Madrid anda por 600… Nosotros en La Liga vamos por 300 y al acabar este año posiblemente vayamos por 400. Y luego, indirectamente, si empiezo por los medios de comunicación, desde las televisiones que tienen los derechos en exclusiva, que tienen canales con 1.000 personas trabajando para los de fútbol; todos los medios de comunicación, deportivos y no deportivos, que tienen gente dedicada exclusivamente al fútbol; el negocio textil que hay alrededor, el negocio de hostelería que hay alrededor, hay muchísimo. No lo digo por intuición, encargamos un informe a KPMG sobre ello. Es verdad que hace 5 años nos tenían que poner “colorados’” porque no se pagaban los impuestos, se pedían aplazamientos, había ahí una pelota… y, en 4 años, de una deuda de 700 millones de euros nos quedan 50 millones y no la podemos anticipar porque es deuda concursal. Es decir, hemos pagado toda la deuda que podíamos tener con la Agencia Tributaria y hemos cumplido con la del día a día, por lo tanto, somos un sector muy importante para este país y a nivel internacional somos Marca España. Tenemos 11 oficinas en el mundo; el otro día estuve en Singapur, tenemos 6 empleados allí trabajando, tenemos en Shanghái, en Pekín, Johannesburgo, en Dubái, en Nueva York, en Bruselas, que es una oficina dedicada más a la Unión Europea, en Nueva Delhi, vamos a abrir en São Paulo y tenemos, además de las oficinas, 50 delegados en otros 50 países diferentes que trabajan exclusivamente para La Liga en un proceso que hicimos de talentos. Tenemos desde Angola, Mozambique, Suecia, Alemania, Argentina, Chile, Colombia, Tailandia, Vietnam, Japón, Australia… gente trabajando exclusivamente en este proyecto que es La Liga Internacional. ¿Cómo seleccionamos? También creo que es un factor muy importante de modernidad. No es que estemos obsesionados, pero yo creo que el talento es muy importante y una de las críticas que habría que hacerle al mundo del deporte en general, de las instituciones deportivas, es que no hay incentivos para que la gente pueda entrar. Hicimos un proyecto público en España para varios países del mundo; buscábamos personas de entre 25 y 35 años, titulados superiores, con un máster, idiomas, hicimos esa propuesta pública y se presentaron 12.000 para seleccionar a 50, todos con extraordinarios curriculum, y se hizo una selección de acuerdo con Universia, que es del Banco Santander. Seleccionamos al final a los 50 y los tuvimos en un proceso de formación, como Gran Hermano, los metimos en un hotel en Madrid durante 3 meses saliendo los fines de semana y formándolos; los sacamos al mundo y puedo decir que es un talento impresionante. Empezaron en mayo, hemos terminado de colocarlos el pasado noviembre con los permisos de trabajo y todos ellos nos están representando. Estamos tratando esto como una industria para crecer, lo que vendemos son derechos audiovisuales fundamentalmente, Marca España y entretenimiento. Somos una auténtica industria, desde luego.
J.S.: A su organización, ¿se le ha quedado pequeña la liga española? ¿Hay que hacer una liga europea?
