Yolanda Vaccaro | 01 de julio de 2018
Hasta hace poco tiempo, Arabia Saudí era el único país en el mundo en el que las mujeres, saudíes o extranjeras, no podían conducir. El príncipe heredero, Mohammed bin Salman, que también es el ministro de Defensa en su país, se ha propuesto conceder avances en la legislación. Lo hace entre los resquicios de una legislación marcada por severas restricciones machistas derivadas de una interpretación radical del islamismo. En este contexto, el día en el que entró en vigor la ley sobre la conducción y por fin se podía ver a mujeres al volante en Arabia Saudí, los medios de comunicación dieron cuenta de las expresiones de alegría de varias mujeres que veían por fin alcanzado su sueño de poder conducir un automóvil. También se difundieron imágenes que mostraban a mujeres de países vecinos conduciendo hasta el país, para unirse a las manifestaciones de júbilo. Según las autoridades saudíes, más de 120.000 mujeres han iniciado los trámites para obtener permiso de conducir.
This Saudi woman started #Miles4Freedom, a campaign calling for the release of activists who fought for women's rights to drive in Saudi Arabia. pic.twitter.com/0tI3CeQVdX
— AJ+ (@ajplus) June 29, 2018
No es la primera vez que Arabia Saudí ocupa titulares por permitir a las mujeres algo que es cotidiano en la mayor parte del mundo. A principios de este año, las saudíes pudieron asistir por primera vez a un estadio de fútbol para ver un partido cumpliendo, eso sí, una serie de restricciones como aquella que veta a las mujeres determinadas zonas en los espacios públicos. También Arabia Saudí, en 2015, fue el último país en permitir que las mujeres ejerzan un derecho de sufragio equiparable al de sus compatriotas varones; en ningún caso podemos hablar de un ejercicio del derecho de sufragio homologable por los estándares democráticos internacionales. En todos los casos, es imperativo hablar de situaciones completamente condicionadas para las saudíes.
Y es que la noticia de que por fin haya mujeres al volante en Arabia Saudí, en realidad, más que alegrar al mundo debería ser motivo de reflexión; más que una exclamación de beneplácito, lo que amerita es la preocupante cuestión de cómo es posible que aún existiera un país en el mundo en el que las mujeres no podían conducir. Y, a partir de ahí, repasar la ristra de derechos y actividades que las mujeres tienen vetados en el país por el hecho fundamental de que todas deben tener un tutor (mahram), como si de menores de edad se tratase.
https://twitter.com/DGinPersian/status/1009482490627715073La lista de actividades para las que las mujeres necesitan permiso o compañía masculina para cumplir con preceptos legales es larga. Así, las saudíes no requerirán del permiso de su tutor para obtener el permiso de conducir y puede haber mujeres al volante en Arabia Saudí sin que estén acompañadas por su protector guardián. Pero sí, por ejemplo, requieren del consentimiento de su tutor para obtener todo tipo de documentos, incluido el pasaporte. También necesitan permiso de su tutor para viajar al extranjero.
Igualmente, solo desde el año pasado las saudíes pueden abrir cuentas bancarias y formar empresas o ir al médico sin permiso de su tutor, pero sí deben contar con la autorización para matricularse en universidades. Asimismo, las leyes laborales excluyen a las mujeres de decenas de puestos de trabajo. También, deben contar con la autorización de sus tutores para casarse, un permiso que debe ser refrendado por el ministerio del Interior cuando el novio es extranjero. Por no hablar de las estrictas normas de vestimenta que obligan a las mujeres a cubrir la mayor parte de sus cuerpos cuando salen a la calle.
Es cierto que el príncipe heredero ha realizado cambios, pero aunque ya haya mujeres al volante en Arabia Saudí, tales cambios no serán de calado real hasta que se toque la auténtica discriminación de las mujeres, el sistema de tutela masculino, la verdadera frontera saudí de la segregación machista.