Javier Varela | 02 de marzo de 2019
Creo que no descubro nada a nadie si digo que Robin Hood fue un hombre de gran corazón, que vivía fuera de la ley escondido en el bosque de Sherwood y que defendía a los pobres y oprimidos bajo el poder del sheriff de Nottingham. Pues me van a perdonar, pero a Gerard Piqué se le está poniendo cara de Robin Hood, porque siempre que puede saca su lado más demagogo y provocador para repartir lecciones de democracia, de sabiduría y de defensor de lo que él considera causas pobres.
El central del Barcelona quiso aprovechar el escaparate de los medios de comunicación para volver a posicionarse de manera clara y rotunda en favor del independentismo y de los políticos que están sentados en el banquillo en el juicio del procés por intentar un golpe de Estado. Piqué tenía ganas de soltar su proclama por los «presos políticos» del procés y aprovechó cuando se le realizó una última pregunta sobre el videoarbitraje. Todo muy lógico, por cierto.
?? Gerard Piqué en zona mixta
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) February 27, 2019
➡️ "Si dedicarais más tiempo al juicio que hay de los presos políticos, que es super injusto, en vez de hablar del VAR, iríamos un poco mejor como país"#PartidazoCOPE pic.twitter.com/Vc8eZJna7R
Y resulta curioso que, cinco años después de que Gerard Piqué dijera que «el deporte no se debería mezclar con la política, porque cuando sucede eso es porque lo quieren mezclar ellos (los políticos)», aprovechara una rueda de prensa tras la victoria de su equipo ante el Real Madrid en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey –el mismo contra el que actuaron los políticos que ahora asisten como acusados en el juicio del procés– para soltar su proclama independentista y su moralina secesionista.«En vez de dedicarnos tanto a hablar del VAR, si las televisiones en España le dedicaran el mismo tiempo al juicio injusto que se está haciendo contra los presos políticos las cosas irían mejor», declaró Piqué, a pesar de ser solo preguntado por el VAR. Y es que ya se sabe que los futbolistas responden lo que quieren a las preguntas que les hacen y más si es Piqué.
No estaría mal que alguien le dijera a Gerard Piqué que el juicio a los «presos políticos», que él tilda de injusto, no es más que una consecuencia a unos presuntos delincuentes que quisieron romper la unidad del Estado español. Un delito de lo más grave según el Código Penal. Tampoco estaría de más que alguien le dijera a Gerard Piqué que las televisiones privadas emiten los contenidos que les dan audiencia y el procés no parece el que más share regale a una televisión.
El Barcelona, la huelga separatista y la falsa pluralidad
Para eso está la Televisión Española, que en su canal 24horas está emitiendo buena parte del juicio del procés. Igual es que el central del Barcelona no tiene sintonizado ese canal en su televisor. O igual es que prefiere tirar de demagogia para volver a dejar clara su postura. Yo no sé si son culpables o no los políticos juzgados y, a pesar de lo que deja entrever, Gerard Piqué tampoco. Para eso está el tribunal, para juzgar los hechos y dictar una sentencia.
La frase de Piqué fue una idiotez en toda su extensión, porque en la televisión está a todas horas el procés. En vez de hablar de que el Barcelona ganó 0-3 y de que habían conseguido la clasificación a su sexta final consecutiva de la Copa del Rey, la gente hablaba de la frase de Piqué. Y cuando digo que es una idiotez no lo digo porque lo que diga lo sea, que está en su derecho de decirlo, sino decir que no se está dando visibilidad en las televisiones al juicio es, simplemente, mentira. Aunque tampoco es nuevo en el futbolista, que en 2017 compartió en redes sociales un mensaje difundido por el escalador Kilian Jornet sobre la falta de democracia de aquellos que «en ausencia de capacidad política usan la represión y la cárcel para silenciar ideas».
Y entre sus frases más célebres se encuentra la que comparó a Cataluña con un joven descontento con sus padres: «Cataluña es como el hijo de 18 años que se quiere ir de casa. El Gobierno tiene dos opciones: sentarse y dialogar, como haría un padre, o quizá el hijo se te vaya». Su frase sobre el juicio del procés no pasó inadvertida en las redes sociales, pues generó un sinfín de reacciones, pero quizá la más llamativa fue la Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña y fugado de la Justicia española. «Extraordinario. Gracias Gerard Piqué por el compromiso y el coraje», dijo el prófugo en un tuit.
Las palmaditas en la espalda de alguien que ha intentado romper España no son nuevas para un Gerard Piqué que dijo aquello de «españolitos, vamos a ganar la Copa de vuestro Rey», o eso de «vamos a dar la vuelta al campo para que nos vean los de Madrid y se jodan», o que apeló a la «libertad de expresión» cada vez que valora los silbidos al Rey y al himno de España. El mismo que dice, sin ruborizarse, que «no vi el mensaje del Rey, estaba jugando a la pocha» o «en un Estado democrático, el derecho a decidir es lo más democrático que hay». Está claro que, como también ha dicho en alguna ocasión, «diga lo que diga voy a crear problemas», aunque tirando de otra frase del futbolista, «si me posicionara perdería a la mitad de mis seguidores». Va camino de quedarse solo.