Ramón Fuentes | 17 de septiembre de 2017
Este inicio de temporada nos ha dejado varios capítulos que reflejen una falta de respeto al juez del partido. Hasta en un amistoso donde el árbitro se vio obligado a suspenderlo. El caso de Messi en Champions es el último ejemplo.
Acaba de empezar la temporada 2016-2017 y estamos asistiendo a una tendencia que, en caso de convertirse en costumbre, supone una verdadera amenaza al sistema, especialmente al único juez con capacidad de impartir justicia. Estamos hablando del árbitro. Apenas tres jornadas de Liga y ya hemos asistido a distintos episodios de falta de respeto al estamento arbitral. ¿Es algo puntual? ¿Va a ser una costumbre? ¿Como se ataja esta preocupante tendencia además de con fuertes sanciones a los jugadores?
Repasemos con detalle lo sucedido porque debemos remontarnos a un simple amistoso de pretemporada entre el Athletic y el Alavés. El arbitro vasco Palencia Caballero se vio obligado a suspender el encuentro viendo el cariz que estaba tomando el parido. Pero además asistimos a un claro gesto de desprecio del jugador del Alavés, Alexis Ruano, con el colegiado. Algo que el arbitro recogió así en el acta arbitral «por dirigirse a mí, mostrando actitud agresiva y en reiteradas ocasiones, en los siguientes términos: Eres un puto sinvergüenza, hijo de puta». El colegiado guipuzcoano recogía también el feo gesto de Alexis al retirarse del campo: le agarró la cara en señal de desprecio. «Una vez expulsado, se encaró a escasos centímetros de mí, gritándome en tono amenazante: ¡Te lo digo a la cara, eres un hijo de la gran puta!. Justo después, me agarró fuertemente de la cara en actitud de desprecio».
Por suerte para Alexis no fue castigado con partido alguno al tratarse de un amistoso y el vacío legal existe en el Código Disciplinario respecto a este tipo de partidos. En condiciones normales habrían sido como poco cuatro partidos sin poder volver a competir.
Precisamente cuatro partidos es la sanción que Cristiano Ronaldo está cumpliendo por su reacción con el colegiado Ricardo de Burgos Bengoetxea en la ida de la Supercopa de España ante el Fútbol Club Barcelona. Algo que el colegiado recogió así en el acta arbitral: «Otras incidencias: (Jugador: Cristiano Ronaldo Dos Santos Aveiro) Una vez mostrada la tarjeta roja, dicho jugador me empujó levemente en señal de disconformidad».
Lejos de considerar si el gesto del portugués es una agresión en su plena expresión, algo que daría para un debate y posible reforma disciplinaria, lo cierto es que Cristiano se pierde los cuatro primeros partidos de Liga por considerar el órgano que imparte justicia en el fútbol español que su acción fue un gesto de menosprecio a la autoridad arbitral y, atendiendo al procedimiento disciplinario existente en el fútbol español, debe castigarse con un mínimo de cuatro partidos.
Pero ahí no queda la cosa porque la primera jornada de Liga nos dejó otras dos acciones de claro menosprecio a la autoridad arbitral. El primero fue el jugador del Atletico de Madrid, Antoine Griezmann con el colegiado Martinez Munuera. Después de ser expulsado por simular un supuesto penalti se dirigía así al colegiado: «En el minuto 66 el jugador (7) Griezmann, Antoine fue expulsado por el siguiente motivo: Dirigirse a mí tras ser amonestado diciéndome : ¡Eres un cagón!«.
En esta misma jornada el argentino del Sevilla Futbol Club, Ever Banega, respondía al arbitro del encuentro, el canario Alejandro Hernández Hernández: «En el minuto 84 el jugador (10) Banega Hernandez, Ever Maximiliano fue expulsado por el siguiente motivo: Dirigirse a mí, tras haber sido amonestado, en los siguientes términos: «la concha de tu madre«.
Pues bien ambos han sido castigados con dos partidos por claro menosprecio a la autoridad arbitral. El menor castigo que recoge el orden disciplinario que habla incluso de hasta cuatro partidos fuera de los terrenos de juego. Pero además en el caso del argentino, la propia resolución del Comite de Competicion de la RFEF manifestaba la gravedad el claro menosprecio que lleva implícito la utilización de la expresión «la concha de tu madre«.
Y el último capítulo de claro menosprecio hasta ahora en el fútbol español lo tenemos en el encuentro entre el Levante y Deportivo de La Coruña. Pero esta vez no ha sido con el árbitro principal sino con el cuarto colegiado. En este caso Luis Collado López. Y el infractor es el jugador levantino José Luis Morales quien, una vez expulsado, se dirigió así al asistente arbitral: «la puta madre, vaya tela, vaya tela«. Se le ha impuesto una sanción de dos partidos que sumado al que tendrá por la doble amarilla, le tendrá todo el mes de septiembre lejos de los terrenos de juego. Y podrían ser incluso cuatro partidos.
https://youtu.be/jq-wjnaKdOY?t=1h22m28sOtro capítulo con el cuarto arbitro lo hemos tenido en la cuarta jornada de Segunda. En el Tenerife – Granada. El jugador local Jesús Manuel Santana, recién expulsado por doble amarilla, se dirigió al cuarto árbitro en estos términos: «Árbitro eres un sinvergüenza«. El Comité de Competición le ha castigado con cinco partidos.
Y esta semana en Champion asistíamos a un gesto de Messi digno de análisis. No sólo se quejó pidiendo la amarilla para un jugador de la Juventus, Pjanic, además agarro por el hombro al arbitro esloveno Skomina. ¿Debió expulsar al argentino? No deben ser jugadores como Messi quienes den ejemplo evitando estas actitudes.
Llegados a este punto surge la siguiente pregunta: ¿es algo puntual o va a ser una tendencia? ¿Como se frena esta peligrosa moda? ¿No deberían sancionar los clubes también a sus profesionales por el trastorno económico deportivo que supone no poder contar con ellos? ¿Se ha perdido el respeto a la figura del arbitro? Preguntas que deberían hacerse los propios clubes. Lo cierto es que la «mejor liga del mundo» no ha hecho nada más que empezar y esta preocupante tendencia es digna sin duda de este profundo análisis.