J.T.: El proyecto de la liga europea es un proyecto de barra de bar. Parece que se han reunido unos pocos ahí diciendo “nosotros somos los mejores”. Hay que conocer bien la industria, la liga europea está ya compuesta por un Madrid, un Barcelona, un Bayern de Múnich, un Manchester United, un Manchester City, PSG, un Oporto, un Benfica. Todos estos equipos de élite jugarían todos contra todos, pero la primera conclusión es que la liga la gana solo uno. Y, vamos a poner un ejemplo, en el mes de febrero alguno iría el noveno y alguno iría el décimo de toda esa constelación de equipos. ¿Cuál es el target del cliente, del fan de un Real Madrid, un Bayern de Múnich, de un Manchester United? ¿Cómo se ha educado a esos seguidores? Son seguidores ganadores. Tú tienes el perfil de un cliente al que le has dado una experiencia de ganar campeonatos y en la Champions le has dado un modelo que es por eliminatorias y que sí la puedo ganar alguna vez, pero si no la gano es muy complicado… Si de esos 20 equipos no ganan todos y siempre va a haber alguno que esté el séptimo, el quinto y el último, que me digan qué va a pensar un seguidor del Real Madrid o de cualquier otro equipo. Ese modelo, aparte de cargarse las ligas nacionales, se carga los mismo clubes, se carga el modelo de deporte europeo que ha nacido un poco de la oferta y la demanda. Los derechos audiovisuales hoy, -el 70% del valor económico- se mueven en Europa. Es un producto muy nacional, me explico: el año pasado se jugó una semifinal aquí de Champions Atlético de Madrid–Real Madrid. Eso como un partido de la liga europea sería una bomba atómica; a la misma hora se estaba jugando en Inglaterra un Arsenal-Stoke, ¿qué audiencia dio en Inglaterra? 15 veces más. Hace dos años, un lunes se jugó en Inglaterra Manchester City–Manchester United y a la misma hora jugamos en España un apasionante Eibar–Osasuna, ¿qué se vio más? 5 veces más el Eibar–Osasuna. Porque a veces los que somos muy futboleros nos creemos que todo el mundo nos ve a nosotros, algunos creen que duermen con los calzoncillos de su equipo, y no es así. El producto nacional está muy identificado. Por ejemplo, un Manchester City–Manchester United, alguna final, algún partido excepcional, la gente lo puede ver, pero ver una continuidad de una liga a la que históricamente no has estado vinculado –esto se lo digo a los grandes clubes- sería un fracaso. Es que es una idea de barra de bar, solo con preguntar a todas las televisiones europeas te dirán que no quieren ese producto, te dirán que lo que quieren es que las ligas nacionales se sigan fomentando porque les va bien, funciona muy bien su producto nacional y el modelo Champions tiene que ser el que es, no hay que modificarlo ni inventar nada nuevo.
C.R.: ¿Intuye que la venta de derechos que se va a hacer ahora de La Liga va a ser un poco pionera en Europa por las plataformas, por los O.T.T. (Over the top), por las negativas de Movistar y Vodafone?
J.T.: En la venta de derechos audiovisuales tenemos que diferenciar dos mercados estratégicamente diferentes, que son el mercado nacional y el internacional. Y, luego, en el internacional hay que aclarar que cada país, cada territorio donde vendemos el derecho tiene su estrategia puntual. Nosotros hemos sacado el Tender, concurso en la Unión Europea ahora en muchos países. Y hay países en los que hemos subido, como en Alemania un 30%, y otros países, como Inglaterra, en el que hemos bajado un 15% con el mismo producto, ¿cómo puede ser? Porque tienes que estudiar los mercados de la competencia internos y cómo está la televisión de pago, del mundo de la O.T.T. El producto español es un producto tan Premium en España que el nivel de ingresos que te da es del 60% de lo que recaudamos en televisión. Es