Juanma Cueto | 31 de enero de 2018
Nueve jugadores de Arabia Saudí llegan cedidos a la Liga Española. Sorprendente. Los colores no importan. Se acabó el romanticismo. Todo vale por la pasta. El dinero es lo primero. Los futbolistas son pura mercancía. Muñecos o títeres movidos al antojo de los todopoderosos reyes del balón. Los clubes van a generar más ingresos en concepto de nuevos patrocinadores y derechos de imagen, pero más de uno debería reflexionar, castigado en el “rincón de pensar”, como hacen los niños en el colegio, y tener claro que el fútbol no es solo un negocio.
CESIÓN I El internacional saudita Yahia Al-Shehri, refuerzo para la mediapunta ▶️ https://t.co/96tCGwS3jZ #BienvenidoYahia #سعوديون_في_لاليغا_الاسباني pic.twitter.com/ePywWqWSZL
— C.D. Leganés (@CDLeganes) January 21, 2018
¿Cómo quedan los entrenadores cuando les cuelan por imperativo legal, sí o sí, a un “paquete” con un nivel futbolístico infinitamente menor que el resto de la plantilla? ¿Qué es mejor, “tragar” sin autoridad delante del vestuario o dar un portazo para ingresar en la cola del INEM? ¿Es preferible ser un Rey Midas o un entrenador responsable y comprometido para ganar partidos utilizando sus mejores armas en el césped? Asier Garitano, en el Leganés, o Míchel, en el Rayo Vallecano, son ejemplos claros. No quieren un “producto” en mal estado. Una decisión de empresa que provoca mal ambiente interno, aunque no exista un compromiso de alineación. Piden a uno y le traen a otro. Llamo a un fontanero y viene a casa un pintor. Gato por liebre. ¿De verdad son referentes futbolísticos, con todos los respetos, Yahia Sahiri o Abdulmajeed Al Sualiheem? Villarreal, Valladolid, Numancia y Sporting también están en el punto de mira. El objetivo es conquistar el mercado árabe a toda costa. Ganar visibilidad y cerrar cuanto antes los derechos de retransmisión de los partidos.
Es injusto que un futbolista juegue por decreto. Sea quien sea. Por imposición. Porque lo dice el jefe y punto. Las cosas no son así. Si eres bueno… ¡a jugar!, pero me da en la nariz que la mayoría de los “fichajes” no mejoran lo presente. Ningún futbolista de Arabia Saudí ha jugado nunca ni en Primera ni en Segunda División. El objetivo es que cojan experiencia pensando en el Mundial de Rusia 2018. ¡Increíble! El negocio está por delante de la promoción y formación de nuestros jugadores. La AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) ya conoce de primera mano el malestar de los deportistas. La Liga Española está considerada como la mejor del mundo, junto a la Premier League , la Bundesliga y la francesa, y por eso precisamente debemos cuidarla con un cartel de lujo. Sin mediocridades. La cantera también se resiente. ¿Qué decimos a nuestros chavales? Es evidente que la decisión afecta a las categorías inferiores. El aspecto económico está por delante del sudor en el césped. No hay justicia.
Comunicado oficial: #AFEFútbol advierte de que el acuerdo entre LaLiga y Arabia Saudí antepone el negocio a la promoción de los futbolistas españoles.
— AFE (@afefutbol) January 22, 2018
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Los refuerzos de invierno llegan por decreto. Sin experiencia en la élite, por un papel firmado a ciegas. No hay un control deportivo exigente. Pasan el corte sin más, solo porque tienen dinero. Insólito. Pura estrategia mercantil. Economía radical. Sin tapujos. ¿Quién defiende a los aficionados?, ¿pagan por ver a los mejores o a un grupo de futbolistas voluntariosos sin repercusión mediática? Arabia Saudí cuenta con muy buenos futbolistas. Irán al Mundial, pero aquí, en la Liga Española, ojalá que siempre estén los mejores. Materia prima de primera calidad. En la vida y en el deporte, los valores son importantísimos. Tener la conciencia tranquila vale más que un puñado de euros. Sí. Soy un romántico del fútbol… y que dure.