Nacho Labarga | 03 de octubre de 2018
Alejandro Valverde lo ha ganado prácticamente todo dentro del mundo del ciclismo. Inició su carrera en el año 2002. Ya desde su segundo curso como profesional, el ciclista de Las Lumbreras comenzó a contabilizar éxitos. El más importante lo abrazó el pasado domingo al llevarse la medalla de oro en el Mundial en ruta celebrado en Innsbruck. Allí, en la coqueta ciudad austríaca, el veterano deportista de 38 años rompió a llorar tras cruzar en primera posición la línea de meta.
Para él significaba un sueño cumplido. Después de haber obtenido seis medallas en las citas mundialistas (dos platas y cuatro bronces), el de Movistar Team se colgaba por primera vez la de oro. «No miento si digo que ya pensé que quizá nunca la conseguiría», decía tras la conquista de la prueba. Alejandro Valverde es alguien que suma ocho podios en grandes vueltas, con un triunfo en la Vuelta a España de 2009 como más destacado. Aunque uno de los que más ilusión le hizo fue el conseguido hace tres años, en 2015, en el Tour de Francia. Su gran obsesión.
???¡¡¡ALEJANDRO VALVERDE, CAMPEÓN DEL MUNDO!!! ???
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) September 30, 2018
Una carrera de ensueño con el mejor premio a los 38 años ??
¡¡TE LO MERECES!! ¡¡QUÉ GRANDE ERES, @alejanvalverde!! #InnsbruckTirol2018
?? Lo viviste en directo en @Eurosport_ES 1⃣ y https://t.co/fLW7LTy0zL pic.twitter.com/3eP7dvC6Vp
Por la Grande Boucle hipotecó parte de su carrera. Durante la mayor parte de su extensa trayectoria siempre ha centrado el foco en la ronda francesa, lo que he la hecho descartar otras pruebas donde podría tener más opciones. Pese a todo, cuenta con un palmarés de lujo con cinco Flehas, cuatro Liejas y dos Clásicas de San Sebastián, que relucen entre sus 122 victorias acumuladas en total.
Pero lo más destacado de su figura a nivel deportivo es su afán de superación y capacidad de mejora. Su regularidad. Uno de los datos que lo ejemplifica es que esta medalla mundialista de ahora, que le permite por fin vestir el maillot arcoíris, llega 15 años después de haber conseguido la primera. No se ha cansado de ganar. Es alguien que es capaz de ser competitivo y vencer en pruebas durante todo el año, de enero a noviembre. Una capacidad que no tiene casi ningún ciclista en el pelotón actual.
Como muchos otros deportistas, su nombre se vio ligado a la lacra del dopaje. Fue sancionado durante dos años (2010 y 2011), en los que se tuvo que alejar de la bicicleta. Castigado sin poder cogerse un dorsal, ese tiempo no apagó el amor del murciano por su deporte. Pocos han sido los grandes campeones que, tras volver de una sanción de este tipo, regresan todavía más fuertes y consiguiendo más triunfos que antes. Alejandro Valverde es un ejemplo casi único en este aspecto.
El éxito austríaco tiene todavía mucho más valor si se tiene en cuenta la tremenda lesión que tuvo el de Las Lumbreras el pasado año en el Tour de Francia. Una terrible caída en la crono de Dusseldorf estuvo cerca de retirarlo del ciclismo para siempre. Los diagnósticos de los médicos eran peligrosos. No podía ni andar. Pero, como ha ocurrido otras veces cuando se habla de grandes campeones en el deporte, Alejandro Valverde regresó antes de lo previsto. Y con triunfos. Al principio de este año ya levantó los brazos en Valencia, Abu Dabi o Cataluña.
36 horas después de la operación ya empezamos las labores de fisioterapia ? Vamos! pic.twitter.com/xfoxvBS7AH
— alejandro valverde (@alejanvalverde) July 3, 2017
Tras ejercer de gregario de lujo de Nairo Quintana y Mikel Landa en el Tour de Francia, «el Bala» se presentó en la Vuelta a España con la intención de prepararse de la mejor manera posible para su reto en el Mundial. Pero su gran estado de forma hizo que peleara por el triunfo final de esta grande hasta la última jornada montañosa en Andorra. Muchos pensaron que estos esfuerzos en la carrera de casa podrían pasarle factura en Austria. La realidad demostró la teoría de un ciclista que es admirado por todos dentro del pelotón por su carisma, su buen humor y su profesionalidad. Es el segundo ganador más veterano de la historia tras Joop Zoetemelk, que lo conquistó en 1984, con tres meses y 19 días más que el murciano.
Hace un año parecía que Alejandro Valverde no iba a poder volver a competir y ahora es campeón del mundo con los 40 asomándose a la vuelta de la esquina. Es quizá con esa edad cuando podría abandonar definitivamente su deporte. Antes, este mismo año quiere ganar Lombardía (una de las pocas grandes clásicas que faltan en su palmarés). Lo hará ataviado con el jersey arcoíris. Ya se sabe, tras la tormenta siempre sale el sol.