decir, si hubiese tenido que entrar el mundo de las O.T.T., los Amazon, los Facebook, entrarían más fácil los mercados internacionales. De hecho, en Alemania la que ha comprado estos derechos es una gran O.T.T. de deportes que se llama DAZN, que pertenece al grupo Perform, se ha invertido mucho en esto. Pero lo que valemos nosotros en Alemania no es nada, pues nos paga 20 millones de euros por temporada y en España queremos sacar 1.300 millones. La pregunta es: ¿voy al mercado español, que es el que más en boga está estos días por los medios de comunicación? Viene aquí Amazon y te dice “te pago 1.300 millones, me quedo los derechos, hago mi canal en Amazon Premium y luego voy a ver lo que puedo vender”. No, porque generalizando los números de Amazon, vemos que tiene una cifra de negocio en España de tres mil millones de euros. Eso es lo que vende, ¿va a pagar 1.300 por el fútbol cuando está ganando en el mercado español 40 o 50 millones? No. ¿Qué puede pasar? Que Amazon quiera un paquete especial, que Amazon en algún paquete comparta el derecho con las televisiones IPTV, que son Vodafone, Orange, Telefónica… algún paquete, puede ser, pero nunca va a ser lo que te cambia radicalmente el tema del sector. La diferencia fundamental es que antes tenías que suscribir y ver un paquete de 200 canales o 60 o 70 y ahora ya teóricamente puedes acceder directamente al cliente final. Yo traslado este fenómeno al mundo audiovisual del deporte; todo el mundo cree que la adicción de la O.T.T. va decir “vamos a ganar más todavía”, pero si no sabemos manejarlo bien vamos a tener un problema. Nosotros -no es que seamos muy listos- debemos saber manejarlo bien para que eso no nos ocurra, pero las O.T.T. no van a ser ahora mismo la panacea. Te voy a dar otro dato: hoy en España la televisión por internet de O.T.T. -cuando hablo de O.T.T., porque lo considero competencia mía, hablo de Netflix, de HBO, porque es entretenimiento-, se dedica a entretener de una forma con el cine y nosotros entretenemos con otra que es el deporte en directo como el fútbol. Todavía es el 12% del mercado audiovisual, pero va creciendo, se calcula que hasta 2025 será del 50% con la televisión tradicional lineal, no lineal, en la que hay televisiones I.P y en 2030 ya será la O.T.T. mayoritaria. Esa transición es la que tenemos que saber llevar.
D.V.: En los derechos de televisión, que siempre se nos compara o se nos intenta comparar al fútbol español con la liga inglesa, con la Premier, ¿por qué en Inglaterra hay tan poca diferencia entre el que más recibe -creo que el año pasado fue el Chelsea (178– 180)- y el último clasificado, que fue el Sunderland, que perdió la categoría y recibió 116 millones de euros?
J.T.: La Premier recauda mucho más dinero que nosotros, aunque seamos la mejor liga del mundo. El mercado nacional tiene más habitantes que el nuestro, ahí tenemos un problema biológico. Si hay más habitantes, hay más hogares, más hogares más televisiones, y luego la penetración de la televisión de pago es mucho mayor que la nuestra, el doble; tienen una penetración del 70%, nosotros tenemos una penetración del 35%. ¿Esto qué es en términos numéricos? Cada fin de semana en esa grada virtual en la que estás viendo el fútbol desde tu casa -porque están los que van al campo y los que están en su casa-, tenemos nosotros seis millones de abonados a televisión de pago y ellos tienen casi 20; por lo tanto, recaudan mil y pico millones más que nosotros. A nivel internacional también recaudan más porque ellos son potencia audiovisual, aunque vamos recortando en la zona de Asia, donde hay mucha más población con un poder adquisitivo mayor comparado con la nuestra, que es Hispanoamérica. Y luego un tercer factor muy importante: que las ligas