Carlos Uriarte | 10 de mayo de 2019
Los resultados muestran que la mayoría de los votantes empieza a dar señas de cansancio respecto al «brexit».
El pasado jueves 2 de mayo tuvieron lugar las elecciones municipales en Reino Unido. Unas elecciones que, como no podía ser de otra manera, se desarrollaron dentro del clima de tensión e incertidumbre que las negociaciones del brexit han instaurado en el país británico durante los últimos meses, provocando un proceso de desgaste y fatiga entre los partidos clásicos, que lo han terminado pagando en estas elecciones. El partido conservador de Theresa May ha obtenido unos resultados catastróficos, los peores desde 1995: pese a que continúan siendo el partido más votado, han perdido más de 1.500 asientos (tendrán 3.564 por los 5.521 que obtuvieron en las últimas elecciones, de un total de 8.773 asientos).
Por otro lado, el partido laborista ha perdido 80 asientos, unos resultados no tan malos en comparación con los del partido opuesto, pero que no han cumplido con sus expectativas de crecimiento. Estos resultados se podrían ver como una llamada de atención por parte de los votantes que, hartos de esta situación, mandan un mensaje claro: «Acabad con el asunto del brexit”, mensaje que parece haber sido recibido por los máximos mandatarios en cada partido y que podría provocar un aceleramiento en unas negociaciones estancadas y, tal vez, por fin llegar a un acuerdo sobre un brexit más «blando».
Es importante mencionar también la subida del partido liberal. Estos, con una campaña totalmente anti-brexit y valorando la opción de un segundo referéndum (durante la campaña electoral para estas elecciones, el partido conservador omitió totalmente todo lo relacionado con la salida de la Unión Europea, mientras que el partido laborista no puso mucho énfasis en ella) han aumentado el número de asientos en 704, y se han aproximado bastante a los dos grandes partidos en número de votos.
Si proyectamos los resultados de estas elecciones municipales a nivel general, el desplome de los partidos conservador y laborista es todavía más evidente. En los comicios de 2017, Theresa May y el partido conservador obtuvieron una victoria con más del 42% de los votos, mientras que Jeremy Corbyn y el partido laborista se confirmaban como una oposición fuerte con un 40%. Además, el partido liberal apenas recibió un 7%. Con unos resultados similares a los de las recientes elecciones municipales, los tories y los liberales quedarían empatados en cabeza con el 28% de los votos, con los liberales obteniendo un 20%.
A todo esto hay que añadir la participación de las nuevas fuerzas políticas del brexit Party, partido euroescéptico liderado por Nigel Farage, y Change UK, favorables a un segundo referéndum. Estos partidos no participaron en las municipales, ya que guardan la artillería para las próximas elecciones europeas, donde se estima que ambos partidos entrarán con fuerza al Parlamento, incluso algunos sondeos dan como favorito al brexit Party por encima de conservadores y laboristas.
"We have to reaffirm the vote of the British people and we have to send shock waves through Westminster!" – Ann Widdecombe, Brexit Party candidate.
Join our rallies across the country here: https://t.co/P370cGjeGu pic.twitter.com/6czaHIH7ao
— The Brexit Party (@brexitparty_uk) May 8, 2019
Los resultados de estas elecciones muestran la evidencia de que la mayoría de los votantes empieza a dar señas de cansancio respecto al asunto que lleva ocupando las portadas de los principales diarios británicos desde hace ya varios meses, así como una mayor desconfianza hacia los dos grandes partidos. La caída del partido conservador (y también del UKIP, partido euroescéptico que se fundó con el objetivo de abandonar la UE), el estancamiento del partido laborista y el crecimiento del partido liberal podrían invitar a pensar que la mayoría del pueblo británico ha recapacitado sobre el brexit y que, en caso de celebrarse un segundo referéndum, la opción de ‘remain’ cogería fuerza frente a la de abandonar la Unión Europa.
No obstante, no debemos dejarnos llevar tanto por estas elecciones municipales y estas deberían servir para hacernos poner un mayor foco sobre las elecciones europeas del próximo 26 de mayo. Allí, con la participación tanto del brexit Party como de Change UK, tendremos un mayor acercamiento hacia cuál es la postura del pueblo británico respecto al brexit a día de hoy, y ver con mayor claridad cuál podría ser el resultado de ese potencial referéndum. Además, podremos confirmar si lo ocurrido en las municipales es un simple toque de atención de los votantes hacia los grandes partidos o si realmente están empezando a perder la confianza en ellos.
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