Carlos Cuesta | 20 de mayo de 2019
PSOE y Podemos acaban de iniciar toda una revolución fiscal basada en el derroche y en el abuso.
A la izquierda no le vale con la subida del IRPF y de Sociedades que ya anuncian. Tanto PSOE como Podemos dicen que esa subida solo se centrará en los grandes contribuyentes de ambos impuestos, pero sus promesas de gasto no se pagarán con eso. Necesitan más y ya miran a otros tributos, entre ellos, por supuesto, al Impuesto de Sucesiones y al de Patrimonio.
La carrera política de la izquierda se juega en el campo de las promesas de gasto. PSOE y Podemos compiten por llevarse el cartel del partido más social y para ellos, por lo visto, eso se logra gastando más y cobrando más impuestos a los contribuyentes. Y eso siempre es presagio de fuertes subidas de impuestos.
Digan lo que digan los partidos de la izquierda, lo cierto es que el 80% de todo el pago fiscal español recae sobre los hombros de los trabajadores, autónomos y empresas de mediana o pequeña dimensión, ya sea de forma directa o indirecta. Y el resultado, por lo tanto, es que, cada vez que alguien anuncia una subida de impuestos selectiva para las capas más pudientes, siempre es el grueso de estos contribuyentes el que la acaba pagando.
PSOE y Podemos compiten por llevarse el cartel del partido más social y, por lo visto, eso se logra gastando más y cobrando más impuestos
El saqueo fiscal previsto por Pedro Sánchez para los próximos años tiene ya cifras: las presentadas recientemente ante la Unión Europea dentro del Programa de Estabilidad. Y allí se señala que los españoles pagaremos 95.505 millones de euros más en 2022 de lo que pagamos en estos momentos.
Se trata literalmente de una locura, pero de una locura que lleva aparejados compromisos de gasto equivalentes, por lo que, en la medida en la que se cumplan los gastos prometidos, no quedará más remedio que obtener los ingresos para no quebrar la economía. Y eso supondrá, con toda probabilidad, que subirán no solo el IRPF y Sociedades, sino que lo harán también los llamados impuestos verdes, Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones, los nuevos tributos a las tecnológicas y las transacciones financieras y, solo por poner otro ejemplo, los impuestos especiales sobre luz o carburantes.
Porque semejante volumen recaudatorio adicional (superior a todo un IRPF de un año) exigirá repartir las subidas entre prácticamente todos los grandes tributos nacionales. Especialmente cuando el PSOE niega que se vaya a tocar el IVA -Podemos sí quiere subidas puntuales de este impuesto al consumo, por ejemplo, sobre los alimentos grasos-.
El PSOE afirma que sus subidas de impuestos se limitarán a 5.654 millones de euros por año y a otros 3.786 millones a través de subidas de las cotizaciones sociales. Es decir, 9.440 millones en total por cada ejercicio. Pero eso no será suficiente para cuadrar su anuncio de crecimiento de la recaudación hasta los 95.505 millones en 2022.
Por el momento, el PSOE acaba de admitir que quiere subir el Impuesto de Sucesiones para las herencias de más de 1,5 millones de euros. Podemos, por su parte, quiere una revisión general -no ha dado las cifras- que permita convertir este impuesto en otro componente más de progresión fiscal.
Las subidas de impuestos serán probablemente la única materia en la que la izquierda se ponga de acuerdo sin pestañear para aumentar el espolio a las familias y empresas españolas
El PSOE admite, igualmente, que quiere elevar el Impuesto de Patrimonio en 339 millones de euros. Y Podemos, de nuevo, le respalda y sube la apuesta sin decir en cuánto.
El PSOE quiere más impuestos ecológicos, similares al del diesel -con el que pretende obtener 670 millones de euros-. Y Podemos también se suma a este capítulo de subidas tributarias.
Y así podríamos ir repasando todo el catálogo fiscal hasta llegar a la conclusión de que las subidas de impuestos serán probablemente la única materia en la que la izquierda se ponga de acuerdo, sin pestañear, para aumentar el espolio a las familias y empresas españolas. Porque ERC o Compromís también se sumarán sin problemas a estas medidas de elevación de los impuestos.
Porque es verdad que acaba de empezar toda una revolución fiscal. Pero basada en el derroche y en el abuso fiscal a gran escala.