locales en Asia no son ligas potentes. También el modelo de reparto que nos hemos dado: en Inglaterra, el primero y el último están 1 a 2,3; nosotros estamos 1,3 y medio, porque nos hemos dado un modelo diferente. Un modelo tan igualitario como el de Inglaterra puede servir para su modelo de negocio, pero para el nuestro no sirve, porque aquí, si no hubiésemos hecho este tipo de reparto, a lo mejor las grandes estrellas del fútbol español no estarían jugando en el fútbol español; es muy fácil decir “oye, que el Levante gane lo mismo que el Barça, le damos la vuelta a todo”. Nosotros hicimos un reparto de televisión que está plasmado en la ley, hablando con el Gobierno un tema estratégico, que era que queríamos hacer que los equipos pequeños y medianos ganasen mucho más; antes la diferencia de era 1 a 12, ahora es 1 a 3,5, sobre todo que pudiesen defender su talento, que con el nuevo reparto de la Champions que comienza el año que viene se pone en peligro esa estrategia que hicimos. Eso lo hemos conseguido, necesitamos que el driver de nuestra industria siga manteniendo estrellas de jugadores, y ya no digo el Real Madrid y el Barcelona, digo el Atlético de Madrid; si no hubiésemos hecho este reparto de derechos audiovisuales que hemos hecho, Griezmann u Oblak no estarían jugando en el Atlético de Madrid o no estarían jugando futbolistas que están jugando en el nivel del Valencia o del Sevilla. Hemos defendido el talento en los grandes y los pequeños, y eso ha sido pensando en la industria. Es un concepto importante que me han trasladado últimamente, esto de la competitividad, de la competencia. Primero, la Liga tiene muchas competiciones dentro, tiene quien se salva de la categoría, quien juega en Europa… Hoy en día, jugando la Europa League hay 12 equipos, quién va a la Champions, quién gana la Liga… eso es lo primero, pero a nivel de estructura lo que más me preocupa es que no haya ligas de 100 puntos, que haya liga de 85 puntos; y, en este país, cuando el Madrid y el Barcelona ganaban la liga con 79 puntos, de vez en cuando se ha colado el Dépor… Si vas a ligas de 80-85 puntos, siempre se va a colar de vez en cuando uno, pero siempre van a estar compitiendo Real Madrid y Barcelona. Lo que no puede ser es que se llegue a ligas de 100 puntos en las que la previsibilidad del resultado cae. Este año ha llegado a más de 90 puntos y no es bueno para la competición, pero aún piensas que otros grandes no van a llegar ni siquiera a los 85 puntos.
F.L.: Ha subido muchísimo la calidad de la Segunda División y, aunque los equipos grandes pueden conservar a los grandes jugadores, cada vez más por abajo está surgiendo muchísimo talento.
J.T.: Surge talento, pero también tenemos que hacer que se proteja el talento en esos equipos y la única forma es que los jugadores ganen más, porque entonces puedes poner unas cláusulas de rescisión más elevadas. En 2015 no hubo reparto, Madrid y Barcelona se quedaron topados durante 2 años en 140 millones, y el Atlético de Madrid pasó de 48 a 110 millones de euros, el Leganés pasó de 150 millones a 40 millones. ¿Eso qué permitió? Que estos clubes pudieron subir el salario a sus jugadores y las cláusulas de rescisión. Si tú puedes subir el salario y la clausula de rescisión, el gran club no puede con tanta facilidad llevarse el talento que tienes. Eso fue la estrategia que planteamos, que ha funcionado, lo que pasa es que ha llegado la UEFA cuando reparte de la Champions y nos está desestructurando las ligas.
P.C.: Todo el dinero del que estamos hablando es un dinero que el fútbol genera, por vía de los derechos de televisión, etc. ¿Qué le parece que esté entrando en el fútbol un dinero que no está generado por el fútbol, que es de fuera y genera una burbuja a nivel europeo?
