Javier Pérez Castells | 24 de abril de 2019
Ningún partido se atreve a introducir mecanismos para hacer el gasto público más eficiente y sensato.
Lo de hacer un artículo comparando los programas de los partidos en el asunto de Ciencia y Universidades no es la cosa más divertida del mundo. Sobre todo porque no es un asunto que les preocupe demasiado y anda por ahí perdido entre los centenares de páginas de brindis al sol con los que nos intentan comprar el voto.
Y digo brindis al sol porque lo que caracteriza a los programas es la cantidad de lugares comunes y vaguedades con los que se refieren al problema del tejido universitario y científico español. Todos los partidos coinciden en prometer elevar la inversión en investigación hasta un 2.5 o un 3% del PIB.
Nada dicen de cómo se va a lograr ese aumento de inversión y sobre todo adónde va a ir a parar ese dinero. Si un problema tiene nuestro sistema universitario y científico es la cantidad de medios que se dilapidan en grupos, departamentos, institutos y demás que no dan la talla, es decir, que no corresponden a la inversión con una productividad científica adecuada.
Sin embargo, otros grupos excelentes encuentran grandes dificultades para sobrevivir. Decepción. Ningún partido se atreve a introducir mecanismos para hacer el gasto público más eficiente y sensato. Eso sí, todos hablan de disminuir las trabas administrativas y la burocracia asociada al trabajo de los investigadores. Bienvenido sea, pero no debe ser una tarea tan sencilla, porque a lo largo de los años lo que ha sucedido, gobierne quien gobierne, es lo contrario.
Pero dicho esto divirtámonos un poco fijándonos en qué es lo que más le importa a cada cual. De derecha a izquierda, a VOX la Ciencia y Universidades no le deben importar nada, porque no he encontrado una sola palabra relativa a esto en su escaso programa, o sea, cero patatero. La verdad es que merece la pena echar una ojeada al programa de VOX y compararlo con cualquiera de los otros cuatro, ¿se pueden creer que las palabras ciencia y universidad no aparezcan?
Los programas que más se parecen son los del PP y Ciudadanos. Coinciden en muchos aspectos, se les nota preocupados por lo que falla en el sector científico español: la parte privada.
Ningún partido se atreve a introducir mecanismos para hacer el gasto público más eficiente y sensato
En efecto, de nada sirve tener un potente sistema universitario que produce excelentes profesionales y doctores si después el sector privado no los absorbe y no valora esta formación tan elevada. Estos dos partidos hablan de fomentar las startups (Ciudadanos), de atraer al talento al sector privado (ambos), fomentar los beneficios fiscales y ayudas a las empresas de alto contenido tecnológico (PP), de simplificación administrativa (ambos), visados flexibles para científicos (PP), impulsar la interacción entre la industria y los centros de investigación (PP), y potenciar con nuevas leyes el mecenazgo, incluido el crowfunding (ambos). En definitiva, creo que lo que dicen es bastante insulso, pero al menos se les ve centrados en lo necesario, la verdadera pata débil del sistema.
En la izquierda andan a lo suyo, obsesión por lo estatal, lo público y el control administrativo. El PSOE habla de impulsar un nuevo plan director de infraestructuras científicas (el PP tan solo menciona en esto el apoyo a algunas infraestructuras especiales existentes, como el centro de supercomputación de Barcelona y el gran telescopio de Canarias). Me parece que ese no es el problema. Hay muchas infraestructuras científicas infrautilizadas y sin personal suficiente para que se las aproveche. Por su parte, Podemos quiere crear centros de innovación ciudadana en los municipios como punto de encuentro de la sociedad y de la ciencia.
No sé si querrán que los ciudadanos de a pie decidan en asamblea los temas prioritarios de investigación, en fin, me gustaría saber exactamente en qué va a influir eso para hacer de España una potencia científica. Sí que es interesante (en Podemos) la mención de redefinición de la carrera investigadora para basarla en el mérito. Aunque es otro brindis al sol, no estaría mal saber cómo pretenden hacer esto, que por cierto coincide con el programa de Ciudadanos. Ninguno se atreve a decir que para estar basado en el mérito sería imprescindible cambiar completamente el proceso de selección de científicos y profesores universitarios para poder acabar con la endogamia. No hay que irse muy lejos para observar qué se hace en otros países y simplemente copiarlo.
No es de esperar ninguna revolución universitaria, gane quien gane. No he visto planes de reforma seria del mapa universitario público, que cuenta con más de 50 universidades. Hay facultades con más profesores que alumnos, titulaciones deficitarias y dispersas por todo el territorio y una plantilla hipertrofiada, en especial de Personal de Administración y Servicios (PAS), aunque también en muchos casos de Personal Docente e Investigador (PDI). Varios programas (PSOE, Cs y PP) hablan de corresponsabilidad económica y rendimiento de cuentas de los centros universitarios, pero falta concreción. Y, por supuesto, no se menciona que la fragmentación de las decisiones en las comunidades autónomas es, en buena parte, culpable de la falta de calidad de muchos centros, pues cercena la movilidad y favorece el amiguismo en el acceso a la carrera académica. Una visión nacional del sistema sería imprescindible, pero me temo que no se vislumbra.
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