Miguel Ángel Gozalo | 21 de agosto de 2019
Los populares han registrado la marca «España Suma» con el objetivo de ofrecer una gran coalición a Ciudadanos con la que acudir a unas futuras elecciones generales.
Un amplio sector del PP cree que «España Suma» puede resucitar el bipartidismo
Ningún partido quiere elecciones pero todos se preparan para ellas
La conquista de Madrid, en la que la ignota Isabel Díaz Ayuso ha exhibido grandes dosis de paciencia, silencio y mano izquierda, ha dado alas al Partido Popular. Madrid, por partida doble, como en los buenos tiempos. ¿Y si el llamado “casadismo” pasa a la ofensiva? ¿Por qué no intentar ampliar la “mayoría natural” de Fraga y la “casa común” de Aznar? Esto es lo que quiere conseguir esa aspiración que se resume en dos palabras: “España suma”. Suma y sigue.
Lo acaba de proclamar el Tezanos de los conservadores, Narciso Michavila, que no descansa ni en vacaciones, en una entrevista en ABC: “Mientras la derecha se presente dividida en tres partidos, seguirá gobernando la izquierda”.
Un Partido Popular que, gracias a los resultados alcanzados en las elecciones autonómicas y municipales, ha salvado los muebles y ha conservado el liderazgo de la oposición, ha hecho suya esta idea, que ya cristalizó con éxito en Navarra, bajo el rótulo “Navarra Suma”. Juntos la victoria se hace más probable, los tres partidos de centro derecha de Navarra -UPN, Ciudadanos y PP- sumaron sus fuerzas y consiguieron convertirse en mayoría, aunque las maniobras de los despachos cambiaron lo que había sucedido en el césped, como diría el sabio seleccionador de fútbol, Luis Aragonés.
El esfuerzo finalmente inútil de “Navarra Suma” no supone que la intentona no pueda repetirse.
También fue un éxito del conglomerado de izquierdas y nacionalistas, aunque los mancomunados tuviesen que aceptar la imprescindible e indeseada (aparentemente) tutela de EH Bildu, los herederos de ETA. El PSOE se unió, como en la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy, a todo lo que se movía al margen de Navarra Suma y puso al frente de la Comunidad de Navarra a la socialista María Chivite.
Pero el esfuerzo finalmente inútil de “Navarra Suma” no supone que la intentona no pueda repetirse. En política, el esfuerzo no siempre termina en melancolía: puede servir, como en el teatro, de ensayo general con todo.
“España Suma”: parece un lema turístico. Pero un amplio sector del Partido Popular cree que “España Suma” podrá resucitar, en torno al PP, ese bipartidismo asimétrico que ha caracterizado la vida política española hasta la irrupción de los partidos pequeños. Se trata justamente de eso: de que los pequeños del centro derecha acepten, a cambio de mejorar sus resultados electorales y arañar algo de poder, la tutela y el ímpetu del hermano mayor, el Partido Popular. El sueño de Fraga y Aznar dirigido por una batuta nueva, la de Pablo Casado.
Queremos conseguir aglutinar a todos aquellos que han votado una serie de opciones que confluyen en lo fundamentalTeodoro García Egea, secretario general del PP
Los ejemplos de Andalucía, Murcia, Castilla y León, y, en dosis doble, Madrid, han probado la capacidad de pactar del Partido Popular. ¿Cómo no intentarlo con partidos tan próximo ideológicamente como Foro Asturias, Coalición Canaria, UPN, y otros menos conocidos a escala nacional como el balear Proposta por les Illes, y los castellanoleoneses Por Ávila, Plataforma por el Pueblo Soriano y Unión del Pueblo Leonés?
En un momento de incertidumbre, con serias dudas ante la posibilidad de un nuevo fracaso de investidura de Pedro Sánchez (aunque no hay que descartar que por seguir en el Falcon el presidente en funciones sea capaz de pactar con Iglesias), la idea de unas nuevas elecciones se abre paso en la opinión pública.
España Suma es el experimento más inteligente y noble de la política contemporáneaCayetana Álvarez de Toledo, portavoz del PP en el Congreso
Elecciones otra vez: no importa. Todos los partidos proclaman que ellos no las quieren y que el infierno son los demás. Pero se preparan para ellas. Las encuestas avanzan que el PP no sería el más perjudicado. Ha caído tan bajo que, tras la emblemática conquista de Madrid, no parece que pueda seguir cayendo.
En vista de ello, Teodoro García Egea, el secretario general del partido, ha registrado la marca “España Suma” con la esperanza de que alguno de los siete partidos acepte la invitación a la cena. Como en la célebre de Baltasar del Alcázar con su prima Inés, “la mesa tenemos puesta y lo que se ha de comer, junto”. Lo que se ha de comer es esa morcilla variopinta que forman las diferentes izquierdas. España Suma: un experimento que recuerda a la CEDA de Gil Robles en la II República.
Para que la fiesta fuera completa deberían sumarse a ella Ciudadanos y VOX, como ha pasado en Andalucía, Murcia y Madrid, sin ir más lejos. Pero como se ha encargado de decir rápidamente Ciudadanos, por poca de sus locuaces Begoña Villacís e Ignacio Aguado, que ya se atreven a opinar de todo, eso es harina de otro costal. Ellos son liberales, autónomos e independientes. Ellos, en realidad, lo que quieres es suplantar al PP.
Aunque una voz muy autorizada del renovado Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz parlamentaria y encarnación brillante e incisiva de lo que aspira a ser el casadismo, ha insistido en la idea de no descartar a nadie. Y ha subrayado elocuentemente la importancia de “España Suma”: “Es el experimento más inteligente y noble de la política contemporánea”.
España suma y sigue.