J.T.: En España no pasa eso. Si has seguido lo que digo del PSG, tira de hemeroteca. No es que tenga una batalla personal, no nos equivoquemos, es una batalla que tiene que afrontar el fútbol europeo y yo la estoy empujando. Cuando entra, a cualquier sector económico, no digo el fútbol, un dinero que no es del fútbol, genera una inflación y la desaparición de empresas, porque es un mercado ficticio. Yo pongo un ejemplo muy radical: si soy multimillonario y mañana me pongo al lado de un Carrefour y lo llamo ‘Tebasfour’ porque me apetece que todo el mundo no pague el pollo, no pague la leche, porque soy un ricachón y quiero que me reconozcan mi estrategia de política internacional… ¿Qué hago? Me cargo al Carrefour de al lado, porque tiene una estructura comercial como ha marcado la oferta y la demanda; aquí viene un tío que no le ha marcado la oferta y la demanda y, como soy rico, regalo todo. Es lo que pasa con la política de los jeques o pasará en su momento con Abramóvich. Actualmente tenemos dos equipos en Europa muy peligrosos en ese aspecto, el PSG y el Manchester City. Aparte, se ve dónde están haciendo las trampas. Una de dos, o la UEFA actúa o voy a tener que ir a la Unión Europea. Ya he dicho que vamos a ir si la UEFA no actúa, y espero que actúe porque hoy el mercado del fútbol es global, el talento es global y te pueden venir estos jeques, como ha pasado con Neymar, y “me lo llevo”, les da lo mismo lo que cuesten, “tú me lo das y lo ficho”. Hay que estar muy en contra de toda esa situación, porque genera una inflación y el efecto perverso de que los grandes clubes necesitan más dinero. Real Madrid y Barcelona dicen “Javier, es que a mí se me están llevando a Neymar, yo quiero más dinero de la televisión, cambia el sistema y dame más dinero”, o han ido a la UEFA para que cambien el sistema de reparto de la Champions porque necesitan más dinero para que no se lleven los jugadores. Esto genera descompensaciones totales. PSG, Manchester City infraccionan, pagan con dinero que no es del fútbol, pueden pagar más salarios, compiten y se los quitan al Barcelona, Madrid, Manchester United, Bayern de Múnich. Estos dicen “como yo no puedo hacer estas trampas, porque no tengo un Estado que me apoye, ni un jeque que me apoye, UEFA, dame más dinero de televisión”. Esos equipos encima compiten en mi competición nacional y eso me genera una desestructuración.
D.V.: Respecto a esa guerra del fútbol y por lo que le he querido entender con el tema del PSG, ¿sería perjudicial para La Liga que el Madrid pagase 300 millones de euros por Neymar este verano?
J.T.: Lo perjudicial es que no tenga el dinero para pagar, eso sería lo perjudicial. El Real Madrid, si paga 300 millones, tal y como está el acuerdo económico, es porque tiene capacidad para ello. De acuerdo con el nuevo acuerdo de Champions que entra en vigor la temporada que viene, veremos que van a subir algo los traspasos de los jugadores, pero no como consecuencia del PSG -que esa es una subida artificial-, sino que a los grandes clubes de Europa les va a llegar más dinero de la Champions y eso genera más dinero en el mercado de salario de jugadores y más movimiento. Esa inflación será una inflación correcta; a mí no me gusta, porque va muy definida a un grupo de clubes que va a desestructurar nuevamente las diferencias en las ligas. No sé si 300 -me parece un poco exagerado-, pero la misma cantidad el Real Madrid podrá afrontarla sin ningún problema económico, pero no sé si lo hará.
C.R.: La ley audiovisual de 2010 generó bastante polémica con el tema de las radios, se volvió a legislar…
J.T.: Fue lo primero que hizo Mariano Rajoy cuando tomó posesión. Fíjate si no había problemas en este país; no, la radio. Un fenómeno.
C.R.: Hay un partido en abierto, que usted siempre ha criticado porque genera pérdidas, ¿cree que se debe volver a hacer una nueva ley o que se debe respetar por lo menos la que hay?
J.T.: Lo que creo es que se debe modificar. Esto es una industria, lo que pasa es que todavía nos queda en España el concepto de “en abierto” de la época anterior, el partido de fútbol del 1 de mayo, cosas que aparecen como algo político… Ahora pagamos nuestros impuestos, pagamos todo. Yo, para poder competir en esta industria en el mundo, necesito las mismas condiciones que tiene la Premier o las demás ligas y hoy no tengo las mismas condiciones. ¿Por qué gana más en Inglaterra? He dicho que son más. Con los resúmenes del partido -el derecho de información que se ve no existe- sacan 100 millones de euros por ese producto. Nosotros 0, ya tienen 100 millones más para llevarse un jugador. No tienen partido en abierto obligatorio, por ese concepto calculamos que tenemos otros 100 millones de euros que podrían valer nuestros derechos, ya sumo 200. La legislación actual de España nos hace menos competitivos en 200 millones de euros respecto a alguien al que vamos a vender por el mundo los derechos de televisión de mi competición, de mi negocio y que se sienta a mi lado.
