Javier Varela | 13 de mayo de 2019
La web Autosport da por seguro que el trazado holandés de Zandvoort ocupará la plaza que dejará Montmeló en el Mundial de 2020.
«Box, box, box, box…» . Es la frase que escuchan los pilotos de la Fórmula Uno cuando desde su equipo le piden que pase por boxes para cambiar los neumáticos, ajustar algo de la aerodinámica, poner un alerón nuevo o quizá para comunicarle que un problema en el coche le obliga a poner pie a tierra y abandonar la carrera. Algo similar parece estar ocurriendo con el GP de España por culpa de la inestable situación política que se vive en Cataluña desde la intromisión del independentismo en las instituciones.
Después de 28 años en el calendario de manera ininterrumpida, la situación política que hay en Cataluña ha puesto en peligro el GP de España de Fórmula Uno, que este pasado fin de semana vivió la que puede ser su última cita. En los últimos años, Cataluña ha visto salir a más de 3.000 empresas y cómo la Agencia del Medicamento esquivó a Barcelona para marcharse a Ámsterdam, cómo la Barcelona World Race se suspendió y ahora, a pocas horas de que arranque el GP de España de Fórmula Uno, se mantiene la incógnita de si será la última vez que los monoplazas rueden por el circuito de Montmeló.
Cataluña podría quedarse sin la joya de la corona del deporte como demuestra un estudio del DEP Institute, que estima que el GP de España de Fórmula Uno genera 163 millones de euros de impacto económico, con un gasto superior a 1.000 euros por persona de los 172.144 espectadores que hubo en los tres días de carrera de 2018. Una inversión de 24 millones que devuelve 163 millones a la ciudad…
Su contrato termina en este 2019 y las negociaciones con Liberty Media, propietaria de los derechos de la F1, no parecen estar en su mejor momento. Peligra la continuidad en un Mundial en el que este trazado alberga el GP de España de forma ininterrumpida desde 1991.
La web Autosport, ya da por seguro que el trazado holandés de Zandvoort ocupará la plaza que dejará Montmeló en el Mundial 2020
La Generalitat es la propietaria del circuito en su 76% (el RACC tiene un 16% y el Ayuntamiento de Montmeló un 8%), pero desde el Govern de la Generalitat han cortado el grifo del presupuesto a una carrera que desde hace unos años ya no es tan rentable como cuando en 2015 el Circuit se comprometió con la FOM (Formula One Management), la empresa que gestionaba entonces la Fórmula 1, a pagar 24 millones de euros hasta este año (cifra nunca confirmada por los dirigentes del circuito). El pasado año, la Generalitat aportó 6 millones de euros, el Ayuntamiento de Barcelona 2,5 millones y la Diputación 1 millón, según publicó Expansión.
De un año a otro, el consistorio de Ada Colau ha reducido su inversión hasta los 1,9 millones porque, para la alcaldesa “subvencionar la Fórmula 1 no es la prioridad” y a la Generalitat, principal promotora histórica de la carrera, se le acumulan los deberes por culpa de la situación política que vive desde el golpe del independentismo.
El apoyo claro de los responsables del Circuito de Montmeló al procés ha generado mucha polémica que quedó patente en el GP de España de Fórmula Uno del pasado año. Entonces, el himno de Els Segadors sonó –completo- antes que el himno español, que fue cercenado por los responsables del trazado catalán. La cara de Fernando Alonso en la parrilla junto al resto de pilotos mientras sonaban los acordes de ambos himnos lo decía todo.
Además, las gradas se poblaron de banderas independentistas ante la pasividad de los responsables, al más puro estilo Camp Nou. Para colmo, en las negociaciones llevadas a cabo a finales de marzo por Chase Carey, CEO de la Fórmula 1, y el presidente de la Generalitat Quim Torra y el presidente del Circuit, Vincenç Aguilera, lejos de servir como punto de unión fue un latente apoyo independentista. Aguilera lucía en todas las imágenes el lazo amarillo en señal de apoyo al movimiento independentista y en la nota de prensa que se facilitó a todos los medios internacionales no se nombró ni una vez a España, siendo el GP de España. La libertad mal entendida.
Y ante la incertidumbre de lo que puede pasar en Cataluña, la web especializada Autosport, ya da por seguro que el trazado holandés de Zandvoort ocupará la plaza que dejará Montmeló en el Mundial de 2020. El país de los tulipanes no acoge una carrera de Fórmula Uno desde 1985 y con la aparición estelar de Max Verstappen, la euforia se ha instalado en un país en el que las motos, con su carrera de Assen, -conocida como la catedral de las motos- parecían haberse olvidado de las cuatro ruedas. Al ver el peligro real de perder la Fórmula Uno, el presidente Torra ha intentado ponerse manos a la obra para conservar la cita, pero puede que ya sea tarde.