La entrevista a Otegi y la larga mano de Pedro Sánchez para imponer el relato
Jorge del Corral | 01 de julio de 2019
La presencia del líder de EH Bildu en TVE es un hito más en la intención de los batasunos de imponer su relato dentro y fuera de España.
Al parecer, a la actual TVE le gusta más ser noticia por sus escándalos que por la fortaleza de la programación y el rigor de sus informativos y programas de actualidad.
.@ArnaldoOtegi: "Lo siento de corazón si hemos generado más dolor a las víctimas del necesario o del que teníamos derecho a hacer" https://t.co/ajB01vFoPd#LaNoche24h pic.twitter.com/4D60lbHMLT
— La noche en 24 horas (@Lanoche_24h) June 26, 2019
Es lo que se desprende de su semana de la infamia, iniciada con la ignominia de calificar de desaparición el secuestro y posterior asesinato de 14 monjas de la Inmaculada Concepción a manos de milicianos republicanos en 1936, beatificadas el 22 de junio en la madrileña Catedral de la Almudena, y cerrada el miércoles 26, en horario estelar, con la abyecta entrevista al exetarra Arnaldo Otegi la noche previa al homenaje en el Congreso de los Diputados a las víctimas del terrorismo, que se celebra todos los 27 de junio desde 2010. Una bofetada a los 800 asesinados, a sus familiares y a la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco y que horas después tenía que pronunciar el discurso de homenaje en la Cámara.
La entrevista, calificada de inaceptable y humillante por Marimar Blanco y emitida en horario estelar, solo se explica por la influencia de Moncloa en la televisión pública
La entrevista, calificada de inaceptable y humillante por Blanco y emitida en horario estelar, solo se explica por la influencia de Moncloa en la televisión pública, que debía ser de todos y solo es de Pedro Sánchez. A juicio de uno de los mayores expertos en ETA, a quien el miércoles se le revolvió el estómago y le dolió el alma, que se haya difundido en vísperas del acto del Congreso no es casual y solo tiene una explicación: pagar a Otegi un favor pasado y/o futuro para que siga en su empeño de imponer el relato sobre el terrorismo que le interesa a ETA. A cambio -añado yo- del voto favorable de EH Bildu a la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy y aupó a Sánchez a la Presidencia del Gobierno, y de la abstención de los cuatro diputados de ese partido en la próxima sesión de investidura del candidato Sánchez a la Presidencia del Gobierno.
.@ArnaldoOtegi sobre si condena el terrorismo de ETA: "Hemos hecho una cosa más importante que condenar la violencia armada de ETA, hemos contribuido a que desaparezca la violencia armada de ETA en este país. Me parece más significativo" #LaNoche24h pic.twitter.com/bHcDfdKSfl
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El relato forma parte de los cinco “cestos” del Proceso de Ayete, celebrado el 17 de octubre de 2011, con el nombre de Conferencia Internacional de Paz de San Sebastián, en el Palacio de Ayete, construido en 1878 por los duques de Bailén sobre los terrenos de la casa solar de los Hayet, en el que se alojaron el Rey Alfonso XIII y la Reina María Cristina, y que en 1939 fue comprado por el Ayuntamiento de San Sebastián y ofrecido a Francisco Franco para que pasase sus veraneos en la capital guipuzcoana. Cosa que el jefe del Estado hizo con gusto y placidez desde 1940 y hasta 1975.
El relato es una infamia contra la que hay que luchar sin tregua, siempre y durante generaciones, por respeto a los más de 800 asesinados por ETA, a su memoria, dignidad y justicia
A la conferencia acudieron personalidades internacionales de la política y la pacificación, tales como Kofi Annan, Bertie Ahern, Gro Harlem Brundtland, Pierre Joxe, Gerry Adams y Jonathan Powell, además de varios partidos vascos, entre ellos el PSE y el PNV; organizaciones abertzales y los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT. El PP no asistió y criticó sus conclusiones, y el Gobierno, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, no participó y manifestó previamente que no se oponía a la celebración de la reunión y que tampoco se comprometía con ella.
La conferencia concluyó con una declaración de cinco puntos (Cese de la lucha armada, Desarme incondicional de ETA, Situación de los presos, Consecución por vías pacíficas de los objetivos políticos perseguidos con el terrorismo y Relato de los hechos) en la que los representantes internacionales instaban a la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) a un cese definitivo de la violencia. El 20 de octubre, tres días después de su celebración, ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada.
.@ArnaldoOtegi sobre la investidura de Sánchez: "Vamos a intentar llegar a un acuerdo con ERC. No vamos a permitir el acceso de la extrema derecha. Nuestra posición es: no bloqueo, no cheques en blanco" https://t.co/ajB01vnNXF#LaNoche24h pic.twitter.com/M3vjZZ844N
— La noche en 24 horas (@Lanoche_24h) June 26, 2019
La lucha armada –según mi informante- ha desaparecido y no volverá, ETA está desarmada, los presos interesan muy poco a los sucesores de ETA, los objetivos políticos los están persiguiendo con su presencia como EH Bildu en el Congreso y en los Parlamentos vasco y navarro, además de en ayuntamientos de estas dos comunidades autónomas y en otras instituciones de ambos territorios, y tan solo les queda imponer su relato dentro y fuera de España. Un relato que, en síntesis, dice que no existió el terrorismo y que fue un conflicto armado con el Estado en el que, como en toda guerra, hubo daños colaterales. Una infamia contra la que hay que luchar sin tregua, siempre y durante generaciones por respeto a los más de 800 asesinados por ETA, a su memoria, dignidad y justicia.
Otegi -que sigue sin mostrar arrepentimiento ni pedir perdón por el daño causado-, quienes le cedieron el altavoz de TVE y los que el jueves no aplaudieron en el Congreso las palabras de Marimar Blanco: PNV, EH-Bildu, ERC, Junts per Catalunya y Unidas Podemos, no pueden ganar esta nueva modalidad de lucha.