C.R.: Y, ¿cómo ve lo del derecho a la información, que es donde se agarra?
J.T.: ¿Cuál es el derecho a la información? ¿Los goles? ¿O informar del partido diciendo “ha acabado 1-0”? Aquí se ha hecho una construcción artificial del derecho a la información, en el año 1997 con una ley de Francisco Álvarez-Cascos, en una guerra que hubo de Telefónica con Vía Digital; se armó la de San Quintín y montaron un lío para perjudicar a Prisa TV, que ya sabéis que ideológicamente lo tengo en las antípodas. Económicamente fue así. Se creó un engendro del derecho a la información. Es verdad que la Unión Europea tiene directiva de los derechos de la información, pero también es verdad que esto es una industria y que nuestros competidores no pueden tener más ventaja competitiva por un tema de derecho. ¿El derecho a la información es que a las 9 de la noche todo el mundo se pare para ver el gol de Messi de falta? ¿O que sepan que Messi ha metido un gol de falta?
P.C.: ¿Qué le parece el sistema de Game Pas? En ligas americanas, como la NFL o NBA, es muy normal.
J.T.: Hay que diferenciarse siempre. Cuando hablas de un modelo, en este caso de O.T.T, hay que tener en cuenta que la NLB de béisbol lleva muchísimos años y tiene el servidor -que ha comprado Disney hace unos meses- más importante de este sector, del mundo de la O.T.T. Primero, hay que diferenciar los mercados; si no, nos equivocamos. A nivel nacional, no olvidemos que Estados Unidos tiene un mercado de 270 millones de personas, con una cultura similar, el mismo idioma, unas ligas que te llenan todo el territorio nacional. En segundo lugar, esos modelos están siendo compartidos, es decir, no está la NBA solo con su sistema, sino que la ha vendido a ESPN, hace unos 11 años, por muchísimo dinero, 2.000 millones y pico por temporada dentro del mercado nacional. Son modelos compartidos, pero no olvidemos que ese tipo de modelo te puede penalizar el precio de la exclusividad en otros lados. Lo que pasa que el mercado americano lo va absorbiendo, porque hay varios grandes proveedores de contenidos muy fuertes. ¿Dónde están yendo? Tengo ese contenido y estoy creando mi O.T.T. también de contenido. También lo hace Moto GP. ¿Nosotros vamos a llegar a ese tema? Indirectamente ya está funcionando: Bein Connect es una O.T.T donde puedes comprar no solo el partido, sino el canal. El modelo tiene que ir más a canal que a partido, pero cuidado con la transición. Si te tiras de cabeza a la O.T.T., a lo mejor se te cae el precio por el otro lado. Hay que cuidar muchísimo la transición. El deporte podrá decir que tiene cierta seguridad de monetizar nuevamente al alza cuando aparezcan plataformas globales que contengan deportes. Cuando Dezon, que es de capital ruso, crezca, podremos; o cuando Eurosport, que está en un modelo similar, crezca. Tienen que aparecer plataformas multideportes tipo, donde tú, como producto Premium, seas un carrier para que la gente lo compare. Para los mercados nacionales tardará, en los mercados internacionales ya está. Dezon es una compañía que tiene nuestros derechos en Alemania, Vietnam, tenemos 3 o 4 territorios donde su producto local es fuerte. Esta empresa posee una plataforma que tiene la NBA, que tiene muchas cosas de O.T.T. y allí en Japón también vamos con ellos, está siendo el Netflix del deporte.
J.S.: ¿Cómo se financia la Liga de Fútbol Profesional? Y, ¿qué problemas de financiación o económicos puede tener?
