Daniel Cepeda | 21 de mayo de 2019
El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid quiere recuperar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
A una semana vista de las elecciones del 26-M, Telemadrid celebró en su sede de Pozuelo de Alarcón el debate a cinco entre los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. En el encuentro organizado por la radiotelevisión pública madrileña faltaba Íñigo Errejón; la Junta Electoral Central ha considerado que Más Madrid es un partido nuevo y, por tanto, no estaba autorizado a estar en este debate. Sin embargo, VOX sí que estuvo, porque ya se ha presentado a unas elecciones generales y, además, ha obtenido representación en Madrid.
“Les recuerdo que esto es un debate, que más allá de que nosotros le pongamos un poco de orden, si ven que hay algo que les haya llamado la atención y quieren interrumpir pueden hacerlo, que están en todo su derecho”. Así, y tras casi media hora de debate, la moderadora, María Rey, junto a Jon Ariztimuño, se dirigió a los candidatos en un debate que por momentos estaba siendo tedioso. El único que ponía algo de chispa y cortaba al resto de candidatos en medio de sus discursos fue Ignacio Aguado (Ciudadanos), que focalizó en Ángel Gabilondo (PSOE) sus críticas y se convirtió en el auténtico protagonista de un debate plano y falto de ritmo. En general, los aspirantes perdieron oportunidades para confrontar opiniones y quitar votos al adversario.
El impuesto de sucesiones lo que hace es grabar doblemente los ahorros que a los madrileños tanto les cuesta conseguirRocío Monasterio
Los actos y los gestos están medidos al milímetro, como manda la nueva política. La candidata de Unidas Podemos, Isabel Serra, llegó en taxi en un claro gesto de apoyo al sector, igual que el líder de su partido, Pablo Iglesias, en uno de sus debates previos a las elecciones generales. Hacer «marca» es otra de las consignas de la política actual, porque Serra, como Iglesias en los debates, no dejó en ningún momento el bolígrafo entre sus manos cada vez que intervenía. ¿Inquietud? ¿Inseguridad?
Aguado, con un estilo casi idéntico al del presidente de su partido, Albert Rivera, fue el único que mostró carteles a cámara. Rivera ha marcado el camino en Ciudadanos con el contenido de la imagen que, sin duda, sirve para reforzar el argumento que se está dando. En este sentido, el mensaje gana doblemente: por el argumento y por el contenido que lo demuestra.
Ignacio Aguado tuvo su objetivo muy claro desde el inicio: Ángel Gabilondo. Le preguntaba el candidato de Ciudadanos que «de qué tamaño es el sablazo» que pretende dar tras las elecciones autonómicas si gobierna. “Oír a Gabilondo hablar de economía es como escuchar a Herodes hablar de natalidad», apuntó en tono crítico. Mientras que el resto de partidos (PP, VOX, Ciudadanos y Unidas Podemos) abogan por reducir los impuestos, el PSOE los sube y en algunos casos quiere retomarlos. Gabilondo no se corta sobre el sablazo fiscal que prepara para los madrileños: “No es todo freír a impuestos, también hay bonificaciones. Simplemente es pedir un esfuerzo a los que más tienen”. Si no es freír a impuestos y que sí hagan un esfuerzo los que más posibilidades, ¿por qué no le pedimos al PSOE que el esfuerzo lo hagan ellos administrando mejor los recursos?
El PSOE, con Ángel Gabilondo a la cabeza, quiere recuperar el Impuestos de Sucesiones y Donaciones en Madrid. La izquierda siempre ha presumido de bajar impuestos, pero lo cierto es que con Pedro Sánchez han subido, y en Madrid puede suceder lo mismo en caso de salir elegido el exministro de Educación durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. El PSOE se escuda en que suben los impuestos para las rentas más altas, aunque eso no es completamente cierto, porque los impuestos suben para todos y los más afectados son los ciudadanos de clase media. ¿Es de ricos tener un coche diésel y tener que pagar 8 céntimos más por litro, lo que supone pagar 4 euros más por depósito? ¿Es normal que un autónomo, sin empleados a cargo, tenga que pagar 5 euros más al mes (283,32 euros en total)?
Estas subidas de impuestos, que a nadie se le olvide, han llegado de la mano de Sánchez. Sobre las medidas del PSOE, Rocío Monasterio (VOX) añadió que “el socialismo nos garantiza miseria y pobreza para todos, y el impuesto de sucesiones lo que hace es grabar doblemente los ahorros que a los madrileños tanto les cuesta conseguir”. El PSOE estaba recibiendo críticas de todos los frentes.
Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular, mostraba cierto miedo a equivocarse desde inicio. En el «minuto de plata», que servía a los candidatos como presentación, fue la que menos tiempo consumió. Ayuso, menos cuando tenía algo que rebatir, estuvo hablando con golpes de voz y con una clara dicción. Estaba muy guionizada y eso le restó credibilidad en un discurso preparado y que en muchas ocasiones leía de las hojas que tenía en el atril. Enseñar la tarjeta sanitaria, la tarjeta de transporte y una pegatina de la bandera de la Comunidad de Madrid le ayudaron, después de unas intervenciones desconcertantes para los ciudadanos por el tono. Las sensaciones no son nada positivas para el partido liderado por Pablo Casado de cara a estas elecciones del 26-M, pues el hecho de que los partidos no rebatiesen y entrasen en confrontación dialéctica con Ayuso deja a las claras que el PP ya no es rival a batir -y eso que es quien gobierna actualmente en la Comunidad de Madrid-.
La candidata de VOX, Rocío Monasterio, se mostró clara y contundente y con el objetivo de frenar a la izquierda. “Nosotros no somos sospechosos de pactar con el socialismo”. Además, si gobiernan, apuntó que en materia de sanidad no van permitir que “una mujer que está esperando con su hijo con un problema de salud mental tenga que esperar 300 días”, mientras que los inmigrantes ilegales van antes. “Este año ya son más de 150.000 inmigrantes ilegales atendidos en los hospitales de Madrid”. Asimismo, apuntó Monasterio la necesidad de facturar la sanidad, como “en otros países sí que se factura a los españoles”.
La candidata de Podemos «destrozaba» cajeros automáticos
Isabel Serra, de Podemos, sigue el discurso del líder de su partido, Pablo Iglesias, y en su primera intervención ya mencionó “que si se puede echar a Rajoy de la Moncloa” se pueden lograr muchas más cosas. Vamos, el clásico “sí, se puede”. Aunque es cierto que no parece haberle quedado claro aún que Mariano Rajoy ha desaparecido del escenario político y que su rival ahora es el PSOE, que le está quitando muchos votos.
Serra tuvo que defenderse de las críticas de Aguado por haber salido en un documental de 2013 pintando y boicoteando cajeros automáticos. En el vídeo se ve a la dirigente de Podemos echando silicona a la ranura de la tarjeta de crédito y pintando “ladrones” en un cristal de una sucursal bancaria. “Los bancos son los responsables de dos tercios de los desahucios que se producen en este país. Ustedes estaban apoyando esta reforma laboral que ha generado este sufrimiento apoyando a los bancos”. En lugar de mostrarse mínimamente arrepentida, defendía así su actuación.
Podemos propone una asignatura de Feminismo
La aspirante de Podemos a gobernar la comunidad solo mencionaba barrios de Madrid, de manera sorprendente, en sus intervenciones. “En barrios como Arganzuela ha subido un 40% el alquiler”, “hay que reindustrializar zonas como Vicálvaro y Vallecas” y “el que vive en el barrio de Vallecas tiene que tener las mismas posibilidades -en cuanto a educación- que el que vive en el barrio de Salamanca”. ¿Sabe Isabel Serra que se presenta a gobernar la Comunidad de Madrid y no Madrid capital? Habló mucho de Madrid, pero nada de los 179 municipios que hay en la comunidad.
Pensamos que es fundamental que sea haga esa asignatura (Feminismo), porque hay que educar en igualdad de valoresIsabel Serra
“Hay que reorganizar la educación para que se introduzca una hora más, pero pensamos que es fundamental que sea haga esa asignatura (Feminismo), porque hay que educar en igualdad de valores. Necesitamos que el feminismo que está llenando las calles de nuestro país llegue a las instituciones”. Serra pretende así acabar así con la «imposición» de roles en los colegios públicos madrileños. Sí, querer acabar con la «imposición» «imponiendo». Vamos imponer lo suyo, lo que gusta, lo que defiende. Lo demás no vale. Un poco extraño, ¿verdad? Pues así es como se presenta Serra con Podemos que, aunque pueda parecer raro, esta asignatura de Feminismo para lo único que sirve es para adoctrinar a los niños según los ideales de la extrema izquierda.
En materia de educación, Podemos quiere eliminar la educación concertada. La libertad de elección, la educación en valores y la asignatura de Religión está claro que a la formación morada no le gustan. Monasterio propone, de manera acertada, “devolver la autoridad al profesor” y, en consecuencia, su autoestima. Y es que sin una educación de calidad no habrá nuevo modelo económico -ni desarrollo cívico- ni un futuro digno.