Jorge del Corral | 29 de mayo de 2019
Cataluña se mueve hacia la moderación y aumenta el número de ciudadanos que rechazan la independencia.
La Tercera Ley de Newton dice que “a toda acción corresponde una reacción en igual magnitud y dirección pero en sentido opuesto”. El genio inglés recogió así en su obra Philosophiae Naturalis Principia Mathematica el conocido también como principio de acción y reacción, que nos dice que si un cuerpo A ejerce una acción sobre otro cuerpo B, este realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario. Es lo que comprobamos a diario en numerosas ocasiones, entre ellas en el suculento negocio del independentismo catalán y de otros secesionismos que impulsan varios irresponsables en distintas partes de España.
Quizás sea esta la razón, junto con algunas otras, que explique cómo y por qué el tono y el espíritu independentista de las bases decrecen, pese a las maniobras grotescas de sus agitadores/políticos.
Hemos empezado a constatar la Tercera Ley de Newton: frente a pasarse la ley por el arco de Bará, jueces implacables y cumplidores de ella; frente a los independentistas, los constitucionalistas; frente a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural (OC), Sociedad Civil Catalana (SCC); frente a la bandera estelada, banderas catalanas y españolas juntas o por separado; frente a los agitadores/políticos, políticos sensatos; frente a políticos presos por atentar contra el Estado, políticos respetuosos que respetan las leyes; frente a “embajadas” catalanas, diplomáticos españoles defendiendo a España en cada rincón del mundo y desmontando las falsedades del procés; frente a medios de comunicación independentistas y subvencionados, medios de comunicación libres y constitucionalistas; frente a maestros/adoctrinadores, maestros enseñantes y Alta Inspección del Estado en materia educativa; frente a una Cámara de Comercio de Barcelona independentista, organizaciones económicas que defiendan a las empresas españolas y creen empleo y bienestar para el ciudadano; y frente a los violentos Comités de Defensa de la República (CDR), Mossos, Policía y Guardia Civil para que se cumpla la ley, porque si nacen los Comités de Defensa de España (CDE) ya tenemos otro 36. Y esto nadie lo quiere, ni siquiera los bravos secesionistas por mucho que tensen la cuerda.
La última encuesta de la Generalitat refleja la Tercera Ley de Newton: un aumento del 4,5% de catalanes que rechazan la independencia
La última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat catalana refleja ya la Tercera Ley de Newton: un aumento del 4,5% de catalanes que rechazan la independencia de esa parte de España y un descenso de los irredentos, hasta dejarlos en el 47,2%. En el estudio sobre el sentimiento personal de los encuestados se dice que el 40,4% se siente tan español como catalán, el 26,1% solo catalán, el 21,4% más catalán que español, el 5,1% solo español y el 3,1% más español que catalán.
Y respeto al encaje de Cataluña en España, un 35% se muestra partidario de que Cataluña sea un Estado independiente, frente a otro mayoritaria que contempla varias opciones dentro de España. La ley de Newton seguirá funcionando inexorable hasta que la acción de A (los independentistas) sobre B (los constitucionalistas) se equilibre, porque B realiza sobre A otra igual y de sentido contrario.
Y cuando se equilibren, ambas descenderán en intensidad, porque A empezará a desinflarse más deprisa y B tendrá que acompasar su fuerza a la de A. Y si A no lo hace, ya conoce la medicina que le aplicará B y sus consecuencias directas y colaterales. Y como el asunto hay que seguir conllevándolo, pasará todo a segundo plano y podremos centrarnos en lo que importa: en el ciudadano libre e igual en cualquier parte de la nación y sus necesidades en un espacio común llamado Unión Europea.
Mientras tanto, no cantemos victoria. La Tercera Ley de Newton se ha puesto a trabajar, aunque haya tardado demasiado porque estaba dormida y desengrasada, y Cataluña se mueve ahora hacia la moderación. El fugado Carles Puigdemont, sus mariachis financiados y su racista, xenófobo y agitador representante en la Generalitat van perdiendo batallas. El de Waterloo está empeñado en mantener un pulso a la dirección del PDeCAT para seguir demostrando que todo se reduce a estar conmigo o contra mí, aunque ello lo lleve a seguir perdiendo apoyos sin que los que le dejan alimenten automáticamente a ERC o a la CUP.
El fugado Puigdemont, sus mariachis financiados y su racista, xenófobo y agitador representante en la Generalitat van perdiendo batallas
Tras el juicio a los golpistas vendrá la sentencia y, después, la decisión de Pedro Sánchez de concederles el indulto o hacerles cumplir la pena. Luego llegarán las elecciones en Cataluña y, más tarde, el tiempo de la reflexión y el positivismo, además del hastío y el desencanto de todos aquellos que llegaron en aluvión creyendo a pies juntillas que el Estado propio y la pertenencia a la UE llegaría por ensalmo y asistiendo sin riesgo a un par de días de desobediencia festiva en familia y comiendo butifarra con mongetes. Ja. Quedan meses de tobogán, pero es cada vez más corto y menos inclinado.