J.T.: Nosotros en La Liga, desde 2015, con la venta de los derechos de televisión tenemos una doble vía de financiación. Somos los encargados de vender todos los derechos de televisión y de ahí hay que descontar gastos para crecer. El 99% del trabajo de La Liga es crear valor de marca, de talento, para que crezcamos en los derechos audiovisuales, porque es nuestro tema fundamental. Luego, también tenemos una vía de financiación por nuestros patrocinadores, el Banco Santander y otros. Y luego una parte de las quinielas, ya pequeña, porque el mundo de las apuestas cae, las quinielas van hacia abajo como financiación de La Liga, pero también los clubes a través de todos los patrocinios que hacen las casas de apuestas tienen dinero que viene de ese mundo. Si te refieres al fútbol en general, con el Barcelona y el Real Madrid, el 40% de los ingresos son de TV; si quitamos a estos dos equipos, el 70% son ingresos por televisión. Hoy ya tienes equipos de fútbol, como el Eibar, que el 85% de su presupuesto son sus ingresos de televisión, o en el Celta de Vigo, el 80%; sin embargo, para el Real Madrid, el 30% son sus ingresos por derechos de televisión, el Atlético de Madrid más del 50%… Hoy los derechos audiovisuales son lo fundamental.
J.S.: ¿Los clubes no pagan una cuota a La Liga?
J.T.: Es que está implícito. Nosotros lo que hacemos más bien es que repartimos dinero, descontamos todos los gastos y sobra dinero. De televisión sobra muchísimo y también de los otros gastos, y lo repartimos. Pero ahora estamos en un momento en el que hemos fomentado el gasto, pero el gasto como inversión. Hemos creado una estructura internacional que no existía hace 4 años. Tenemos ahora cerca de 100 empleados trabajando fuera de España, hace 4 años teníamos 0. Toda esa estructura cuesta un dinero. Es una estructura que empieza ya -lleva muy poco tiempo- a recoger sus frutos y que ha sido creada para subir el valor de los derechos del fútbol. Aunque nosotros estamos en el alza, estas estructuras se crean para subir valor o, cuando el mercado va a la baja, para bajar menos que los demás, que aquí luego pensamos que todo crece. En el mundo audiovisual vamos a vivir un momento de “¡cuidado!”… la Premier está cayendo, por ejemplo.
J.S.: ¿En espectadores?
J.T.: No, no, en ingresos audiovisuales. En Inglaterra ha caído en su propio mercado nacional un 10%. En China, en el mercado Hong Kong, va a caer 200 millones de euros.
J.S.: Cae en ingresos, es decir, en espectadores.
J.T.: Bueno, espectadores audiovisuales, si los quieres llamar, sí. El mercado de la competencia lo han corregido los competidores.
J.S.: Todo tiene sus techos, claro.
J.T.: En Inglaterra había dos grandes competidores por los derechos: Sky y British Telecom, como si fuesen aquí Vodafone con Telefónica, que allí es una operadora de teléfono igual; ahora se han puesto de acuerdo indirectamente para no subir los precios. Otro ejemplo es la India, en la que había tres operadores que apostaban por el deporte fuerte, que son Stars, Sone y Relec. Relec lo compró Sone, quedan dos, y entre Stars y Sone se han puesto de acuerdo. En cada mercado tienes que saber lo que hay. En un mercado en el que hay competencia, el producto no baja nunca.
