Antonio de la Torre | 28 de febrero de 2017
En mi artículo anterior, destacaba la brecha que se había abierto en los últimos meses entre los dos supervivientes, Iglesias y Errejón, del equipo fundador de ese partido asambleario que, con el nombre de Podemos -recordando al ”Yes, we can” de Obama-, irrumpía en el espectro político a primeros de 2014.
Brecha que se hacía evidente en la propia convocatoria del reciente Congreso de Vistalegre II, al concurrir con dos candidaturas diferentes para todo excepto para la Secretaría General, a la que no aspiraba el hasta esos días número dos y secretario político del partido.
Decía también que “ambos sabían que Podemos perdería sin el otro y su equipo” y añadía que “un resultado muy negativo para Errejón podría minimizar su papel en el futuro Consejo Ciudadano (Estatal) y tener consecuencias”.
Flotaba en el ambiente que una derrota de este último le podía hacer perder la portavocía del grupo parlamentario de su partido en el Congreso de los Diputados.
Al final, aunque las diferencias en los temas de organización y votaciones no fueran muy grandes, Iglesias sí se impuso de manera aplastante como secretario general -tal vez, porque su número dos no se presentaba al cargo- y los 23 miembros de Errejón en el CC Estatal frente a los 38 de Iglesias -37’1% frente al 60%-, lo dejan con el 20% de secretarías en la ejecutiva y, peor aún, sólo tendrá el control de una – exiguo 5%- de las veinte áreas de trabajo del partido, la de ‘Exteriores, Cooperación y Retorno’ -significativo este último campo- mientras las otras diecinueve las domina la mayoría ‘pablista’.
Con estos resultados, y como era evidente para cualquiera que conozca un poco las “artes” que se gasta la izquierda totalitaria comunista que, por mucho que quiera disfrazarse de demócrata, no es otra cosa este partido que venía a acabar con la ‘casta’ y a establecer “nuevos métodos en la política caduca de los partidos tradicionales”, no ha tardado en aparecer la “purga” propia de esta ideología.
El término «purga» al principio se utilizaba para expresar la expulsión masiva de miembros del Partido Comunista de la Unión Soviética
Sin ánimo de extenderme en la historia, conviene recordar la procedencia del término “purga” que, al principio, se utilizaba para expresar la expulsión masiva de miembros del Partido Comunista de la Unión Soviética que, a partir de 1936, incluyó además arresto, cautiverio, deportación y, en no pocos casos, ejecución del que se opusiera al Politburó, gobernado desde 1929 -hasta su muerte en 1953- por Joseph Stalin, tras enviar al exilio a su principal contrincante, preferido de Lenin, Trotsky.
De momento, no se ha llegado a estos extremos en la purga podemita, como ocurre en países comunistas como Cuba o Venezuela -que el “amado lidl” admira-, Irán o Corea del Norte, que tampoco le son ajenos.
No han tardado mucho en verse los efectos de la purga que el ‘profesor interino’ de la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense ha iniciado –tuvo el descaro de pedir ‘excedencia’ en su ‘interinidad’, por si colaba-.
Tania Sánchez también ha sufrido esta ‘purga’ siendo trasladada a la última fila del hemiciclo y detrás de una columna
El que hasta hace pocos días algunos apodábamos PabLenin, parece que sube un grado en su bolchevismo extemporáneo y ahora será PablEstalin, más próximo a las purgas de su antecesor y modelo.
Empieza el carismático ‘lidl’ por cambiar de portavoz, destituyendo a Errejón del cargo -crónica de una muerte anunciada- desplazándolo al tiempo del sillón de su derecha -¿una coincidencia esa posición con la postura aparentemente más ‘moderada’ del sacrificado o puro accidente?- a la fila de atrás y nombrando al efecto a la actual ‘favorita’ Irene Montero, más radical si cabe, que estará a su lado.
Además, Errejón cesa como secretario político, pasando a serlo de Análisis Estratégico y Cambio Político -para que nada cambie, seguramente-, y no le ha quedado otro remedio que aceptar la ‘invitación’ envenenada de ser el próximo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid -si, para entonces, la purga de ‘PablEstalin’ no va a mayores-, para que el sacrificio, de momento, no alcanzase niveles de riesgo. Está claro que no lo quiere cerca.
Pero no ha sido Errejón el único ‘purgado’ y los que se alinearon con él tampoco han corrido mejor suerte, destacando entre ellos -o mejor dicho ellas-, la anterior ‘media naranja’ de Iglesias, Tania Sánchez -la del «no voy a entrar en Podemos, no, punto»- trasladada a la última fila del hemiciclo -el gallinero- y detrás de una columna -para que la degradación sea aún más humillante-, hecho que se atribuye a los posibles celos de la nueva ‘primera dama’ del partido morado.
Como escribe Alfonso Ussía en La Razón «los celos abren grietas y heridas. Su macho matón, su hombre, la ilusión machirula de su vida, amó en demasía y apasionadamente a Tania», algo que no ha podido soportar Irene Montero y que una foto publicada por El Mundo refleja en toda su magnitud, mostrando a la ex, con gesto serio, mientras la pareja, detrás, desde sus escaños, le clava una mirada no precisamente amistosa. Y, para celebrarlo, nada mejor que la escena de amor cómplice del nuevo tándem en el bar, publicada por OK diario.
También ha sido víctima de la purga del indiscutible ‘lidl’ la ‘mamá del Congreso’, Carolina Bescansa, de cuyo niño no ha vuelto a ‘acordarse’ -ya no vende esa foto-, a la que, por no haber aceptado un puesto en su lista, el ‘mandamás besucón’ se la tenía guardada y ha sido alejada una fila, dándole su asiento al más “amigo” ahora, Rafael Mayoral.
El que sí mantiene su puesto es Alberto Garzón, que ya no molesta al líder tras la práctica desaparición por absorción de Izquierda Unida
Junto a ella se sentará otro de los afines a Errejón, Pablo Bustinduy, caído también en desgracia este ‘hijo de la casta’, que diría Iglesias, ya que su madre, Ángeles Amador, fue Ministra de Sanidad con Felipe González, famosa por el “medicamentazo” y nombrada después consejera externa de Red Eléctrica de España -otro caso de niño bien, ahora de extrema izquierda, al que seguramente no le faltó de nada, salvo, quizás, un ‘pescozón’ a tiempo-.
Parece que no acabará ahí la purga, ya que los sectores ‘pablestalinistas’, al sentirse ganadores, quieren trasladar su triunfo a las regiones en las que dominan, todavía, los derrotados errejonistas.
El que sí mantiene su puesto en el hemiciclo, justo detrás del escaño de Pablo Iglesias, es Alberto Garzón, que ya no molesta al líder tras la práctica desaparición por absorción de Izquierda Unida. ¿Hará algo al respecto la castigada y desterrada ex de PablEstalin para recuperar la IU que “nunca dejaría porque no iba a entrar en Podemos”?
Y, mientras tanto, sigue la incógnita de Pdr Snchz, que no sabemos si correrá la misma suerte de Garzón, ya sea por fusión o por absorción. Pero esa es otra historia, que iremos viendo.
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