F.L.: Y la operación que se ha hecho con Arabia Saudí, con esos jugadores que han ido a diferentes clubes de nuestra liga, ¿cómo se gestó? Porque salió publicado que no era muy adecuada…
J.T.: Hay jugadores extraordinarios. Uno de los mejores jugadores de la Premier es egipcio. Si tuviese que haber pasado por España para llegar allá… por eso pasó por Italia. Estoy seguro de que en España no juega, “estos no saben jugar al balón”. Lo de Arabia Saudí es muy sencillo. El 29 de noviembre de 2017 se cita a todos los clubes de fútbol español que quisieran ir a Lisboa a hacer un scouter con la selección de Arabia Saudita. Fueron 29 clubes, terminaron el scouting y a los 15 días se les invita a ir a Riad dos fines de semana a ver la liga de Arabia Saudí para seleccionar jugadores, de ahí salen nuevos jugadores que vienen a nuevos equipos. Y Arabia Saudí trae patrocinadores a quienes se los han quedado, como Saudí Telecom, que es la primera compañía de telefonía móvil del mundo árabe. La otra estrategia de los clubes era: nosotros tenemos que intentar que los clubes tipo Eibar, Levante o Leganés tengan jugadores que sean referencia en algunos países; ahí tenemos al Eibar con Inui, que el año que viene se va al Betis, por cierto.
Sí. El Eibar es el 3º equipo que más se ve en Japón. No puede fichar una gran estrella para que lo vean en todo el mundo, no puede tener un Bale; lo que tienen que hacer estos equipos, y la estrategia que les marcamos, es traer a un buen jugador japonés, de Arabia Saudí o de Corea y vas a ser driver en esos países, y eso es lo que también se trabaja aquí. En el mundo árabe tienen un concepto de Nación Árabe, aunque se pegan entre ellos, igual que he descubierto que en África también tienen un concepto del mundo del color, del mundo subsahariano. En el mundo árabe es más claro, el proyecto del mundo panárabe existe, se palpa y si hay un jugador árabe jugando en España lo ven también en Egipto, y hemos ido a trabajar también para que estos clubes sean conocidos. De hecho, estos equipos han batido todos los récords en redes sociales del mundo árabe durante estas semanas.
P.C.: Volviendo a los valores del fútbol de los que hablábamos antes, ¿qué le parece que la publicidad en diarios deportivos, televisión y radio prácticamente solo sea de casas de apuestas? ¿Hay que ponerle algún tipo de coto para evitar problemas que se pueden generar, como la ludopatía?
J.T.: Bueno, si me pides mi visión personal del mundo de las apuestas, ni el bingo me gusta. Otra cosa es que no puedo dirigir un negocio cerrándome a la realidad y a lo que hay. Además, las apuestas online son un fenómeno tan global que como tal tenemos que tratarlo; que se prohíban las apuestas en Tercera División es imposible. Para nosotros tampoco es una gran parte de los ingresos. Para los clubes, el mercado publicitario de las casas de apuestas en España no creo que supere los 20 millones de euros, haría mucho más daño a los medios de comunicación, desde la Cope hasta la SER, son los que más sufrirían con ese tema. Es un debate, veremos lo que pasa. Se está hablando mucho de la regulación del juego, hay directivas de la Unión Europea, pero incluso en Europa no se ponen de acuerdo. El fenómeno ludopatía es preocupante y habría que darle una vuelta a todo esto.
D.V.: Fuera ya del aspecto deportivo, quiero que se ponga casi la toga de abogado, ¿usted es favorable a la prisión permanente revisable?
J.T.: Sí. El fenómeno de la prisión permanente revisable es un tema complicado, pero es muy importante el pensamiento de las víctimas, reparar el daño de la víctima, que no solo se repara económicamente; hay que reparar moralmente a esa familia que ha quedado destrozada para toda la vida y la reparación de esto puede ser la prisión permanente revisable. Quien lo haga debe asumir el riesgo de estar toda la vida reparándole el daño. La salida de prisión de esa persona haría muchísimo daño al entorno. La pérdida de un hijo no la reparas con una suma económica, pues que se repare con la prisión. La Constitución habla del fenómeno de la reeducación de la educación, habría que profundizar en ese tema, pero hay que trabajar mucho en la reparación del daño de la víctima, que también implica que se mantenga en prisión a alguien que ha cometido un delito, tal como estamos viendo estos días.
No te pierdas a los protagonistas de nuestros Café de Redacción